Un conflicto inédito hasta ahora
Redacción TAUROLOGIA.COM
Morante, El Juli, Manzanares, Perera y Talavante lo han podido decir más
alto, pero no más claro. Mientras que la
Empresa Pagés se responsabilice de la gestión de la Maestranza sevillana, no vuelven a pisar
aquel ruedo. Y se lo han mandado por
escrito, con toda formalidad, a la Junta de Gobierno de la Real
Maestranza, en cuyo tejado han situado
habilidosamente la cuestión. En este caso no se pide que hagan de árbitro: le plantean directamente que
elijan entre ellos Eduardo Canorea, porque
son incompatibles. Un conflicto que la ilustre Casa se encuentra encima
de la mesa como consecuencia de los
desatinos, sobre todo verbales, del gestor de la Empresa Pagés.
Las torpezas y los excesos verbales de Eduardo Canorea, gerente
de la empresa Pagés, han acabado por
provocar el grave conflicto. Después de las
manifestaciones del empresario la pasada semana, cinco figuras
esenciales para toda feria le han
plantado cara y de forma rotunda. Morante de la Puebla, El Juli, José Mª
Manzanares, Miguel A. Perera y Alejandro Talavante le han dicho rotundamente ¡basta!
Para que se abrigara duda alguna, el quinteto de figuras se han dirigido
por escrito a la Junta de Gobierno de la
Real Maestranza para manifestarle que no torearan en Sevilla en tanto la
gerencia de la plaza la continúe desarrollando la Empresa Pagés.
Obsérvese en lo que es mucho más que un matiz: no dicen Eduardo
Canorea, sino que se refieren a la
Empresa Pagés. O lo que es lo mismo: están diciendo que no les manden en el
oficio de “hombre bueno” a Ramón
Valencia, el segundo de a bordo.
En concreto, el comunicado conjunto dice lo siguiente:
El presente comunicado representa a los diestros José Antonio Morante de
la Puebla, Julián López El Juli, José
María Manzanares, Miguel Ángel Perera y
Alejandro Talavante. Comunican a la afición que no actuarán en la plaza
de la Real Maestranza de Sevilla bajo la
contratación de la empresa Pagés. La Junta de
Gobierno de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ya tiene
conocimiento de esta difícil decisión y
de sus razones, decisión que solo pretende que esta plaza recupere su identidad y se respete a los toreros
y a sus representantes.
Sin otro particular, les saludan atentamente:
José Antonio Morante de la Puebla
Julián López, El Juli
José María Manzanares
Miguel Ángel Perera
Alejandro Talavante
Esta es la respuesta a los desafortunadas manifestaciones de Canorea,
cuyas torpezas vienen de antiguo. En aquella rueda de prensa, después de que Ramón
Valencia hablara de su interés por contar en la feria sevillana con José
Tomas, Canorea no tuvo mayor ocurrencia que decir: "Si quiere venir, viene; pero si va a
cantar la canción ´Quiero la recaudación´, que se vaya al Senegal".
Antes Canorea no se había andado con miramientos a la hora de
criticar a las figuras. Y entre otras cosas vino a decir: “Los toreros no están por la labor, en lugar
de plantearse bajar sus honorarios suelen pedir más cada año”. Pero es
que con anterioridad tampoco se había andado con diplomacias: “¿Tú te crees que me puedo sentar seriamente
a hablar con los toreros si los que tengo delante son Juan Diego, El Fundi y
Gómez Escorial?” Y a continuación añadió: "No puedo llegar a un acuerdo con gente que no se juega nada ya. ¿Dónde
está Manzanares? ¿Dónde está Julián López, Morante, Talavante, Perera?".
Como llueve sobre mojado, ahora estas cinco figuras le han contestado de
manera rotunda. La verdad es que no se
entiende qué sentido tenía que Canorea menospreciara de esa forma el
papel de tres miembros de la Junta Directiva de la Unión de Toreros, como
tampoco parece lo más adecuado que arremetiera contra todos los sectores
taurinos, sin tocar, claro está, al empresariado, entre el que se dan no poco
abusos que son denunciables.
Un papelón para la Real
Maestranza
El conflicto provocado por Canorea en realidad acabará por ser
una fuerte andanada a la Junta de Gobierno de la Real Maestranza, en cuyo
tejado han situado habilidosamente los toreros la cuestión: los maestrantes
tienen que elegir entre mantener a la empresa Pagés o contar con ellos para la
feria. Una espinosa elección.
Como se sabe, la gestión de la plaza de la Maestranza la lleva desde
hace décadas la empresa que en su día fundara don Eduardo Pagés. Con el
correr de los años luego pasó a su yerno, Diodoro Canorea, y de éste a
su hijo Eduardo, que ya es la tercera generación al frente de esta
plaza, con el auxilio de Ramón Valencia, que ya ejercía de segundo en la
etapa anterior.
La empresa familiar ha pasado por muy diversa vicisitudes. Y así hay que
recordar como durante una serie de temporadas tuvieron que acudir al auxilio
primero de Manolo Chopera y luego de la Casa Balañá, antes el
desbordamiento económico. Pero las cuentas se recuperaron y de nuevo volvieron
a su carácter independiente. Incluso tuvieron sus veleidades con la Plaza de
Madrid, en unión de Martín Berrocal, en una etapa negra para Las Ventas.
Ahora se ven envueltos en un conflicto, cuyo resultado final es
imprevisible. Desde luego, si las cinco figuras --que son del todo
imprescindibles para el abono sevillano-- mantienen su ultimátum, la feria
resultaría taurinamente insostenible. Pero si la Real Maestranza desautoriza a Canorea
y trata de disolver el contrato de explotación, la situación no es mucho menos
dificultosa para la ilustre Corporación.
En cualquiera de los casos, a los maestrantes se les coloca en una
posición complicadísima, de las que no
se arreglan con simples comunicados. Todo lleva a pensar que el conflicto es grave y va en
serio. La solución, por ello, no podrá ser de una pura componenda. Si tener
arte ni parte, al final a los maestrantes les ha colocado entre la espada y la
pared. Bien parece que el papel de un "hombre bueno" va a cotizar al alza en las
próximas semanas.
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