jueves, 8 de enero de 2015

DESDE EL BARRIO: Empieza el viejo baile

PACO AGUADO

Mañana mismo, una vez que hayan pasado los Reyes  Magos, el toreo se pone a trabajar en España. Como es  también tradición. Mañana, pues, arrancará el viejo baile  de la elaboración de las primeras ferias, el movimiento de  piezas, el juego de intereses que definirá las modas y los  modos de una temporada del 2015 que, de antemano, ya  habría que definir como crítica.

La pausa de las "canales" del otoño y de los primeros días  del invierno sirvió para que los más adelantados  comenzaran ya a tomar posiciones: cambios de  apoderamiento, adjudicaciones de plazas, alianzas más o  menos contra natura… Pero será a partir de mañana  cuando empiece a andar la monótona, rutinaria y  herrumbrosa maquinaria del negocio taurino, con las  mismas pautas que hace décadas mantienen al  espectáculo anclado todavía en el siglo XX.

Sin apenas empresarios independientes, ahuyentados y  defenestrados por el propio sistema oligopólico, que sean  capaces de alterar los ritmos circadianos de este viejo  dinosaurio estructural, las grandes empresas y sus fieles  servidores volverán a manejarse en los despachos y los  cercados con la misma desafección y desgana, con  mínimo esfuerzo y nula imaginación, para elaborar los  repetitivos carteles de las ferias.

Ya en la calle los nombres de los que pasarán por la nave  de frío de Valdemorillo y avanzados, para confirmar todas  las sospechas, algunos de los que irán a la Magdalena de  Castellón, la intriga de estos meses será comprobar quién  de los cinco del G-5 va a ser el que no pise la Maestranza  allá por el mes de abril.

Con Manzanares colocado ya en los carteles desde el  mismo momento en que se negó a aparecer en los del año  pasado, los insospechados cambios de apoderamiento de  El Juli y Talavante parecen indicar que serán ellos los  siguientes en confirmar su presencia en Sevilla junto a  Morante de la Puebla, amparados sevillano y extremeño  con el blindaje mexicano.

Y, mientras tanto, Perera se mantiene terca y  honrosamente en sus trece de la independencia absoluta,  en lo que puede ser precisamente un handicap frente a  esos dos cuñados cuyas disculpas a los ofendidos  parecen haber venido forzadas por la pérdida de ingresos  de los maestrantes más que por su propia voluntad.

Pero antes de resolver el dilema sevillano conoceremos  las combinaciones de Fallas, en los que el renovado  Simón Casas habrá de echar el resto para no caer  también en la rutina de los mismos puestos para los  mismos toreros en los mismos días. A su disposición tiene  este año una amplia baraja de nombres con interés, pero  poco habituales, para que en Valencia, igual que le puede  pasar a Cutiño en Olivenza, los maquetadores no vuelvan a  limitarse al corta y pega cuando haya que imprimir los  carteles.

A todo esto, de Madrid nada se sabe. Con el ruedo  ocupado por una gran carpa de espectáculos, suponemos  que muy rentable para la empresa, no hay constancia de  actividad alguna en sus despachos, salvo el acuerdo para  la aventurada actuación en solitario, a mediados de marzo,  de Iván Fandiño con toros de seis hierros de los "duros".

Pero, tal y como están las cosas, sería deseable que los  veedores de Taurodelta ya tuvieran reseñados cinco o seis  novilladas, bonitas y de garantías, para que se antes de  San Isidro se enfrentaran con ellas esa docena larga de  novilleros que han vuelto a despertar la ilusión.

Aparte de una medida inteligente como apuesta de futuro,  ese sería el mejor regalo de Reyes para unos aficionados  hastiados de tanta rutina, el impulso que abriría las  ventanas para refrescar el viciado ambiente de este  decadente salón de baile donde no sólo se siguen viendo  las mismas caras, y con más arrugas, sino al que incluso  vuelven quienes ya hace tiempo que lo abandonaron sin  gloria.

Claro que no se le puede pedir imaginación, la que se  necesita para afrontar la que será una de las temporadas  más críticas para el toreo en los últimos cincuenta años, a  quien sólo piensa en salvar sus propios muebles del naufragio.

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