BORJA ILIÁN
El diestro español Miguel Ángel Perera vuelve este
domingo a la Plaza México tras dos años de ausencia junto a los mexicanos
Arturo Saldívar y Gerardo Adame, en el tercer encierro de la temporada grande
con toros del hierro de La Estancia.
En 2014, Perera salió por la puerta grande de este
coso gracias a un toro de regalo de Vista Hermosa, en una corrida tan
descastada como mal presentada, y en su última aparición en dicha plaza
mexicana, en 2017, dejó buen sabor de boca al aficionado por su seria labor con
un complicado astado de Montecristo.
Este domingo será imprescindible el juego de los
animales para ver las virtudes del español, que viene de lograr triunfos en su
temporada española. Su oreja en la Feria de Abril de Sevilla y el lleno logrado
en la reciente feria de otoño de Madrid, un mano a mano con Paco Ureña, donde
realizó una gran faena a un toro de Nuñez del Cuvillo, destacan de su balance
europeo. Expectación, pues, para su regreso a la capital mexicana.
Saldívar no falla en los carteles de la temporada
grande de la Plaza México, donde conoce el triunfo y el silencio. El año pasado
frecuentó más lo segundo que lo primero. Se anunció reiteradamente en 2018 su
cambio de representante y de conceptos a la hora de enfrentarse a los astados,
pero ello no se vio refrendado con éxitos en la arena de la Plaza México la
temporada pasada.
Cierra el cartel Adame, un torero de pundonor al
que será interesante volver a ver en una plaza donde dejó una faena valiente
bajo la lluvia, hace un año, frente a un astado de San Mateo.
Destaca Gerardo Adame, primo hermano de los
diestros Luis David y Joselito Adame, por su valor, aunque la temporada pasada
pareció estar todavía buscando su sitio frente al toro. Frecuenta Adame los
hierros complicados del campo mexicano. Hace dos temporadas, en la Plaza
México, formó parte del cartel que se enfrentó a un magnifico encierro de
Garfias. Adame fue herido por uno de los encastados astados del hierro mexicano
aquella tarde.
Perera, Saldívar y Adame torearán ejemplares de la
ganadería de La Estancia, que será vista con lupa por los aficionados tras las
dos primeras corridas de la temporada grande en las que los animales han dejado
muy mala impresión por mansos y endebles. La divisa, representada por una cruz
en la piel de sus reses, fue fundada por Enrique Cervantes Aragón como La
Providencia, en el municipio de Altzayanca, en estado mexicano de Tlaxcala, en
1967. Debutó con ese nombre en la Plaza México en 1981, el 4 de octubre con
seis novillos.
En 1993 la adquirieron sus actuales propietarios, la
familia Martínez Vertíz, quienes la trasladaron a San Luis de la Paz,
Guanajuato, donde se está desde entonces, y le cambiaron el nombre a La
Estancia. Su última aparición en la temporada grande, en el ciclo pasado,
resultó pobre por la falta de trapío y casta. / EFE
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