El matador colombiano, sustituto en los carteles de Cañaveralejo, habló con ‘sangre en el ojo’ por el trato que, dice, le han dado en la plaza de Cali. Torea el 27 y el 29.
César Polanía, Diario El País de Cali
No ha sido fácil este año para Luis Bolívar. Rompió con su apoderado Luis Álvarez; el sucesor, Juan Carlos Carreño, estuvo a punto de morir y eso afectó no solo el estado de ánimo del matador —porque son amigos—, sino sus contratos en la temporada española. Y como si faltara algo, tuvo una tensa relación con los directivos de Cañaveralejo, lo que le costó ser marginado, en un principio, de la feria caleña.
Hoy ha llegado a los carteles como sustituto del español José María Manzanares y actuará en la tarde del martes 27 de diciembre y en la noche del jueves 29, en el festival.
Pero Luis tiene todavía ‘sangre en el ojo’. Afirma que ha sido maltratado por los directivos de Cañaveralejo y que dio su brazo a torcer por el cariño que le tiene a la afición y la plaza de Cali. El matador colombiano habló con El País desde España sobre este año tan difícil que ha tenido.
- Luis, llega como sustituto a esta temporada de Cañaveralejo, luego de tener desacuerdos con los directivos de la plaza. ¿Cómo limaron las asperezas?
No es el acuerdo que hubiera deseado por una feria donde crecí, no me gusta que haya sido por la vía de la sustitución. La verdad es que lo hago más por mis paisanos, por la afición y por querer estar en mi feria. Voy a una sola tarde y al festival, es una pena, pero bueno, el 27 estaré vestido de luces.
- Las relaciones entre usted y los directivos de la plaza han estado tensas este año. ¿Qué tuvo que pasar para que llegaran a un acuerdo?
Asperezas siempre hay y más cuando uno cree que no ha sido bien tratado, que no se hace justicia con las temporadas que he hecho y los triunfos que he tenido en Cali. Como dice el dicho, ‘uno perdona, pero no olvida’. Por mí, no hubiera aceptado esta sustitución porque pienso que me he ganado un mejor trato. Acepto por la afición.
- La afición hubiera querido verlo más de una tarde y el festival. ¿No fue posible extender el contrato?
Yo quería las dos sustituciones de Manzanares, pero la junta directiva no lo quiso. La verdad es que me duele porque en toda la temporada colombiana estaré dos tardes en cada plaza, menos en mi ciudad, en mi feria, y ha habido mucha complicación para entrar, me duele eso. El trato que me han dado no ha sido el correcto.
- ¿No será que estas circunstancias hacen que usted venga con ‘sangre en el ojo’, como se dice, y le regale a la afición una tarde apoteósica este 27 de diciembre?
Cuando te has ganado las cosas en el ruedo y no te salen, te enfadas un poco. Todos los años uno va con muchas ganas, pero esto me motiva más para demostrar lo que soy, para que vean que lo que tienen en casa vale mucho y no hace falta salir de su ciudad para ir a buscar otras cosas. Una tarde es poco, pero vamos a darlo todo.
- ¿Cómo ha cambiado su vida taurina después del rompimiento con Luis Álvarez?
No pienso ni nombrar a mi antiguo apoderado, sólo quiero recordar lo positivo. Ha habido dificultades este año porque mi apoderado siguiente, Juan Carlos Carreño, sufrió un percance gravísimo, quedó casi tres meses en coma, por allá en marzo, y esta época es crucial porque se cierra la mayoría de contratos en la temporada española, y debido a eso me quedé un poco solo. Ha sido un año bastante duro, apenas he toreado 20 corridas en España y me ha tocado matar corridas duras. Esto te hace reflexionar muchísimo, te pasan muchas facturas. A lo mejor, si esto me pilla con 35 años, estaría bastante triste, pero me pilla con 26 años y vamos avanzando poco a poco, que es lo fundamental.
- Lamentable que después del rompimiento con Álvarez sufra este percance Carreño...
Sí, él sufrió un paro cardíaco, lo que llaman muerte súbita, eso fue el 11 de marzo, fecha en que se estaban cerrando las contrataciones de Madrid y las demás plazas. Estuvo en coma tres meses y me faltó su apoyo, desde luego; Juan Carlos es un amigo, además.
- ¿Se recuperó Juan Carlos Carreño, sigue siendo su apoderado?
Él comenzó un trabajo de rehabilitación, casi desde cero porque perdió muchas cosas, aunque ahora está bastante mejor y tiene que primero rescatar su vida personal, ha sido un milagro que Juan Carlos esté con nosotros. Ahora me apodera su hermano, Mateo Carreño, que es de la misma Casa Chopera. Pero bueno, esto te hace reflexionar, madurar y ver de verdad quién está a tu lado.
- ¿En qué otras plazas estará esta temporada en Colombia?
Voy dos tardes a Medellín, dos a Bogotá, dos a Manizales y a un pueblo de donde me llaman cada año, cerca de la capital, que se conoce como Tuta.
- Con esa respuesta toca volver al principio de esta conversación: ¿Por qué apenas una tarde en Cañaveralejo?
No me lo explico. Me cuesta trabajo ver una feria de Cali completada por toreros que no han hecho más ni menos, pero la ley del toro siempre ha dicho que el triunfador repite y tiene prioridad, y el año pasado me quedé con el trofeo de la mejor faena. Pero bueno, no quiero hacerme más sangre, ya lo hecho, hecho está, las circunstancias están y vuelvo y lo digo, perdono pero no olvido.
- ¿Cómo viene este Bolívar, qué torero veremos el 27?
Voy a poner las cosas en su sitio y a ganarme más la confianza de aquellos que no creen.
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