domingo, 28 de septiembre de 2014

A propósito de…

Cuando la palabra es ofensa y vienen del intruso, es como bala sin puntería
Serios cuestionamientos se manifiestan por parte de la Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de Regla tras ser amonestada verbalmente por la Comisión Taurina de Tovar. Foto: Aníbal García Soteldo
Los intrusos en la tauromaquia son malos en todas las facetas, y como no tienen nada que perder son falsos por los cuatros costados. Mi respeto y gratitud a los buenos profesionales y mi desprecio a los intrusos. Los ganaderos, los toreros, los subalternos, ganaderos y los aficionados buenos no son los culpables de lo que sucedió en la pasada la feria taurina tovareña, pues ellos hacen su trabajo y apoyan o de alguna forma tratan de dar lo mejor. Los empresarios por ser más novatos que los anteriores, comenten mayores errores y andan más sensibles a la críticas de los aficionados y a los medios de comunicación. De la Comisión Taurina Municipal de Tovar mi más sentido respeto y consideración a los conocedores de la tauromaquia, y de buenos conceptos, esos son pocos pero que los hay de verdad; y en relación con los intrusos, esta clase de intrépidos mediocres y vulgares le hacen mal a la  fiesta taurina tovareña.

Vamos a describirlo para que los conozcan: intruso es aquel que por un simple pase de callejón o por estar donde siempre quisiera, maltrata y desaíra, caiga quien caiga; toma decisiones a griterío personal… pero no es la culpa de este intrépido bandido, son los malos aficionados y otras organizaciones que lo pusieron allí; luego pasa lo que pasa y nos encontramos cosas como la decisión de aprobar la amonestación a la Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de Regla y a la gloriosa Banda Municipal de Tovar, vergonzosa represión a dos instituciones de la fiesta tovareña por parte de un inoportuno e intruso, quien dio nombres en público por los altavoces de la plaza de toros de El Llano de Tovar con discriminación haciéndole bien al intruso que lo alimenta sus intentos aberrantes. Espero que -al menos la Comisión Taurina Municipal presidida por el Dr. Rubén Morales- no lo acompañe, y este loco intruso se trague sus palabras, así mismo, la Comisión Taurina haga llegar a Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de Regla el acuerdo, y quiénes lo firmaron, comprobando de esta manera si hay más intrusos, que de una buena vez se quiten las caretas. Creo que esa sentencia personalista debe ir a la basura donde los mediocres van a parar.

La tauromaquia no está en decadencia ni la fiesta menos, lo que sí está mal es cuando el intruso empaña lo bello de esta y la manipula a su antojo, además de olvidársele que la fiesta de los toros tiene términos y costumbres internacionales de la tauromaquia y se le olvida que hasta los colores de pañuelos y sus funciones las desconoce… ¡¡¡eso si da pena!!! Otro fallo es que no conoce los términos que se dan para dar un toro de regalo ya sea por el matador, empresario o ganadero… eso sí está mal. Ahí si quedamos aburridos como aficionados, por lo que al final de dicho festejo salí pensando que es mucho más fácil negar que tener criterios y poner las cosas en la misma balanza cuando se regala una oreja a un matador y se le niega a otros. Y uno se pregunta, quien multa a este intruso, lo serán aquellos aficionados -los más maltratados- porque son los que compran las entradas y mantienen la afición a toda costa con las decisiones del inoportuno.

Mientras los hechos están a la vista de todos los espectadores, las instituciones pierden seriedad y prestigio; los taurinos de verdad que toman decisiones deben tener responsabilidad, deber y compromiso ineludible con el público, que asiste a los festejos y con la propia afición tovareña. El tovareño taurino va a los toros, pero cada vez es más serio y entendido, quiere saber más para comprender mejor el espectáculo, pero sale desencantado por los desaciertos del intruso y habrá que educar a las nuevas generaciones con decisiones respetables y serias. Y hablando de un término muy utilizado en las corridas de toros como es la suerte, ésta se encarga de destrozar a los intrusos de oficio que buscan votos para estar en una silla del palco presidencial solo para demostrar, que en ningún otro sitio pueden estar porque son objetados por los que si saben de la fiesta taurina.

La Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de Regla, en la persona de su Cofrade Mayor, Lic. José Ballesteros se manifiesta sobre los anuncios de sanciones hechas por la Comisión Taurina de Tovar, en el marco de la pasada feria.

Deseo que la suerte ayude a todos y a cada uno de quienes empiezan en el duro oficio de la fiesta pero que no tomen nada del inoportuno y que sus problemas se los lleve a donde deben estar: en la porquería. Al intruso oportunista hay que desearle suerte porque actúa con maldad, porque tarde o temprano la necesitará para salir de sus hechizos malévolos.

Y como este término viene como anillo al dedo, intruso se aplica a la persona que se ha introducido en un asunto o actividad sin derecho o autorización, es decir, este intruso no sabe donde está sentado, pero si sabe cómo llegó allí, es decir, que un Ingeniero hace una casa y un Médico opera, ¿y el intruso en la fiesta taurina qué hace? Esa es la pregunta de las mil lochas, destruir nada más…

La voz del intruso con un micrófono es como los berridos de los toros malos, los identifican quienes los lidian y los preparan para el desolladero. Espero que para no caer en más molestias con mis amigos taurinos, debo añadir que son expresiones de un eco de la mayoría de los aficionados que nos sentamos en un café y tuvimos una tertulia de lo que sucedió en la Feria Tovar 2014 días recientes.

Tovar no solo debe tener un ambiente de feria taurina de lujo, y conservar el sabor de las antiguas fiestas religiosas que recordamos en nuestra niñez, desbordada de ánimo y sentido religioso, entrañable y alegre que nos dejó como legado el padre Juan Eduardo Ramírez, cuando realizaba la misa taurina en las plazas portátiles y en la Vista Alegre… eso no lo vivió el inoportuno. Los taurinos de verdad tenemos que dar la cara y asumir responsabilidades con todo el riesgo y proteger la tradición de 171 años de festejos taurinos, sacando al intruso para que se vaya a otro lugar.

Para terminar, la feria como tal me alegró  sinceramente por el éxito en lo artístico y en lo económico, la suerte nos acompañó en este ciclo taurino, gracias al Todopoderoso y a Nuestra Virgen de Regla. Solo soy taurino y le pido al intruso respeto.
Tovar, una feria con nutrida tradición que no debe de ser empeñada por decisiones y rencillas personales, así como un manejo particular y único de la reglamentación taurina. Foto: Aníbal García Soteldo

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