BOGOTÁ.- La sentencia del Tribunal Constitucional colombiano
que el martes ordenó el regreso de las corridas de toros a la Plaza La
Santamaría de Bogotá, prohibidas por la
Alcaldía desde junio de 2012, movilizó hoy a taurinos y antitaurinos sobre el
futuro de la fiesta brava.
El fallo del tribunal en
una acción de tutela (recurso de amparo), revive la tauromaquia en Bogotá, una
ciudad que bajo el auspicio del alcalde Gustavo Petro inició el camino de la abolición para que los
espacios públicos estén dedicados a "actividades de vida y no de
muerte", según dijo en su momento.
Sin embargo la sentencia no
ha sorprendido a las asociaciones animalistas, ya que, según explicó a EFE la
portavoz para Colombia de Anima
Naturalis, Andrea Padilla, el
magistrado que tomó la decisión tiene una estrecha "relación con el mundo
taurino".Según Padilla,
esta sentencia está "a favor de los intereses de los taurinos y contra de la protección
de la naturaleza y los animales".
En su opinión, la
tauromaquia tiene ahora "sus últimos alientos de vida en todo
el mundo" con este tipo de sentencias que son en realidad "ejercicios
de poder" impulsados por el
cabildeo de los taurinos que, a su juicio, "es muy poderoso". Tras el
fallo, Anima Naturalis solicitará al alcalde Petro que reclame "la
nulidad de la sentencia", pues considera que "el debate legal está
llegando a un fin" tras
cuatro años de "batalla jurídica que se pierde en
interpretaciones".
Por ello y para evitar que "la
abolición no siga en esta permanente incertidumbre", consideran
que ha llegado el momento de reactivar la idea de convocar una consulta popular
que permita a los bogotanos decidir si quieren que haya toros o no en la
ciudad.
Padilla, espera que Petro "haga un guiño"
al movimiento y de este modo "eche a andar todo el proceso". En
cualquier caso y para concienciar a la población preparan concentraciones y
actividades con activistas en las que simularán el ejercicio de la votación
para "hacer pedagogía".
Por su parte, los taurinos
denuncian que con la abolición de los toros podrían desaparecer unos 35.000
empleos además de generar pérdidas a ganaderos,
toreros y responsables empresariales de la fiesta brava colombiana. Alegan
además que tras la clausura del museo taurino, que estaba situado en la plaza,
se perdieron o dañaron piezas en un acto que algunos miembros del colectivo consideran un "saqueo".
Frente a La Santamaría, un
grupo de siete novilleros hacen huelga de hambre desde hace 30 días para pedir
que la tauromaquia retorne a Bogotá. Uno de los huelguistas, el novillero Diego
Alejandro Torres, declaró a EFE que quieren que se escuche sus
reclamaciones porque "están violando el derecho a la libre expresión y a la libertad de elegir
trabajo".
Tras la resolución de la
Corte, otro de los huelguistas, Alfredo Peña, se mostró muy contento porque
saben que ha sido "un paso y la ley se está imponiendo a las injusticias", aunque afirmó
que continuarán la huelga de hambre porque lo que reclaman es "que
se abra la plaza de toros" y vuelvan las novilladas y corridas.
Sin embargo y pese a la
sentencia, que dicta que las corridas deben volver antes de seis meses, el coso
taurino necesita una reforma y, según las previsiones, no estará preparado para
su reapertura hasta dentro de dos años.
El alcalde Petro prometió
en su cuenta de Twitter que cumplirá la sentencia, pero mientras tanto unos y
otros se encontrarán en las calles para reivindicar sus posiciones. / EFE
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