miércoles, 28 de diciembre de 2011

LV FERIA DE CALI 2011-2012 / TERCERA CORRIDA: Rotundo Bolívar, dramático Mora

Tras un año de ausencia, el caleño vuelve por la puerta grande. *** David Mora debuta con drama, y Solanilla emborrona con la espada. *** Desrazados los de Gutiérrez.
Luis Bolívar se llevó ayer en Cañaveralejo tres orejas, en tarde de triunfo cuestionable para el hierro de Don Miguel Gutiérrez.
JORGE ARTURO DÍAZ REYES

CALI (Colombia).- Corrida plena de incidencias. Provocación antitaurina, fea cogida de Mora, buen toreo de la terna, espadas inciertas, público alegre, un toro indultado, otro vivo tras tres avisos, medio encierro pitado, y el ganadero a hombros con el triunfador.

Fue un parto la contratación de Bolívar para su plaza este año. Excluido de la cartelería, solo la deserción a última hora de Manzanares le abrió campo. Y él, vino y se sacó el clavo con dos faenas incontestables, en las que únicamente la espada caída tras una ejecución impecable recibiendo, al primero, le privó del pleno de orejas. Pero con tres no más, dos de ellas simbólicas, abrió la Puerta de Cristales, misma por la que se había ido hace un año.

Aplomo, medida, pausa, lentitud, poder y buen gusto en el quehacer. Barroquismo en el capote, clasicismo en la muleta. Tanto con el apagado primero, al que tuvo que tuvo ponerle todo, como con el bravo y noble cuarto, un Gutiérrez de los buenos, de los que pelean sin fin, con son y con lealtad, que hubiese descubierto de inmediato cualquier tauromaquia endeble. Faena de clamor y chupacobres, faena de izquierda y derecha, faena de acople y fluidez, faena de torero maduro y toro de sueño.

Ambos a fondo, «Colillero» y él incendiaron la plaza, y lograron un indulto más para este hierro ahíto de ellos. Discutible, como todos, bueno, pero abrumadoramente mayoritario. Luis, emocionado y agradecido por este toro maravilloso, invitó al ganadero a compartir la puerta grande con él, pero la verdad es que el pobre juego de la mayoría del encierro no dio para tanto, tanto.

David Mora debutó, también como emergente, (de “Paquirri”). Llegó a responder por su vitola de revelación. La decisión era evidente, y la tauromaquia que avaló Madrid, sin reparo, pero su lote fue problemático. El mansurrón segundo le cazó en una revuelta y le pisoteó el cráneo dos veces noqueándolo y causándole convulsiones que aterrorizaron. Lo tuvo que matar Bolívar.

Salió de la enfermería con abrasiones en cara y cuello, y el traje rehecho a lidiar el quinto. Portagayola, verónicas mirando al tendido, quite ídem por chicuelinas. Toda una proclama. La gente con él, pero el manso noblote, no. Pasaba con una modorra que daba rabia. Caminaba en círculos, atontado, desganado, inofensivo, aburrido tras el trapo, como un sonámbulo. Mora le hizo la noria, y la noria, y la noria, para un lado y para el otro, interminablemente, hasta que paró. Media espada tendida, pinchazos repetidos, muerte tarda y un saludo. Poca premio a tanta ilusión y honradez.

Juan Solanilla se para bien, tiene finas maneras, repertorio, vocación de artista, entusiasma, convence a veces pero a la hora de cobrar, su espada no halla camino. Da pena. ¡Ay! si matara, dice uno. Se llevó lo peor, un simplón tercero y un áspero escarbador y mansurrón sexto. Al uno lo pinchó cinco veces y le oyó dos avisos, y al otro, tanto que se lo devolvieron vivo. Qué pesar, pues el toreo por sí solo no vale, hay que matar o no ser.

FICHA DEL FESTEJO
Martes, 27 de diciembre de 2011. CALI, Colombia. Plaza de Cañaveralejo. 3ª de feria. Tarde soleada. 30ºC. Tres cuartos de plaza.
Seis toros, de Ernesto Gutiérrez, diversos de presencia y juego, predominando la sosería. Indultado «Colillero», nº 177, de 496 kilos, negro. Pitados 2º, 3º y 6º
Luis Bolívar, oreja y dos orejas simbólicas.
David Mora, cogida y saludo en el único que mató.
Juan Solanilla, silencio y silencio tras tres avisos.
Incidencias: Luís Bolívar mató el 2º, tras cogida de David Mora. Saludaron James Peña y John Suasa tras parear al 2º. Al terminar el festejo, Luis Bolívar y el ganadero salieron a hombros por la puerta Señor de los Cristales.

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