sábado, 7 de noviembre de 2020

GIRA DE RECONSTRUCCIÓN - El gusto de Morenito, el poso de De Justo y la bravura de La Quinta en Estepona

Gran tarde en la que dos toros de La Quinta permiten memorables faenas pese a su diferente comportamiento; gran momento del torero burgalés y abandonada obra del matador de Plasencia
Emilio de Justo
 
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid
 
Volvieron los festejos de la Gira de Reconstrucción después del aplazamiento sine die de las corridas de Ubrique. La situación epidemiológica en Cádiz obligó a cambiar de ubicación los de este fin de semana, de Sanlúcar a Estepona. También varió el cartel de este sábado que anunciaba a David Mora al que sustituyó Morenito de Aranda. Buena noticia para los aficionados, siempre es un gusto ver toreros de este corte, pero de difícil explicación. Cuando se retiró Sebastián Castella, la Fundación Toro de Lidia tiró del escalafón del año anterior y anunció a Finito de Córdoba en Antequera. Sin embargo, el criterio ha debido cambiar. El siguiente del escalafón era Ángel Téllez, torero joven que habría encajado perfectamente en el concepto regenerador de la gira.
Morenito de Aranda
Morenito de Aranda demostró que está preparado y sigue completamente metido en la profesión. Lució un precioso rioja y azabache con el chaleco en oro. Torero detalle. Desplegó su capa con su personal pellizco. Suena a tópico, pero no lo es. El mentón hundido en el pecho, el embroque exquisito. La media, de cartel. En la misma línea fue el quite por verónicas. El inicio tuvo empaque, se puso algo pegajoso el toro durante la faena. Perdió pasos aprovechando el inicio del muletazo más humillado que el final, con la carita alta. La estocada llegó tras un pinchazo (oreja).
 
Ante el encastado tercero estuvo muy dispuesto desde salida, el recibo con el capote volvió a tener su artístico sello. Se vio el ritmo del toro y la humillación desde el primer momento. Morenito dejó hacer un templado quite al sobresaliente salmantino Pepe Luis Gallego. Antes había empujado en el caballo y no lo puso fácil en banderillas. El inicio de la faena fue clave para imponerse, al mismo tiempo bonito. El toro tuvo importancia en cada embestida, fue exigente. Morenito estuvo a la altura de la transmisión del toro. Los momentos de mayor temple llegaron sobre la mano derecha. El toreo final a dos manos fue superior. Dos orejas para el torero burgalés y vuelta al ruedo para el toro de la familia Martínez Conradi.
 
La gran faena de la tarde llegó en el cuarto, el último del festejo. Un gran toro de La Quinta, de nombre Ballestero, que le faltó un punto de fuerza para ser de matrícula. Emilio de Justo estuvo entregado desde los primeros compases. Apostó por la humillación del toro, que colocaba su acapachada cara de forma especial para embestir. Faena cara por el temple, profundidad y trazo de De Justo. La clase de ballesteros iba templada a la perfección por el torero de Plasencia. Pases de pecho monumentales abrochaban las intensas tandas. Completamente abandonado en los últimos muletazos con la mano derecha sin estoque de ayuda. El manejo de la espada no estuvo a la altura de lo realizado. Una pena (vuelta al ruedo).
 
El primer toro del lote de Emilio de Justo, tan sólo le permitió dejar un buen saludo capotero y un vibrante inicio de faena. Se orientó muy pronto poniéndose muy complicado. Estoqueó con contundencia (oreja).
Emilio de Justo
Buen nivel hubo en las cuadrillas, Andrés Revuelta lidió muy bien al primer toro y fue proclamado mejor banderillero por el buen par al tercero. Por la mejor brega se distinguió a Zamorano mientras que el mejor puyazo corrió a cargo de Juan Bernal para el jurado de la Fundación Toro de Lidia aunque también firmó un gran puyazo Germán González. Como mejor toro de la tarde fue distinguido el tercero, de nombre Peluquín, premiado con la vuelta al ruedo. Gran nivel tuvo también el cuarto, aunque en distinta línea. Muy bien presentada la corrida de La Quinta que propició una interesante tarde de toros.

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