JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
@jadir45
Mircea Eliade, filósofo escritor e historiador de
religiones. Rumano, calvo y fumador por más señas, muerto hace treinta y seis
años sin la menor posibilidad de ser acusado de taurino, lo constató y luego lo
publicó: “El toro y (la mujer) la gran diosa son las deidades que vinculan
todas las religiones protohistóricas de Asia, África y Europa”.
Jacques Cauvin, francés y arqueólogo reputado,
informa en su libro: “El nacimiento de los dioses y la agricultura”, publicado
por la universidad de Cambridge en 1994, que las primeras evidencias de
confrontaciones rituales del hombre con el toro, tienen por lo menos diez mil
años, aunque de seguro son mucho más antiguas, y que la lucha mortal con el
animal sagrado implicaba no un acto de crueldad sino de abnegación al arriesgar
y ofrendar los oficiantes en prez y favor de los dioses.
Marija Gimbutas, estonia y autoridad mundial en
culturas prehistóricas europeas, con su texto “Dioses y diosas de la vieja
Europa” identifica el toro como la primera deidad (el Dios macho), “La Gran
Diosa, emerge milagrosamente de la sangre del toro sacrificial y en su cuerpo
comienza nuestra vida”.
El toro simbolizó desde los orígenes de la
cultura, la virilidad, la fuerza, el poder, la fertilidad, la vida. Su cuerna
evocó la media luna creciente, los cambios climáticos que beneficiaban o
perjudicaban las cosechas, y traían la prosperidad o el hambre. En su culto se
recreaba el misterioso ciclo de la vida, la muerte y el renacer.
No cabe aquí detallar como este rito de ofrecerse
al toro y darle muerte ceremoniosa subsistió a lo largo de la historia. Cómo
pasó por Sumeria, Egipto, India, Grecia, Roma, Iberia. Cómo los judíos adoraron
al toro joven (becerro de oro). Cómo campeó en la Edad Media bendecido por el
catolicismo (credo de piedad). Como arraigó en América. Ni como llegó hasta hoy
convertido en la corrida moderna.
Pero sí cabría decir que la fiesta de toros, es el
único rito sacrificial, que ha sobrevivido desde los albores de la inteligencia,
desde el parto de los mitos, desde el alumbramiento de la civilización.
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