lunes, 21 de febrero de 2011

DECIMOSÉPTIMA CORRIDA DE LA TEMPORADA GRANDE 2010-2011: Pablo Hermoso de Mendoza, el señor del rejoneo

Pablo Hermoso de Mendoza ha dejado dos actuaciones repletas de verdadero toreo a caballo, ese que pregona en las cercanías de pitones, de frente, y clavando en lo alto del morrillo. Una pena, que el rejón de muerte le haya quitado “las peludas” de las manos. Foto: EFE
Más allá de los trofeos, es el número uno

Miguel Ángel García

CIUDAD DE MÉXICO.- Espectacular entrada ha logrado hacer el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, ya que el público acudió gustoso a su convocatoria para hacer casi un lleno en la plaza más grande del mundo, como lo es la gran Plaza México. Desde las once de la mañana el ambiente alrededor del coso ya se sentía en grande y a las 13 horas restaurantes, puestos y todo en lo que converge el apetito se encontraba atiborrado. No era para menos, el gran maestro del rejoneo se presentaba en la arena capitalina. Y sí, una vez más y cuantas más falten, Pablo Hermoso de Mendoza demostró por qué es el número uno del rejoneo mundial, patentando una labor del más alto nivel y de la más pura calidad, embelesada con la categoría que únicamente le puede imprimir el señorío del magnifico caballero en plaza nacido en Navarra. Innovador como siempre, ayer, Pablo lució una preciosa vestimenta, digna de un rey.

LA ÉTICA DEL REJONEO

Pablo ha esculpido dos faenas maestras, que elaboró por nota sobre su excelsa cuadra de caballos, ni más ni menos. Pablo ha realizado un compendio del bien torear, dando justa lidia a sus toros y dimensión sobrada a las suertes que ejecutó ante sus socios.

"La concepción taurina de Pablo Hermoso de Mendoza se sustenta en una idea principal: equiparar en la mayor medida posible la lidia a caballo con el toreo que se realiza a pie, guardando las proporciones entre ambas facetas y aprovechando al máximo el paralelismo existente entre algunos aspectos de las mismas", filosofía del navarro escrita en su página de internet, que además dice: "La filosofía del rejoneo (de Pablo) consiste principalmente en que ésta sea toreo. No se trata ya de pasar a gran velocidad cerca del toro y clavar, para después salir corriendo a la barrera por un hierro más. Hay que evolucionar e intentar que todo lo que se haga a caballo sea precisamente torear, en el sentido más estricto de la palabra, intentando en todo momento concretar los mandamientos fundamentales del toreo a pie: citar, enganchar, templar, ligar y rematar. Con ello se evitan los tiempos muertos que particularmente en el rejoneo hacen que la lidia pierda continuidad y vuelven intermitente y predecible la atención del público".

LE APLAUDIERON DE PÍE

Y es de esta manara que Pablo, dicho en entrevista pasada, dejó a un lado el factor sorpresa por la madurez, la maestría y la exactitud que los años le han dado. Pablo no es solo banderillas largas, cortas y rosas, el navarro muestra una mayor profundidad porque conjuga su sapiencia con el carácter de cada uno de sus caballos, elaborando faenas de la más alta calidad. Porque no solo es correr alrededor del toro, sino saberlo torear como si ambos, jinete y cuaco, fuesen un capote o una muleta, empleados por la imaginación y entendimiento del caballero. Sí, Pablo fue certero con rejones de castigo, banderillas largas, cortas y a dos manos. Pero más allá de estas magnificas suertes, Pablo nos mostró que el toreo a caballo también se basa en torear a la grupa y al estribo por alrededor del anillo, templando el recorrido del toro con el cuerpo del caballo y haciendo cambiados (como si fuesen cambiados de mano con la muleta) en lo momentos menos pensados. Ni hablar de los giros que realiza en la cara del toro cuando lleva embebido al burel de costado, simple y sencillamente ha hecho que los tendidos se pongan de pie para aplaudirle con sumo respeto por lo que el maestro del rejoneo hizo para el deleite de los ahí presentes.

COMPLACIDOS CON PABLO

Después de once años haciendo campaña triunfal en la Plaza México, Pablo no se presentó ayer para refrescar su brillante trayectoria, sino para ratificarse como el caballero consentido de la afición mexicana. Y así lo ha hecho. Decía Pablo: "Más que orejas, mi principal objetivo es que la gente se haya divertido y que su visita haya valido la pena". Y creemos que así fue, porque su convocatoria fue en la misma dimensión de su respuesta y por la emoción que causaron sus actuaciones, estamos seguros que sus seguidores han salido complacidos del gran coso.

TODO UN ESPECTÁCULO ECUESTRE

Brillaron Curro, Chenel, Ícaro, Pirata, Pata Negra y Manolete, nombre con que fue bautizado el hijo de Cagancho y el que tuvo un debut en la plaza Monumental de primera. Y sobre estas cabalgaduras, Pablo Hermoso ejecutó una sinfonía con rejones y banderillas, logrando momentos de suma pasión cuando se llevó al toro con la grupa y luego al estribo, en todo el anillo del ruedo; y el éxtasis fue cuando giró frente a la cara del toro sobre el mismo ritmo, o bien, al cuartear la embestida del toro como muletazos por derecha. Mal ha estado Pablo con el rejón de muerte y bien se hubiera llevado la oreja de su primer toro, solo que el juez no la concedió; en su segundo salió al tercio. Al final, Pablo se retiró entre la multitud que le ovacionó con fuerza.

GANADO

Se lidiaron dos toros de Los Encinos, para rejones, muy bien presentados y ovacionados, que tuvieron recorrido. Y cuatro de Malpaso, muy bien presentados que se dejaron meter mano; el primero se despitorró de salida y fue regresado a los corrales y sustituido por uno de Ordaz.

"EL PANA" Y PEPE LÓPEZ

Grande es el "Pana" y en medida lo que haga en el ruedo. Esta vez logró el mejor abucheo de la tarde, ya que nada pudo hacer el panadero ante su lote. Eso sí, no pasó inadvertido.

Pepe López, por su parte, tuvo toda la disposición consigo, solo que poca suerte en el sorteo y únicamente dejó detalles.

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