Apoteósico triunfo del
torero tovareño en la localidad cucuteña de El Zulia.
Rafael Orellana, ha ofrecido el domingo una tarde para enmarcar, como del mismo modo lo hizo el novillero Jesús Enrique Colombo en Cali, el pasado sábado. Foto: Germán D’ Jesús Cerrada |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Sin
duda alguna que la tarde de este pasado domingo quedará grabada en el tintero
de muchos aficionados colombianos, al ver y comprobar las cualidades de uno de
los toreros más importantes que cuenta la limitada cabaña brava venezolana. Se
trata del tovareño Rafael Orellana, quien en la población cucuteña de El Zulia,
ha dado un claro toque de atención de cara a su irrupción por arenas
neogranadinas.
Conocido
es lo difícil y cerrado que ha sido para los toreros venezolanos abrirse cartel
en suelo colombiano, en la que de ninguna manera hay esa reciprocidad que bien
ha cobijado nuestras plazas nacionales. Pero otra cosa es dejar en evidencia lo
que puede ser el gran momento de un torero que “cuajado” a base de la
experiencia y el rodaje que da el oficio.
Este
domingo frente a una seria corrida del hierro de La Ahumada, a plaza llena en
la que se denomina Plaza de Toros “Jorge Eliécer Gaitán”, se llevó a cabo un
mano a mano que prometía emociones. Y claro que las hubo cuyo único
protagonista tuvo en el espigado diestro tovareño nombre propio, como es el
caso de cortar a esta enrazada corrida del ganadero país Carlos Roldan cinco
orejas, que desglosamos a continuación.
Abrió
plaza el veterano diestro antioqueño José Gómez “Dinastía”, quien venía de un
largo periodo de inactividad por los ruedos, exactamente más de un año. Ello
tal vez pasó factura, pues a mitad de faena el torero en mención se vino abajo
físicamente, necesitando ante el cuadro clínico que presentó que fuera
inmediatamente trasladado a la enfermería donde se planteó un cuadro de
lipotimia, dejando la corrida casi en su totalidad al espada venezolano Rafael
Orellana, quien hubo de despachar de estoque el primero de la función.
Vista
la situación, en el que hizo primero de su lote, variada fue la labor que
realizó, de capote y muleta, ante un ejemplar que midió terrenos. El espadazo
en lo alto ofreció el corte de una oreja. Con su segundo, mucho más centrado
estuvo, en labor completísima y de gran nivel, por ambas manos, llevando
templada la muleta a milímetros de los pitones de la res. El certero volapié
que cinceló labor dio pie a la concesión unánime de las dos orejas, mismos
premios que volvió a cortar en el que toreo por “Dinastía”, cerrando plaza, en
faena de mucho merito, ante lo complicado del toro por ambas manos, pidiendo el
carnet de torero placeado. Nuevamente con el acero fue un “cañón” para de esta
manera salir apoteósicamente en hombros de los costaleros, quienes le llevaron
en multitud hasta el hotel donde se hospedaba, incluyendo su vasta comitiva de
tovareños invitados, entre ellos el popular Anderson “Culo” Contreras, quienes
han sido testigos de una de las tardes más importantes para torero venezolano
alguno en plaza colombiana.
El
nivel ofrecido por Rafael Orellana no es más que una clara evidencia el porqué
es el líder del escalafón de matadores venezolanos en la actualidad además de
ser uno de los toreros indispensables para cualquier feria que se digne de
categoría en suelo nacional. Así lo atestigua el que desde ya este anunciado
para torear el próximo 26 de enero en el marco de la Feria de San Sebastián, y
más tarde en la Feria del Sol, entre algunas de las fechas ya confirmadas en su
agenda.
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