martes, 1 de febrero de 2011

LA FIESTA BRAVA: ¡Julián en la cumbre del toreo!

Jardinero de San Mateo

CIUDAD DE MÉXICO.- Dijo Julián López hace menos de un año, que "es el torero que quiere ser", en efecto, desde que le cuajó una gran faena a "Cantapájaros" de Victoriano del Río, en Madrid en 2007, su toreo ha evolucionado hasta límites inverosímiles. Ya no es el joven que disputa los honores con sus alternantes, llámense como se llamen, sea en la arena que sea, con enorme entrega, ahora tenemos a un maestro consumado en el cenit de su carrera, a uno de los mandones de la tauromaquia universal. Por muchos años se le apreció la técnica -que en buena parte aquí aprendió-, ahora, es un torero de sentimiento, de pasión y de perfección, díganlo sino los dos quites con los que impartió cátedra al mundo, primero con primorosas chicuelinas rematadas a una mano y en su segundo, con "Mil Tardes", tafalleras llevándose embebido al toro en una suerte plástica que hizo rugir a una plaza, -por un pelín llena-, que no había visto hacer esa suerte con más virtuosismo, arte y pureza en muchísimos años.

Julián tuvo que cargar con la temporada por la gravísima cornada a José Tomás, y no se rajó, Le vimos en Barcelona con cuatro orejas, en Nimes, realmente extraordinario, y sacudió Valencia, Sevilla con una res de Torrealta, Salamanca, Valladolid, y Zaragoza, sólo Madrid se le escapó esta vez. Fueron 76 fechas, siempre en la cúspide y así llegó a México -debutó con picadores en Texcoco en 1997-, para esta memorable tarde. Con "Palomo Rojo" un colorado bien armado, que zarandeó a un banderillero que se equivocó en la suerte, no le dudó y le puso el embrujo de su muleta, a un toro gazapón, que pronto se rajó y don Julián lo mató con una magnífica estocada tanto en su preparación como en su ejecución que le valió una generosa oreja que guardó el peonaje. Con el quinto, que quedó crudito, con la muleta comenzó con señorío, derechazos largos, dejándole la muleta, la dosantina, y por el lado bueno, el izquierdo, naturales de cromo, lentísimos, para poner de pie a los 35000 presentes. TORERO! Varios pases en redondo, por allí un cambio por la cara, despidiendo aroma de artista consumado. Falló con el acero y anunció uno de regalo que mi sabio vecino de tendido, pronosticó como un "dije de bandera"... conoce la sangre de Xajay, sin duda. Entendía por "Guapetón", cárdeno claro, botinero, al que Julián cuidó con la capa, y le instrumentó unas chicuelinas antiguas muy bellas y despaciosas y remató con una mano, levantando al tendido, embelesado. Estábamos ante una faena cumbre, puso los pies juntos y se pasó por la faja cuatro por alto, sin inmutarse, luego abrió el compás y dio derechazos inmensos con una extasiante lentitud y ligazón. Tardaremos tiempo y bastante para volver a ver otros pases tan bien ejecutados, tan redondos, tan artísticos, intentó por la izquierda, y continuó su obra poética de 24 kilates, ante el delirio general. Todo hubo, la mejor técnica, absoluta pureza, trazo, lentitud, pases enteros aprovechando la nobleza del toro que después de un estocadón recibió el arrastre lento y don Julián el homenaje de un público delirante que apreció el recital más hermoso de varios años. Recibió los máximos trofeos, dos orejas y rabo y salió por la Puerta Grande con un orfeón inmenso que coreaba: TORERO, TORERO.

Sería injusto desconocer que el "Zotoluco" hizo su esfuerzo al nivel de sus capacidades actuales, inclusive trató de hacer las cosas finas, con "Avellanito", su primero, bonito de lámina, no humillaba y le arrancó algunos buenos pases y mató atinadamente, pero jamás para merecer una oreja del ignorante del biombo.

Algo extraño le pasa a "El Payo", que se vio desangelado en sus dos toros, sin buena asesoría de callejón y con recursos de plaza de rancho como agarrarse de los costillares de la res, resultando sus suertes ridículas. Le habíamos visto mejor en la inauguración, por lo menos más decidido. ¿Se le habrá subido a la cabeza el éxito? El encierro cumplió ampliamente en presentación y los dos que cerraron plaza fueron los más nobles.

Si se confirma la presencia de Ponce y Castella el 5 de febrero y de Ventura y Perera el 7, la empresa habrá cumplido con su palabra. De los nuestros, pocos merecen estar, "El Zapata" y Saldívar, "Zotoluco" con calzador y "El Payo", por razones desconocidas. ¿Y Juan Pablo Sánchez que triunfa en todas partes mostrando excelente toreo????

Dice Julián que hay torero en México con cualidades para ser figuras... podría ser mas explícito, Maestro. Usted y su padre saben un resto de esto, tráiganoslos con la lámpara de Diógenes. La muestra, lo que va de la Temporada.

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