En el horizonte mantener la cita tovareña y otras en delicado trance.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
El panorama taurino venezolano luce desolador, a pesar que
se hace el esfuerzo por mantenerse tertulias y ambiente entre aficionados, en
especial sobre lo que está sucediendo por ruedos españoles y mexicanos
especialmente, el rodaje de nuestros escasos toreros nacionales que están
abriéndose paso por ruedos allende, la situación de nuestras ferias de cara a
futuro, o uno u otro hecho excepcional. Poco más se habla o se comenta,
esperando mejores momentos.
La situación no es fácil, luego del duro mazazo que supuso
la suspensión de la temporada taurina de la pasada Feria del Sol, lo deparado y
visto en el ruedo de Pueblo Nuevo, en la cual los números a los Colombo no
salieron lo esperado, y donde de cuajo se cortaría ilusiones y expectativas de
toreros nacionales que se jugaban se puede decir el futuro. Ni que decir de la
ausencia de ruedos fundamentales no hace mucho como Maracay, Maracaibo,
Valencia, el recordado Nuevo Circo de Caracas, Valle la Pascua, San Felipe, por
mencionar las que constituían el grueso de la campaña.
A todas estas, poco menos de dos semanas atrás, por predios
tovareños estuvo gente de la Empresa Taurina J.S.A. Productions, que en pocas
palabras se resume a las personas del grandeliga retirado Johan Santana, su
hermano Franklin, y el asesor taurino de estos, Luis Miguel Valencia. Junto a
ellos una muy secreta y reducida lista de íntimos acompañaría a estos, todo
bajo el más profundo hermetismo. Ellos han estado tanteando lo que pudiera ser
la temporada taurina tovareña para septiembre próximo, tal y como se encuentra
el panorama del país, donde literalmente conseguimos una nación semi-paralizada
o a la expectativa del día a día.
Es la cita tovareña en honor a la Virgen de Regla una de las
citas con mayor tradición del calendario taurino nacional, y de las pocas que
se puede decir que se ha mantenido con el pasar de estos últimos duros años
para el toreo nacional inalterable su esquema y reputación. De ello
precisamente los Santanas se han encargado por “echar adelante” sin importar
los costos económicos que eso implica, la cita, sobre todo el año pasado cuando se estrenarían como empresarios, donde
literalmente apostaron fuerte por dejar muy en alto lo que implica el esfuerzo
de organizar fiesta brava en estos momentos, donde se puede decir que la
mayoría de “empresarios” que tenemos o contamos no garantizan solvencia
económica ni moral, ni mucho menos taurina, para llevar a buen puerto una
responsabilidad de tal magnitud como la que implica llevar una plaza de toros y
fundamentalmente convocar afición y publico a las arenas bravas de nuestro
país.
Sobre este hecho de Johan y Franklin haber tanteado el
panorama taurino de cara a poco menos de cinco meses, se han encontrado con un
desolador panorama. En breve y somero repaso que han hecho a la cabaña brava
actual, han palpado a pie de campo que las pocas divisas que últimamente
estaban lidiando no aseguran encierros con el mínimo trapío para llegar a una
plaza de la categoría de la de Tovar, que tampoco es mucho, si nos atenemos a
lo visto en los últimos años, donde se registra un promedio de peso que no
llega incluso a lo mínimo exigido reglamentariamente, eso sí, abusándose en
exceso del “serrucho” para hacerlo aun más evidente el delito.
Preocupante este elemento pues sin el elemento principal en
esta fiesta como es el toro, poco se puede adelantar o augurar. Si falta el
“rey de la fiesta” en su mínimo exigido -y eso sin ser muy severos en
exigencias- es grave el momento que atravesamos, donde sabemos de muchas ganaderías
que se han visto obligadas a mandar al matadero utreros, erales, y vaquillas,
para saldar cuentas y deudas de lo que implica la manutención y alimentación de
un animal costosísimo para llevar a su lidia en el ruedo. Y lo peor es que la
solución de buscar fuera de nuestras fronteras tampoco solventa el trance a
razón de los costos y trámites engorrosos que implica.
Lo cierto del caso que en los próximos días serán
determinantes para lo que pudiera ser el devenir de la cita 2019 de la feria
tovareña. Incluso, no es descabellado que, si no haya garantías del elemento
toro para cubrir solventemente los carteles de la cita ferial que debiera de
ser prioridad, primeramente, así como a nivel social y económico del país, se
vea condicionada su realización. Será el tiempo fiel testigo de todo ello.
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