domingo, 1 de septiembre de 2013

De nuevo Rafael Orellana con la única oreja

Faena cumbre malograda con la espada en Seboruco
No se baja del carro del triunfo Rafael Orellana, este domingo de nuevo en Seboruco. Foto: José León
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Ambientazo de feria y gran entrada de público la que se dio cita este domingo, en la población tachirense de Seboruco, en el marco de la primera corrida de sus ferias y fiestas, de la patrona de esta, como es Santa Rosa de Lima.

El cartel y la climatología invitaba ver toros en la pintoresca localidad, el cual se abarrotó de propios y extraños para ver en la Portátil Plaza de Toros (o lo que queda de ella) La Venezolana, el cual registró lleno de no hay billetes en la taquilla e incluso quedando gente con intenciones de entrar a lo alrededores.

Encierro de la familia Molina Colmenares, quienes presentaron reses con el hierro de Rancho Grande, el cual han lucido dispar presencia, algunos con seña de toros hechos y otros propios para una plaza de pueblo. Ello no quitaría importancia a lo hecho con ellos ante los engaños, pues en su conjunto lucieron nobles y se dejaron, destacando el que cerró plaza, al que incluso le pidieron indulto que acertadamente no procedió.

Antirreglamentariamente abrió plaza el novillero tachirense José Gómez “El Gato”, quien despachó con las propias condiciones del escaso rodaje su ejemplar, destacando su voluntad y deseos. Fue silenciado.

Marcos Peña “El Pino” destacaría en algunos pasajes por la mano diestra, con altibajos que calentaron el ambiente, pero el fallo con los aceros dejo en vuelta al ruedo su labor como premio. Por su parte Leonardo Rivera ha dejado pinceladas de su buen concepto y temple, por la diestra en especial, siendo ovacionado por los presentes el reiterado uso del acero al final en tímidas palmas dejo como balance su actuación.

Gregorio Torres “Maravilla” ha sido igualmente afortunado en saber aprovechar en todos los tercios al boyante ejemplar ranchero, despatarrado, un poco acelerado, pero lleno de entrega y ambición de triunfo. La espada poco acertada igualmente le dejo sin premio algunos, siendo ovacionado.

Pero lo grande del festejo vino en las mano nuevamente del tovareño Rafael Orellana, quien ha demostrado los galones del rodaje y firmeza delante de los pitones, en labor maciza y preñada de torería, en actuación inspirada que ha colocado unánimemente de acuerdo a todos los que le vieron in situ. Anda en buen momento el espigado torero de El Llano, pero lo que era un triunfo de apoteosis lo ha trucado por el mal uso del acero y el verduguillo en una oreja, que sabe a poco, para las birlerias que se jacto de dejar impresas Orellana.

Este próximo domingo nuevamente toros en esta población, en mano a mano ya definido, como será el agarrón que sostendrá el propio matador Rafael Orellana con el diestro de la tierra, el fornido coleta César Vanegas, con ganado aún por definir, que seguro agotara las entradas por ver en el ruedo a dos de los espadas venezolanos de mejor momento y sabio conocimiento de la lidia en la actualidad.

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