A propósito
de la ausencia de empresario taurino para la Plaza de Mérida
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
La fiesta de los toros en Venezuela la pasada semana,
en Tocuyito, por fin pudo ver luz, con la realización de un festival taurino de
lujo, donde con la exclusiva presencia de matadores de toros, y la lidia de un
serio encierro de Los Aránguez –en el marco de su cincuentenario de antigüedad-,
por lo menos ya se puede decir que hay firmeza y disposición para llevar de
nuevo la emoción del toro a la plaza. Claro está, cumpliendo las debidas
medidas de protección biosanitaria que la pandemia de COVID-19 exige, y que de
manera exitosa se han implementado en ruedo españoles, galos, aztecas e incluso
ecuatorianos, para de esta manera dar cabida a la gran necesidad de ver en la
arena los elementos más importantes de esta fiesta de pasión, arte y valentía,
como no podía ser otra que es la fiesta brava.