sábado, 3 de julio de 2021

EDITORIAL - La otra España Vacía: cómo hemos pasado de tener 902 poblaciones con festejos mayores a 377 en sólo 15 años

Que el toreo tiene hoy una actividad absolutamente diferente en positivo respecto a 2020 es una obviedad. Hasta el día 1 de julio, en nuestro país se habían celebrado 17 festejos en 11 localidades. En el mismo período de tiempo del año en curso, 82 poblaciones han acogido la celebración de un total de 126 festejos.  Pero las comparativas en cuanto a festejos han de compararse con el último año “normal”, 2019. Ese año, hasta el 1 de julio, 120 poblaciones españolas habían celebrado 277 festejos mayores.  Las estadísticas de mundotoro señalan que se han celebrado alrededor de un 44% menos de festejos respecto a 2019, una cifra que puede mejorar hasta fin de año, cuando estimaremos que la reducción pueda ser de un 49% respecto al último año “normal”. Pero las estadísticas añaden un dato de gran preocupación. Las poblaciones españolas que, por dos años consecutivos, no han celebrado festejos mayores.
 
Este año, 82 poblaciones españolas han celebrado un festejo taurino mayor hasta el primero de julio, frente a las 120 localidades que celebraron toros en 2019. Es decir, que un 32 por ciento de las poblaciones que daban toros en 2019, no han anunciado festejo alguno. Y no lo han hecho por segundo año consecutivo. Tomando la medida de estos dos años sin toros, y, aplicándola a la progresión de festejos en descenso de la última crisis de 2008, el panorama es grave. El 71 % de las poblaciones que dejaron de dar toros dos años consecutivos a partir de 2008/2009, no han vuelto a festejos mayores. Desaparecieron del mapa taurino. De tal forma que, tras la recuperación económica, y hasta 2019, el mapa taurino español se había vaciado en un 58%.
 
Leen bien. En 2007, un total de 902 poblaciones españolas celebraron, al menos, un festejo taurino mayor. En 2019, las poblaciones de España que celebraron un festejo al menos, fueron 377. Es decir, 525 poblaciones menos. Traducido en porcentaje, el 58% de mapa social poblacional de la Tauromaquia, ha desaparecido desde 2007 hasta 2019. Y ese es el problema, la pérdida brutal, la sangría sin torniquete de localidades con tradición de toros que jamás han vuelto a celebrarlos.
 
Aplicando esta ecuación (dos años consecutivos sin dar festejos mayores) a la actualidad, la España de Toros se puede vaciar, definitivamente, en un 30% a la salida de la pandemia. Si no se trabaja para que no suceda, el mercado del toreo de festejo mayor puede perder alrededor de 116 ciudades y pueblos. Dicho de otra forma: en 2023 sólo 261 localidades españolas anunciarán, al, menos un festejo taurino. Dicho de forma más abrumadora, tal cruel como real: el mercado social del toreo de las 902 poblaciones activas de 2007 pasará a ser de 261 localidades.
 
La pérdida de mercado y mapa social del toreo, en dieciséis años, será de 641 pueblos grandes y chicos.
 
En dieciséis años HABREMOS perdido EL 71,06 DE PUEBLOS Y CIUDADES QUE DABAN TOROS EN ESPAÑA
 
Hay una torpe insistencia entre los gremios taurinos de observar sólo la reducción de festejos como la realidad contable del toreo. Pero esta reducción sólo es consecuencia de dos sumandos. Uno es coyuntural, la situación económica de cada momento. El otro sumando es estructural, la perdida de pueblos grandes y pequeños que constituyen el mapa social del toreo, su mercado real.  Por definición, lo estructural no es variable ni reconvertible, y si lo es lo coyuntural. Traducción:  un lugar que da toros, puede dar uno o tres festejos, dependido de la coyuntura económica. Pero un pueblo que deje de dar toros dos años o tres, jamás volverá a dar ni uno Y no es una opinión, es una deducción casi infantil de las estadísticas del toreo a pie en España.
 
Pero resulta que, cuando mundotoro insiste en realidad contable de esta sangría, de esta realidad terrible, se nos insta a no publicar los datos por alimentar al “derrotismo”. Nosotros no fabricamos los números. Nosotros llevamos insistiendo de que existe una sangría de mapa social del toreo a pasos agigantados a la que no le podemos remedio. Insistimos a ganaderos, toreros, banderilleros, empresarios, que esta pérdida de poblaciones significa perder un mercado para todos. Mercado, puestos de trabajo, mercado ganadero, nóminas de banderilleros, picadores, mozos de espadas, honorarios de toreros, movimiento en la base del toreo y en los rejones.
 
Y una cosa más. Miren los gestores del toreo lo que está pasando cuando la gente de esos pueblos no va a la capital a ver toros. Castellón, Vistalegre, Granada, Burgos… sin fiestas y sin la gente de los pueblos que acuden a la ciudad, no hay público de toros. Y eso reza para Pamplona, para Sevilla, Para Madrid, para Zaragoza y para cualquier capital que de toros. . ¿O acaso hay un solo empresario de estas plazas que pueda rebatir que el publico de los pueblos es vital en los abonos de las ferias de las ciudades?
 
¿No hemos aprendido nada de la crisis anterior? ¿Vamos a poner el toreo en el disparadero de no tener mapa social, musculo territorial? ¿NO se da cuenta el mundo de la gestión del toreo que el mapa de la España Vacía contra la que se está luchando es el mismo, es idéntico, al mapa de la España Vacía de Tauromaquia? ¿Cuándo vamos a dedicarnos a la recuperación, cueste lo que cueste, de ese mapa perdido? ¿Qué tiene que suceder para que alguien estructure un plan que ataje esta sangría que es el problema de todos los problemas? / MUNDOTORO

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