Víctima de una insuficiencia renal crónica
RUBEN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Ha sido la voz taurina de las narraciones taurinas
de Colombia. Más de cuarenta y cinco años al frente a las retransmisiones más
importantes del hermano país, ya sea por Todelar en sus comienzos, luego en
Caracol –su etapa de mayor esplendor- y los últimos años en Radio Cadena Nacional
(RCN) al lado de su hermano Julián, ese fue Iván Parra Díaz, “Parrita” como se
le conocía en el medio taurino, quien lamentablemente este sábado perdía su
lucha tenaz y estoica contra una insuficiencia renal crónica en diálisis, que
tuvo su antecedente en su diabetes diagnosticada más de dos décadas atrás, y
que de alguna u otra manera nos llevan la que ha sido la VOZ TAURINA DE COLOMBIA.
Fue un relator taurino polifuncional extraordinario
en toda la extensión de la palabra. Así como te hablaba con un léxico y
seguridad soberbia de toros, producto de su amplio conocimiento de la historia
y técnica del toreo –fue novillero a inicios de los ’70- se debatía con empatía
en entrevistas, conducción de programas ya sea en radio, televisión e incluso
en la prensa escrita. Era abogado de profesión pero su sello de identidad fue
la locución. Un hombre con una cultura amplia que se adornaba con un exquisito
timbre de voz que hacía de sus narraciones taurinas y programas variados, un
recital al buen hablar.
Nacido en la localidad de Armenia, capital del
departamento del Quindío hace 64 años, fueron millones los taurinos y
aficionados que nos “enganchamos” a sus retransmisiones, en especial a finales
de los década de los ’80 y toda la década de los ’90 cuando las ferias de Cali
y Manizales vivieron su mayor esplendor.
Tal y como señala el portal del Diario de Quindío,
"llegó a la radio gracias a su devoción por la fiesta brava donde se
vistió de luces y los primeros lances le hicieron recapacitar que era más
beneficioso para él, ver los toros desde las barreras, compartiendo las
emociones de la tauromaquia a través de los micrófonos, oficio que desempeña
con propiedad y autoridad".
Después de haber tomado la alternativa de relator taurino,
al lado del comentarista peruano Paco Luna y de Eduardo de Vengoechea en
Todelar, se proyectó de la mano de Óscar Rentería Jiménez en el Grupo Radial
Colombiano y más tarde en Caracol Radio donde hizo el curso completo de
periodista integral, reportero, conductor de magazines y narrador taurino. Fue precisamente
en Caracol su época de mayor presencia y actividad no solamente en las ferias
taurinas colombianas, dirigiendo espacios como La Ventana, Hola
Buenos Días y Pase la Tarde.
Sus históricas retransmisiones cruzaron fronteras y desde España en la
temporada de 19991 y 1992 transmitió para toda Colombia la gesta de César
Rincón en Las Ventas. Pasó por la televisión con éxito y tanto su prodigiosa
memoria, su amplia cultura general, su inteligencia y su cálido tono de voz lo hicieron un
maestro de la locución nacional.
EL IVÁN PARRA QUE CONOCÍ
Este servidor tuvo la ocasión de compartir micrófonos,
lo que sin duda alguna marcaría una gran lección. Fue en la Feria del Sol 2000,
cuando volvería a pisar tierras emeritenses, traído por el recordado narrador
de futbol merideño Noel Pabón Osorio para esa temporada por las ondas
hertzianas de Mundial Los Andes 1040 AM, tras haber debutado en 1991 por
predios merideños junto a Ramón Ospina Marulanda, lo que dejaría huella en la radiodifusión
taurina merideña al notar el público oyente la calidad de verdaderos
profesionales, con vastos años de experiencia.
Precisamente de allí quedaría el contacto para con
otros productores de radio en la ciudad venir en par de ocasiones, que no
fueron lo mismo en cuanto a la amalgama radial ante quien se sabía y dejaba
marcada diferencia de muchos, no todos, acá en Venezuela y en Mérida en
especial, donde también los ha habido de gran calidad y han narrado toros desde
el ruedo de la monumental emeritense, como fue el caso de Federico Núñez, o aun
en vigencia Rodrigo Rivas.
Lamentablemente la diabetes mellitus que desde
mediados de la pasada década estaba haciendo estragos en sus órganos tuvo su
diana en sus riñones, quedando hacía cuatro años en tratamiento de diálisis, a
la espera de un trasplante renal que nunca llegó y veía deteriorar día a día su
semblante. Hasta este sábado, cuando su cuerpo descasaría en paz, en la capital
colombiana donde residenciaba al lado de su esposa, Patricia Albarracín, a su
hija Alejandra, a su hermano de sangre y de transmisiones Julián Parra, igualmente
extraordinario profesional de la locución.
Nos unimos desde estas líneas al duelo que embarga
a la familia Parra Díaz. Descansa en paz un referente del toreo colombiano, donde
extrañaremos sus relatos de las tardes de toros en Cali, Manizales, Bogotá y
otras tantas plazas más, que dieron carácter con su verbo y originalidad, de acontecimiento.
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