BORJA ILIÁN
Empieza
el año en la Plaza México con la décima corrida de la Temporada Grande,
penúltima de la primera parte del ciclo taurino de la capital mexicana con los
toreros Fabián Barba, Ernesto Javier 'Calita' y Diego Sánchez, y toros de la
ganadería de Rancho Seco, originaría de Tlaxcala.
Si
la atención mediática está fija en el próximo anuncio de la segunda parte de la
Temporada Grande 2018-2019; pendiente de qué figuras se presentarán, la
curiosidad del aficionado se centra en la presencia de Calita.
Ernesto
Javier tomó la alternativa en La Plaza México en el año 2009. Desde entonces no
ha vuelto a comparecer por este coso. Su carrera se ha desarrollado en
provincia con un número considerable de festejos anuales y algún éxito
internacional como los obtenidos en Maracay, que no ha sido suficiente para
contar en la programación del coso de Insurgentes. Por encima de cuestiones
estadísticas está su forma de entender el toreo y sus hazañas de apenas eco
como su tarde en la plaza de Pachuca el pasado 20 de octubre del 2018.
Calita
torea con la ligazón y la quietud de parámetros. Así lo hizo en una gran faena
a su primero de aquella tarde en la capital del estado de Hidalgo. Con una
fijeza que se ha vuelto extraña para la mayoría de los toreros mexicanos por la
forma que sometió al animal. Su muleta no carece de temple, aunque debe refinar
gestos y posturas. Varios pinchazos le privaron de un éxito importante por lo
hecho, pero callado por haber apenas 1.500 aficionados en las gradas. Con el
segundo de la tarde en Pachuca, Calita se fue a porta gayola y recibió una
cornada de dos direcciones. A pesar de ello el torero de Naucalpan continuó
toreando al toro resabiado y reservón, al que cortó una oreja de importancia,
robándole pases muy puros. Tras este percance, Calita, ha tenido un fin de año
pletórico con triunfos en plazas de pequeñas localidades como Tenamaxtlán y
Lerdo. La vuelta este 6 de enero a la Plaza México, es sin duda, por ahora, el
reto de su carrera.
Por
su parte, Fabián Barba ya conoce el triunfo en el ruedo de La México. Dos
puertas grandes en la capital mexicana, en los años 2010 y 2012, hay en el
haber de este veterano matador que tomó la alternativa en 2003 en la ciudad de
Aguascalientes. No es raro verle en los carteles de La Plaza México donde ha
dejado buenos momentos con un toreo puro. La oreja que obtuvo hace justo dos
años vino precedida de una gran faena con la mano izquierda.
El
último matador de la tarde es el joven Diego Sánchez. El hijo del torero Luis
Fernando Sánchez, que confirmó la alternativa hace un año en la misma plaza en
la que mañana hará el paseíllo.
En
los campos de Rancho Seco, hierro que se lidiará esta tarde, han estado
entrenando estas semanas previas a la corrida los tres matadores.
Todos
mostraron su ilusión por la casta de las vacas que pusieron a su disposición
para la preparación de este festejo en el día de los Reyes Magos. / EFE
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