Antonio Ferrera |
Una noche para enmarcar resultó ser el tradicional festival
benéfico de la Feria de Manizales en el que se cortaron diez orejas, dos de
ellas simbólicas. Los diestros Antonio Ferrera, Sebastián Castella, Luis
Bolívar y Álvaro Lorenzo consiguieron cortar dos apéndices, cada uno. Mientras
El Juli y Cristóbal Pardo se llevaron una oreja como premio. Los novillos toros
de Ernesto Gutiérrez Arango fueron notables en su comportamiento. Uno de ellos,
el lidiado en sexto lugar por Lorenzo, obtuvo el perdón del Palco.
Noche de fantasía taurina la del festival taurino de la 64
versión de la Feria de Manizales. Más allá de la de decena de orejas cortadas,
hubo un gran encierro de Ernesto Gutiérrez Arango y un torero que marcó
distancia frente a sus alternantes, Álvaro Lorenzo, autor de una obra de
colección.
La inolvidable jornada comenzó con otra magistral
presentación de Antonio Ferrera. La variedad en el capote y los raptos
artísticos en la muleta calentaron bien temprano la noche. Dos orejas, pese a
la estocada defectuosa y vuelta al ruedo al bravo y encastado de Gutiérrez.
Al segundo de la noche, El Juli debió aplicar buena parte de
sus fundamentos para hacerse a él, aunque el animal no olvidó esa punta de
violencia que llevaba encima. Oreja.
El tercero tuvo nobleza pero menos fuelle que los
anteriores. Sebastián Castella aprovechó esos primeros momentos de lucidez del
novillo para dejar series de muletazos. Luego, el francés piso los terrenos
cortos que bien conoce. Dos orejas.
Otro hijo que puso en alto la divisa local fue el corrido en
cuarto turno. Novillo toro que fue de largo y dejó gran sensación en los
tendidos. Cristóbal Pardo lo aprovechó en el capote y en el lucido tercio de
banderillas. La muleta encontró siempre las mejores respuestas del ejemplar.
Oreja.
El quinto tuvo problemas en los cuartos traseros, pero Luis
Bolívar supo cómo ayudarlos a resolver con lidia a media altura y sin obligarlo
mucho. Al final, la plaza reconoció el esfuerzo del torero colombiano y el
palco concedió dos orejas.
Y la gran faena de la noche vino enseguida de las manos y el
arte refinado, como el café de estos lares, de Álvaro Lorenzo. El toledano
escribió una página de oro con muletazos que perdurarán por mucho tiempo en la
memoria de los viejos aficionados. Dos orejas simbólicas después de un
inexplicable indulto.
Guillermo Valencia no pudo unirse a la fiesta. Anduvo bien
con el noble que le correspondió, pero falló con los aceros. Escuchó los tres
avisos. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Novillos toros de Ernesto
Gutiérrez Arango, nobles sin excepción. El sexto fue indultado. Al primero
se le dio la vuelta al ruedo
Antonio Ferrera, espada caída y dos orejas.
El Juli, oreja. Tres cuartos y oreja.
Sebastián Castella, pinchazo y entera. Dos orejas.
Cristóbal Pardo, dos pinchazos y espadazo. Oreja.
Luis Bolívar, espada baja. Dos orejas.
Álvaro Lorenzo, dos orejas simbólicas.
Guillermo Valencia, pinchazos y golpes de descabello sin
suerte. Tres avisos.
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