La
corrida de Hermanos García Jiménez en la segunda de feria no estuvo a la altura
de la fama que la precedía.
Kike
Rosales
@Kikefutbol
Una vieja historia nos cuenta que a un reino
llegaron unos sastres a ofrecerle una tela al emperador, según ellos no la
podrían ver los mentirosos, así el descubriría a los que lo engañaban; por ello
el emperador no la vio, pero para no quedar como un mentiroso ante los
estafadores vestidos de sastre les vio colores brillantes; llamó a sus edecanes
y militares y todos hablaban de la textura y suavidad las cuales no existían;
total la idea no solo era no quedar como mentirosos, también el asunto del
trabajo y la vida dependía de la inexistente tela, había que hacerlo; pues de
lo contario al decir que no la veían serían colgados, por el delito de mentir…
En la tarde del 29 en Pueblo Nuevo salió la
corrida de los Hermanos García Jiménez, precedida con una fama ganada con
tardes de triunfo en los ruedos donde se ha presentado; es considerada una de
las más apetecidas por las figuras del toreo; algo que se ha ganado con tesón,
la ganadería pertenece a la familia Matilla, quienes para muchos tienen el
actual “imperio” del toreo, son apoderados, empresarios…y también ganaderos.
Pero la coincidencia con la vieja historia es que
parecía que la tela que solo verían los mentirosos apareció en el ruedo, una
corrida mal presentada sin estar a la altura de su bien ganada fama.
El emperador de la historia salió hacer un desfile
“empeloto”, supuestamente vestido de lujo, todo el pueblo comentaba lo bien
“que se veía la tela”, hasta que un niño salió y gritó a todo pulmón, “¡El
emperador está desnudo!” Por cierto; el niño no fue a la plaza…
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