jueves, 28 de octubre de 2021

LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL - El Gobierno abre oficialmente la puerta a prohibir la retransmisión de corridas de toros en televisión

La aprobación de esta ley, que en principio no afecta a la tauromaquia pero una pequeña modificación podría terminar con ella, supondría un grave perjuicio no sólo para los aficionados, sino para las audiencias de las cadenas autonómicas que tienen gran parte de temática taurina.
Las zancadillas al toreo no cesan por parte del Gobierno a pesar de ser una actividad protegida por la Ley 18/2013 de Protección y Fomento de la tauromaquia como actividad cultural. Si a inicios de octubre se conocía que el Ministerio de Cultura excluía a la tauromaquia del bono de 400 euros para los jóvenes que cumplirán 18 años en 2022 -decisión a la que se enfrentaban incluso voces del propio PSOE como García-Page-, días más tarde se publicó el anteproyecto de la Ley de Protección y Derechos de los Animales, puesto en marcha por la Dirección General de Derechos Animales que dirige Sergio García Torres. Y, en éste, aunque un punto afirma no afectar a la tauromaquia, abre oficialmente la puerta a la prohibición de ofrecer corridas de toros y novilladas por televisión de modificarse ese punto 3 de su Título preliminar en años futuros.
 
El título IV de este anteproyecto lleva por nombre Empleo de animales en actividades culturales y festivas. En él se recogen una serie de prohibiciones que pondrá en marcha esta ley que, de aplicarse en unos años a la tauromaquia con la citada pequeña modificación, supondría un grave perjuicio no sólo para los aficionados a los toros, sino para las audiencias de las cadenas autonómicas que tienen gran parte de temática taurina en sus programas y retransmisiones. Esto reza expresamente el citado título:
 
1. La filmación de escenas con animales para cine o televisión u otros medios audiovisuales y las sesiones fotográficas con fines publicitarios que conlleven escenas en las que se refleje crueldad, maltrato, sufrimiento o muerte de los mismos, deberá realizarse, en todos los casos, de forma simulada, no pudiendo suponer situaciones de estrés extremo ni de esfuerzo físico desmedido para los animales.
 
2. La filmación de este tipo de escenas requerirá la autorización previa del órgano competente de la comunidad autónoma.
 
3. En la exhibición de dichas filmaciones deberá hacerse constar expresamente que las escenas a que hace referencia el presente artículo son simuladas, sin que se haya causado daño o sufrimiento alguno a los animales.
 
Por tanto, aunque en el tercer punto de las Disposiciones Generales se afirma que en un primer momento este anteproyecto no afecta a la tauromaquia, con tan sólo una pequeña modificación futura, el toreo podría verse afectado de lleno, y la derogación de ese punto 3 de su Título preliminar supondría la eliminación completa de esta actividad.
 
Una zancadilla a las cinco cadenas autonómicas que retransmiten festejos
 
Esto es, sin duda, una zancadilla a las cinco cadenas autonómicas que retransmiten corridas de toros con asiduidad. Comenzando con la más ‘potente’ en lo taurino, Castilla-La Mancha Media, que ofrece en sus pantallas una media de ochenta festejos en directo cada temporada y alcanza récords de audiencia. Canal Sur y Telemadrid son las dos autonómicas que siguen a la castellano manchega en número de retransmisiones, alcanzando en muchos casos un 20% de share los fines de semana gracias a la tauromaquia. Todo ello sin olvidar programas míticos de la televisión con temática taurina, como Tendido Cero, Toros para Todos, Tiempo de toros, Tierra de Toros, Grana y Oro…
 
Castilla y León Televisión y Extremadura Televisión también retransmiten festejos taurinos, aunque no con tanta periodicidad como las citadas cadenas televisivas autonómicas. Por supuesto, y aunque sea un canal privado, Toros de Movistar también se vería afectado por la aplicación de esta medida si finalmente se aprueba el anteproyecto de ley.
 
El tercio de varas, también en jaque con esta nueva ley
 
Por otro lado, este anteproyecto de ley pone en jaque a la lidia actual, en concreto del tercio de varas. Algunas líneas recogen que «quedará prohibido el uso de los animales en espectáculos o actividades que puedan ocasionarles sufrimiento». Asimismo, se prevé vetar la utilización impropia de los animales; se prohíbe «someterlos a trabajos inadecuados o excesivos en tiempo o intensidad respecto a sus características y estado de salud».
 
El anteproyecto cita dos ejemplos directos: el uso de animales de forma ambulante como reclamo, y ejercer la mendicidad valiéndose de ellos. Aunque nada dice del uso de caballos para la lidia de toros, la aplicación de esta Ley a futuro podría comprometer -y mucho- la lidia actual tal y como la conocemos. La exposición pública del anteproyecto de esta ley acabó el jueves 21 de octubre.
 
Los ganaderos y la Fundación Toro de Lidia ya han arremetido contra este anteproyecto de ley
 
La Unión de Criadores de Toros de Lidia ha arremetido duramente contra este anteproyecto con estas palabras de su presidente, Antonio Bañuelos, a Cultoro: «Es una vez más una imposición ideologizada de una forma de vida. Es obvio que estamos ante una ley propia del discurso del mascotismo radical que nada tiene que ver con la conservación de nuestro campo y del cuidado de los animales que practicamos a diario los ganaderos».
 
Por su parte, el portavoz de la Fundación Toro de Lidia, Chapu Apaolaza, señala en declaraciones a Cultoro que esta Ley «pone de manifiesto el marco de pensamiento del animalismo». Alguna de las partes del borrador busca la equiparación entre el ser humano y el animal, «y eso es grave: pone en cuestión no solamente la tauromaquia, sino toda nuestra relación con los animales«. Es, en palabras de Apaolaza, «el ecologismo mal entendido como animalismo, que no defiende los intereses de la ecología, sino que lo que pretende es no es sólo terminar con el toro sino nuestra forma de vida», expone. «Es un ataque directo al corazón del mundo rural», añade el portavoz de la FTL.
 
«A quien ataca y a quien terminarán atacando es a otros muchos colectivos. Siempre hemos intentado transmitir a la sociedad que la tauromaquia es una meta volante de una lucha que pretende terminar con ganaderos, lecheros, queseros, industria del cuero, ganaderos de carne y todo lo que está alrededor, con la gastronomía y con todo nuestro mundo rural», advierte Apaolaza.
 
«Cuando se habla en la ley de las obligaciones que debe tener el dueño de un perro, está bien avanzar en ese aspecto, pero estamos en una sociedad en la que no va a haber una legislación, en cambio, sobre cuándo tenemos que sacar al abuelo al parque o cuántas veces tenemos que sacar y atender a nuestros mayores», concluye. / www.cultoro.com

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