En tarde fria y lluviosa en el Coliseo de Tovar
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
Las vaquillas que envió Don Luis Ortiz no fueron la mejor materia prima de lucimiento. Pero aun así, lo más importante se les vio desplegar en la arena del ruedo del Coliseo El Llano de la Sultana del Mocotíes. Cinco vacas saltaron al ruedo, y de todas ellas, a pesar de su mansedumbre y escaso juego en la muleta de parte de los matadores actuantes como de los mismo aspirantes a novilleros de la Escuela de Tovar presentes, se saca la voluntad y deseos de agradar de cada uno de ellos. Al final vale más la actitud que los hechos en un espectáculo de esta envergadura.
Así se puede resumir lo que fue la clase práctica que la tarde de ayer tuvo lugar en la arena del Coliseo El Llano de la ciudad de Tovar donde la presencia de los jóvenes toreros Gabriel González, Gedirsont Guillén, Reimer Arellano, Hugo Mendoza, Luis Márquez, Pedro Vergara, Marcos Velasco y Carlos Molina, fue factor primordial para que presentaran examen de curso ante la escasa pero entendida afición tovareña que se dio cita en la lluviosa y fría tarde.
Para ser sinceros, ninguna de las cinco vacas que presentó Don Luis Ortiz pasó el examen que supone un tentadero, pues su mansedumbre en el caballo fue elemento primordial para ello. Pero ante los engaños de los matadores de toros Gonzalo de Gregorio, Rafael Orellana y Eduardo Valenzuela, estas fueron elemento primordial para que la camada de espadas actuantes le sacara provecho a sus aviesas intenciones, tras haber pasado el día anterior en la plaza de toros de Mérida, lo que ya nos puede decir del nivel de toreabilidad que nos ofrecerían en los engaños.
Lo importante de todo esto es que se puede sacar la nota positiva de ver delante de los pitones a la futura generación de relevo en el toreo tovareño. Para ello va tener que transcurrir varios cursos para comenzar a ver los primeros productos de este esfuerzos que tanto Rafael Orellana como el Lic. José Ballesteros están haciendo en bien de mantener viva la fiesta brava en la Sultana del Mocotíes.
UNA SOLA OREJA EN LA MONUMENTAL DE MÉRIDA
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| Gabriel Vivas, al final, triunfador de la IV novillada de promoción de la Escuela Taurina “Humberto Álvarez” de la ciudad de Mérida. Foto:www.venezueladeferia.com |
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La sexteta de noveles de espadas actuantes la tarde de ayer en la Monumental “Román Eduardo Sandia” de Mérida. Foto:www.venezueladeferia.com |
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Y precisamente un alumno de la Escuela Taurina de Tovar, Gabriel Vivas, sería el triunfador de la IV Novillada de la Escuela Taurina “Humberto Álvarez” de la ciudad de Mérida, donde para tal efecto se lidiaron erales de la nobilísima vacada de Campo Pequeño.
Abrió plaza uno de los más aventajados alumnos de la escuela merideña, como lo es Carlos Sulbarán, quien ante el que abrió plaza solo pudo mostrar cierto grado de oficio, lo que le limitó de florituras al pechar con un manso ejemplar donde compartió tercio de rehiletes al lado de Francisco “Chico” Paredes, de lo más destacado de su labor.
Por su parte José Antonio Salas, sorteó el peor ejemplar del clan Rodríguez Jáuregui – Manfredi Lopez, donde su mansedumbre y celo por el “bulto” hizo que el primogenito del otrora novillero y actual aficionado practivo emeritense Leonardo Salas, no tuviera opcion a lucimiento.
“Chico” Paredes pasaportó con más voluntad que eficacia al tercero, ejemplar al que pasó en lucido recibo de capa, al que luego en la muleta se diluyó entre la mansedumbre del ejemplar y las aún por consolidar condiciones del novillero emeritense.
David Osorio ha pasado un quinario con otro de los ejemplares del clan Rodríguez Jáuregui – Manfredi Lopez. Tras larga de rodilla en el tercio solo esto fue lo mejor, pues en la muleta el “regalito” desarrolló genio y aspereza por ambos pitones que hicieron que su pasaporte al destazadero fuera un milagro que hizo realidad tras una estocada y un descabello, saludando desde el tercio.
Se presentaba en esta plaza el merideño Jesús Guevara, a quien tanto a él como su padre "estan metiendo en la muleta", dejando en evidencia quien se vistió de luces que aún le falta muchas “tablas” por recorrer. Varias fueron las volteretas que se llevó el pupilo del aspirante gobernador del estado Mérida, quien decidido y con ganas se le observó faltó de rodaje y técnica de la que debería ostentar quien se considere presentarse en el máximo coso emeritense. Tras varios fallos con la espada, escucho los tres avisos y se le silenció.
Y salvaría la fría y anodina tarde un alumno de la escuela de Tovar, Gabriel Vivas, quien ha dejado grata impresión, pues en su manejo por verónicas así como en la muleta, ha dejado evidente que tiene, por lo menos la lección aprendida. Temple y estética se palparon en cada una de las series, en especial por la zurda, el que tras dejar una estocada trasera le valió el corte de una oreja, que le valió que lidiará el séptimo de la función, donde al igual que en su anterior se mostró solvente y enterado de lo que es la lidia y sus objetivos cuando se cumple cabalmente. Aún así, deja la puerta abierta para que de nuevo la “gente” de Mérida le convoque de nuevo en próxima cita.
SUSPENDEN ENCERRONA EN SAN CRISTÓBAL
Lamentablemente en la ciudad de San Cristóbal no tuvo lugar la encerrona “en solitario” del espada local Jesús Enrique Colombo, pues la lluvia se hizo presente justo al comenzar el festejo.
Aún no se ha afirmado si para tal efecto queda totalmente suspendido dicho festejo, o en su defecto queda pendiente para otra fecha, el cual anunciarían.
“EL RUBÍ” CORTA LOS MÁXIMOS TROFEOS EN EL QUE CIERRA PLAZA
Manuel Medina “El Rubí” ha celebrado sus 25 años de alternativa, y lo ha hecho en la población de Cagua, donde este domingo ha cortado los máximos trofeos del que cerraba plaza, cartel al lado del jinete Francisco Javier Rodríguez, quien ha cortado dos orejas.
Se han lidiado toros de Tarapío, discretos de presencia, y lleno en los tendidos, donde el resultado artístico fue el siguiente:
Francisco Javier Rodríguez: dos orejas.
Manuel Medina “El Rubi”: silencio, silencio y dos orejas y rabo. / AFP
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