Ante
lote de astados de Hugo Domingo Molina mansurrones y descastados
Triunfo
para el debutante diestro tras el corte de par de orejas al toro que cerró
función, mientras que una cercenó el igualmente debutante Arturo Saldívar.
RUBEN DARIO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: José
León
Si nos atenemos al juego en conjunto que
ofrecieron los toros de las vacadas de La Consolación y Rancho Grande, la podemos
definir como una corrida de escaso contenido a resaltar. Pero ante sí, contaron
trió de toreros que supo sacarle partido a las escasas rendijas de lucimiento
que permitieron. Tanto Saldívar como Valencia, ambos debutantes en el ruedo
emeritense sacaron a flote el plus de ambición y garra para sobreponerse a las
complicaciones y limitaciones de los toros del Lic. Hugo Domingo Molina.
Un mansurrón aquerencia el astado que pechó el rejoneador Francisco Javier Rodríguez. |
Abrió plaza el rejoneador yaracuyano Francisco
Javier Rodríguez, quien pecharía con un ejemplar de Campolargo manso y
aquerenciado desde su misma salida de toriles. Con dicho burel, el mencionado
jinete hizo el esfuerzo en encelar a las grupas de sus cabalgaduras los mansurrones
arreones que se prodigo el astado. Un solo rejón de castigo colocaría para
luego en banderillas clavar banderillas y cortas con meticulosidad no exenta de
exceso de capa por parte de su peón de brega. Importante intervención del
matador sobresaliente Rafael Martínez en toreo por verónicas con enjundia. Tras
fallar en reiteradas ocasiones con el rejón de muerte y tener que Martínez
intervenir para despacharlo, se le silenciaría tras dos recados presidenciales,
aguantando el tercero el palco presidencial al extremo.
Leonardo Benítez a pesar del esfuerzo no pudo sumar nuevo triunfo en este ruedo, a la espera este lunes de mejor suerte. |
En lidia ordinaria Leonardo Benítez no del todo
estuvo a gusto a lo largo de la tarde. Su primero del lote fue un animal el
cual el veterano espada pasó por ambos pitones haciendo gala de su repertorio característico,
pero la desrazada condición del astado, llevando siempre la cara por las nubes,
sin entregarse, y rajándose ostensiblemente, hizo que su trasteo no calara en
el ánimo de los presentes. Tras pinchazo hondo, y estocada caída, se le
silenció.
Similares fueron los palos por las que transcurrió
su labor ante el que hizo quinto, otro mansurrón que protestaba al tomar el
engaño, contando con la veteranía de Benítez en sacarle partido más de lo que
se intuía. Meritoria la serie por la mano diestra al comienzo de faena que marcó
punto de inflexión a su labor. Los tres cuartos de espada que dejaría tendidos
y traseros, además de varios descabellos, le hicieron saludar desde el tercio tras
aviso.
Indudablemente el mexicano Arturo Saldívar ha dejado listón alto tras su importante debut ayer en la Feria del Sol, cortando una oreja de meritorio peso. |
Impactó la serenidad y desparpajo del mexicano
debutante Arturo Saldívar. Solvencia y variedad en la capa, así como una
firmeza a prueba de bombas con la muleta, su labor frente al tercero marcó tarjeta
de presentación a tomar en cuenta, pasándose los pitones ceñidísimo a su
cintura, enroscándose la embestida del rajado ejemplar de La Consolación, a tal
punto que el criterio de quienes le vimos fue unánime. El temple y en especial
la firmeza de pies, hizo que tras el espadazo ligeramente trasero, se le
premiara con el corte de la merecida oreja que paseó.
Su segundo, otro mansote y flojo ejemplar de
Rancho Grande, vimos a un Saldívar más técnico, más sutil en el trazo del
muletazo, a diestra y siniestra, para de esta forma meter en vereda la
embestida del astado, quien agradecido al trato embistió hasta donde su escaso
fondo de casta le permitió. A recordar el garboso quite por lopecinas que
posterior al puyacito que propinó, ejecutó en los medios. La espada no le daría
opción a sumar la que pudo haber sido la oreja de apertura a la Puerta Grande
tras dejar espadazo bajo, que al final le dejaron en palmas su labor.
Vistoso toreo de capa por verónicas las dejadas en la retina por el triunfador de la tarde de ayer, César Valencia. |
Otro debutante en la tarde fue el carabobeño César
Valencia, quien en su primero no se dio coba en explayarse ante el flojísimo
astado que pechó, animal que así mismo desarrollaría complicaciones y aviesas
intenciones, para ser silenciado.
Pero ante el que cerró plaza, y ante el toro de
mejor condición de la función, otro César Valencia se vio, desplegando un toreo
de profundo mensaje, sacando partido al fondo de nobleza y recorrido de
«Jardinero» de Rancho Grande, el cual entendió a la perfección, dejándole la
muleta en la cara y exprimiéndole al máximo en los medios, pulseándole una
embestida no fácil y sí exigente en firmeza y entrega. El volapié con la que se
fue tras el acero, de manera fulminante mandaría a las mulillas al ejemplar, y
con ello desatar la pañolada que no tuvo opción el palco presidencial que acceder
a la concesión de las dos orejas, aun cuando con una sola era más que suficiente,
que no quita el merito y enorme momento que se vislumbra en un torero que suma
su segunda salida en hombros, tras su doctorado hace poco menos de par de
semanas.
Variedad capotera la del azteca Saldívar, saludando por faroles de rodillas, quitando por chicuelinas y en especial con garbosas lopecinas. |
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de
Toros de Mérida. Viernes 13 de febrero de 2015.
Menos de
media plaza (aproximadamente 6500 personas).
Toros de La
Consolación (2º), (3º) y (4º), Rancho Grande (5º), (6º) y (7º), y para rejones
Campolargo (1º), en su conjunto justos de presencia, escurridos de carnes
algunos, con el elemento común de la falta de casta y raza, así mismo limitadas
fuerzas.
Pesos: 430,
460, 435, 431, 440, 437 y 456
Francisco
Javier Rodríguez: silencio tras dos avisos.
Leonardo Benítez:
silencio y saludos desde el tercio tras aviso.
Arturo Saldívar:
oreja y palmas.
César
Valencia: palmas y dos orejas.
Incidencias:
En banderillas destacaron Fabián Ramírez y José Antequera, y en la brega Javier
Fuentes y Mauro David Pereira.
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