martes, 12 de noviembre de 2019

LA PINCELADA DEL DIRECTOR - Las cosas del invierno, las cosas de la supervivencia

No es el mejor momento económico y la gente busca alivios y soluciones. Los toreros cambian de apoderado y los empresarios, los que pueden, recurren a los apoderamientos para intentar sacar el barco, digo el balance del año, adelante. A muchos ganaderos se les abren los ojos con la ola de aficionados prácticos que llegan pagando a tanto la becerra y a las comisiones del carrer… No es buen síntoma. 
JOSÉ LUIS BENLLOCH
Redacción APLAUSOS

Es tiempo de campo. Del palo, la garrocha, el caballo… hay auténtica fiebre entre los matadores. Me gusta que sea así. Es afición que han recuperado los matadores actuales y que ya no practicaban apenas las generaciones que les precedieron. Es como mantener las esencias del toreo, un viaje a las raíces. Un no desengancharse de las tradiciones. No se iban a poner a jugar a la Play como hacen las estrellas de otros espectáculos. Eso por no hablar de los tentaderos, jamás los toreros consagrados hicieron tanto campo, los hay que son auténticos depredadores de camadas. No se cansan, vacas, toros, vacas, toros... Supongo que será bueno, supongo, antiguamente se avacaban. En los despachos sigue el goteo de cambios de apoderamiento. Es igualmente fruta del tiempo. Diría que reflejo de la situación general del toreo. No es el mejor momento económico y la gente busca alivios y soluciones. Los toreros cambian de apoderados y los empresarios, los que pueden, se echan en brazos de los apoderamientos para intentar sacar el barco, digo el balance del año, adelante. No es buen síntoma, nos lo comentaba la semana pasada José Luis Lozano desde sus cuarteles de invierno, atalaya desde donde contempla orgulloso los logros de unos tiempos que no sé si volverán. Por otra parte y sin salirnos del tercio de los alivios, a muchos ganaderos se les abren los ojos con la ola de aficionados prácticos que llegan pagando a tanto la becerra, que no digo que sea práctica deshonrosa por parte de nadie pero en momentos de normalidad ni se hacía ni se contemplaba, en esas cuestiones había sitio solo para los compromisos y la cortesía. Tampoco los grandes gustaban de soltar toros por las calles, es más, lo ocultaban cuando sucedía y ahora se espera como agua de mayo la llegada de las comisiones de los pueblos, mercado que por cierto crece y crece, todo no van a ser malas noticias, de tal manera que me cuentan que no solo son los de mi tierra quienes acuden ya con la bolsa llena: pueblos de Jaén, Cuenca y Guadalajara compiten por los mejores ejemplares. Lo dicho, fruta de los tiempos, también lo es que los toreros jóvenes busquen un contrato en las plazas de mayor exigencia para ver si pueden meter la cabeza en las de segundo y tercer rango en lo que supone sin duda una perversión del orden natural de las cosas. Insisto en que son cosas de los tiempos aunque también se podría decir cosas de la supervivencia.

SOS novilladas. En Villaseca se juntaron 21 municipios que organizan el 30 por ciento de esos festejos. Lo hacen al margen de los profesionales, que de alguna manera significa desde el voluntarismo. Digo yo que eso les dará autoridad, derecho y obligación de intervenir en el problema. Que por cierto no han creado ellos. Aun así no les han dado la acogida que merece la iniciativa. Sería bueno que hablasen y pactasen

Y si nos referimos a las figuras, en estos días van y vuelven de América como si fuesen a por tabaco. En realidad van por pasta, por mantener el cuerpo alerta y alejado de la vida muelle del invierno. También por gloria, por qué no iba a ser así me pregunto, ya se sabe lo apasionadas que son aquellas aficiones y lo conveniente, diría que necesarias, que son las inyecciones de autoestima para un torero… En eso no ha cambiado nada. Así que se acercan a la T4 y en un plis plas se plantan en las grandes ferias de aquel continente y vuelven a casa. Luego ves muchas de aquellas ferias por los numerosos medios audiovisuales de la actualidad y vista la calidad del espectáculo en aquellos lares te tienes que preguntar dos cuestiones, si no están jugando con fuego con el futuro del toreo allí y qué grado de pasión, qué locura se desataría en aquellas plazas si aprovechando la permisividad de allí saltase un toro bravo. No digo grande, solo bravo. Pero salvo excepciones no gastan ni trapío ni bravura y así el riesgo de permanencia de la Fiesta es más difícil todavía. No es nada nuevo decir que tanto allí como a esta parte del océano los efectos de la prohibición de Barcelona son tremendos. Y tanto o más grave que perder la Monumental ha sido el efecto mimético que ha generado. Ha sido como lanzar la carrera.

En los últimos días ha sido noticia el encuentro de Villaseca de la Sagra. También esto tenía la supervivencia como telón de fondo, el título lo dice todo: Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas. Yo le añadiría ¡SOS! Se juntaron veintiún municipios que organizan el treinta por ciento nada menos de las novilladas picadas de España al margen de los profesionales, que de alguna manera significa desde el voluntarismo. Y digo yo que eso les dará autoridad, derecho y obligación de intervenir en el problema. Que por cierto no han creado ellos. El caso es que no ha tenido dentro del sector la acogida que merece la iniciativa. Naturalmente las novilladas y por ende el futuro del toreo no se va a asegurar únicamente reduciendo las cuadrillas, que ha sido el tema que más ha escocido, pero después de más de un siglo de plantillas inamovibles igual ha llegado el momento de flexibilizarlas en determinadas situaciones, en las novilladas, por ejemplo, a la vez que se ajustan los costes de los otros componentes del sector, empresarios, administración… Algo hay que hacer, no hacer nada es sentenciar al toreo. Ponerse de costado o volver la espalda a la realidad es poco menos que un ejercicio de hipocresía y pasividad que no sirve porque para más vergüenza al final, se ha comprobado, se impone el peso de una realidad la mar de pertinaz, de tal manera que muchos van por fuera de la legalidad, unos cobran o no cobran, otros pagan poco o no pagan y cada vez más el futuro es una nebulosa, pura quimera, que ensombrece el futuro. Tendrán que sentarse para hablar y negociar. Es urgente y no valen las descalificaciones previas. Eso es lo fácil.

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