JAVIER LÓPEZ PÉREZ
El primer torero de la historia nacido en África, Ricardo
Chibanga, falleció este martes a los 76 años en su domicilio de Golegá
(Portugal) a causa de las complicaciones de salud provocadas por un ictus
sufrido hace unas semanas, informaron a Efe fuentes allegadas al diestro
mozambiqueño.
El cuarto de siete hermanos, Chibanga nació en Lourenço
Marques (la actual Maputo, capital de Mozambique), el 8 de noviembre de 1947 en
el seno de una familia muy humilde. Por aquel entonces, la capital mozambiqueña
disponía de una plaza de toros y una notable afición gracias a la influencia
portuguesa, y Chibanga solía ir de niño a repartir carteles de los festejos que
allí se celebraban.
Pronto despertaría en él la vocación taurina, y, gracias a
la cantidad de veces que jugaba al toro en las calles de su ciudad natal, el
taurino portugués Manolo dos Santos se fijó en él y a muy temprana edad empezó
a anunciarle en la parte seria de un espectáculo cómico taurino.
De ahí dio el salto a Portugal, donde ingresó en la escuela
taurina de Golegá para formarse en una profesión en la que llegó a torear más
de 70 ocasiones en novilladas a finales de los años 60, incluyendo las plazas
principales del país, como Villafranca de Xiles, Santarem o Campo Pequenho, en
Lisboa.
Sus aptitudes y buenas formas hicieron que el apoderado
español Manuel Carneiro decidiera apoderarle y llevarle a España, concretamente
a Sevilla, donde entrenaba con otros jóvenes que también soñaban con llegar a
lo más alto como Rafael Torres o Paco Camino.
En 1970 tomó parte en cerca de 60 novilladas por toda
España, anunciado ya como "El Africano", hasta que en 1971 tomara la
alternativa, en Sevilla, de manos de Antonio Bienvenida y en presencia de su
amigo Rafael Torres, en una tarde en la que Chibanga causó sensación y cortó
una oreja. Desde aquella tarde triunfal Chibanga recorrió prácticamente todas
las plazas del panorama nacional, logrando, incluso, muy buenos registros en la
taquilla, pues en aquella época sorprendía mucho ver a un torero vestido de
luces proveniente de África y, además, siendo de raza negra.
Llegó a confirmar alternativa en Las Ventas, toreó varias
veces más en su tierra de acogida, Sevilla, algunas de ellas anunciado con el
ídolo del afición hispalense, Curro Romero; siguió triunfando en Portugal,
probó suerte en Sudamérica y llegó a cumplir su sueño de torear en la plaza de
su Mozambique natal, en julio de 1973, una corrida que fue todo un
acontecimiento nacional.
Pero un año después, una grave enfermedad en la vista le
obligó a retirarse de los ruedos, toreando su última corrida en la colonia
portuguesa de Macao, en China. Desde entonces su vinculación con el mundo del
toro prosiguió en labores de empresario. / EFE
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