sábado, 3 de julio de 2021

Las renuncias por Ana Soria de un Enrique Ponce "descentrado"

La retirada del torero fue el mayor deseo de Paloma Cuevas cuando eran matrimonio, pero Ponce se cerraba en banda a cortarse la coleta. Por eso ha extrañado tanto su anuncio a quemarropa.
CONSUELO FONT
Diario EL MUNDO de Madrid
 
Por segundo año consecutivo Enrique Ponce (49) ha vuelto a liarla con la llegada de julio. Si el año pasado fue su inesperada separación de Paloma Cuevas y la irrupción pública de Ana Soria (22) en su corazón, este 2021 ha sido su sorpresiva retirada de los toros. Curiosamente fue el mayor deseo de Paloma cuando eran matrimonio, pero Ponce se cerraba en banda a cortarse la coleta. Por eso ha extrañado tanto su anuncio a quemarropa del pasado lunes, vía Twitter, cortando de cuajo su temporada y plantando a la afición burgalesa, en cuya plaza estaba anunciado el martes con Roca Rey. Su propia cuadrilla se encontraba camino de Burgos para la corrida. "He decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido" afirmaba.
 
Un bombazo que ha desatado todo tipo de conjeturas, entre ellas, que Ana Soria pudiera estar embarazada, algo que ella misma desmintió. También, según el digital Look, que había roto su relación con el torero tras una gran bronca en Castellón, donde cenaron juntos el sábado pasado en el restaurante Eleazar después de la corrida, algo que de nuevo Ana ha negado categóricamente.
 
Los rumores de crisis les han perseguido últimamente, nada extraño habida cuenta de los numerosos frentes personales que actualmente acosan al diestro y repercuten en su relación. Entre ellos, ese divorcio que se está enconando y no acaba de rubricar y que, aunque Cuevas insiste en que será amistoso, le impide formalizar su unión con Ana. También el acoso de la prensa rosa desde que saltó a la palestra la veinteañera y que ha empañado su imagen de torero serio, llevándole a eliminar su Instagram y empujando a su novia a imitarle. Esto se suma a las reticencias de sus hijas, a las que adora, a su relación con Ana; de hecho a la comunión de la pequeña, Bianca, que fue aplazada en junio, y que por vez primera reunirá públicamente al diestro con su ex familia política, la almeriense no acudirá.
 
Un explosivo cóctel que ha provocado, como recogía LOC recientemente, que el maestro de Chivas, con 30 temporadas liderando el escalafón, ande menos inspirado que de costumbre en los alberos. "Veo a Enrique descentrado, es un torerazo, pero ahora se le están escapando toros a los que antes hubiera cortado las orejas", afirmaba un ganadero íntimo suyo.
 
Opinión compartida por los taurinos y que avalan sus últimas actuaciones de mayo en Madrid, donde tres tardes seguidas se saldaron con significativos silencios y algún "Vete ya". Tampoco en junio ha acabado de remontar: contempló cómo Roca Rey, Manzanares y Cayetano salían a hombros de los cosos de Granada y Alicante mientras él lograba un único apéndice; se cayó del cartel en Istres, donde en 2016 arrasó cortando ocho orejas y dos rabos; y el sábado pasado logró un trofeo poco unánime en Castellón tras un descabello. Se sacó la espinita el domingo 27 en León, donde salió a hombros, imagen antes habitual en Ponce. "Creo que ese 'alto en el camino' es una decisión inteligente. Enrique tiene que solucionar sus problemas personales y estabilizarse en su nueva vida; ha tenido cambios demasiado bruscos y eso le ha pasado factura delante del toro ", asegura el citado ganadero.
 
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Cómo va a afrontar el diestro su nueva existencia fuera de las plazas? Una incógnita difícil de desvelar ya que torear es su pasión y prácticamente lo único que ha hecho desde que con nueve años lidió su primera becerra y se estrenó como novillero en Baeza con 15. Esto le impidió disfrutar de una juventud normal, pues incluso su romance con Paloma Cuevas se gestó en el hotel La Perdiz, en Jaén, donde su apoderado, Juan Ruiz Palomares, les presentó antes de un festival donde Ponce toreaba. "No se cómo va a manejar ese vacío; para Enrique los aplausos y ese protagonismo de sus tardes triunfales es una droga", asegura otro allegado.
 
Los planes más inmediatos del diestro son descansar este verano y aprovechar para practicar golf, deporte que le relaja mucho. Una afición que descubrió hace seis años y le enganchó tanto que muchos días de corrida madrugaba para jugar si en la ciudad había un campo cerca.
 
También le divierte practicar fútbol. Incluso cuando a principios de los 90 se trasladó a vivir al campo en Jaén se federó en el equipo de Navas de San Juan y disputó algún encuentro en Preferente. En su finca Cetrina construyó un campo de fútbol, aunque ahora prefiere el fútbol sala, menos exigente físicamente. Y últimamente ha descubierto el esquí, de hecho pasó la Nochevieja con Ana en Sierra Nevada. Ya retirado podrá desmelenarse bajando pistas sin tanto miedo a lesionarse.
 
Asimismo, disfruta mucho del campo en Cetrina ocupándose de su ganadería brava, que estrenó en 1990 comprando 30 vacas a Salvador Domecq, y donde aparte de comercializar aceite también cría caballos de pura raza. Allí organiza tentaderos con amigos o se acerca a entrenar a fincas de ganaderos íntimos, como los Arauz de Robles, Daniel Ruiz o Samuel Flores. La pega es que ahora Cetrina, que compró antes de casarse con Paloma Cuevas, parece haberse convertido en una de las manzanas de la discordia en su divorcio.
 
Con todo, la faceta que mas atrae a Ponce después del toro es la canción. Ha hecho algunos pinitos en el escenario entonando algún bolero o ranchera y lo hace bastante bien. Tiene el proyecto de grabar un disco producido por sus íntimos del grupo Materia Prima que incluirá un dueto con Julio Iglesias, lo que se llevará a cabo, según se ha publicado, en un estudio de Miami.
 
No se descarta que el diestro ponga tierra por medio con su novia para huir del foco mediático y cruce el charco para pasar una temporada en Miami o algún país de Iberoamérica, como México, donde tiene grandes amigos, entre ellos Miguel Alemán hijo del ex presidente mexicano, la ganadera Laura Herbet, cuyo rancho de Potosí ha frecuentado, la familia del pintor Botero o el cantante Luis Miguel.
 
Estímulos no le faltan, más desde que recuperó la ilusión sentimental con su joven novia, con la que convive en un ático alquilado de Almería aunque muchos de sus amigos no conciben verle instalado en la tranquila ciudad prescindiendo de la vida social que tanto parecía disfrutar en Madrid con Paloma y sus amigos. Además a Enrique, que es muy animado, le divierte la capital, tiene que emprender largos viajes para ver a sus hijas en Madrid o Cetrina, pues Paloma (13) y Bianca (9) no se desplazan a Almería, por lo que no se descarta que la pareja cambie de aires.
 
Ahora, al terremoto que provocó la irrupción de Ana Soria se une a su retirada de los toros, algo que según su entorno será un vació difícil de llenar. El ganadero antes citado asegura: "No creo que su adiós sea definitivo, pienso que Enrique volverá cuando se encuentre psicológicamente preparado al menos para despedirse como Dios manda. Ha sido la mayor figura del toreo de los últimos tiempos. Solo espero que su amor por Ana le haya compensado tanta renuncia. Siempre he visto complicado el futuro de esa relación por la diferencia de edad y sus dispares formas de vida".

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