VICTOR DIUSABÁ
El diestro colombiano Juan de Castilla se convirtió este domingo en el gran triunfador de la primera corrida de abono de la 64 Feria de Manizales al cortar dos orejas, una a cada uno de los ejemplares de Achury Viejo que le correspondieron.
Sus alternantes no lograron cosechar trofeo alguno. El español Curro Díaz obtuvo palmas en ambos turnos y el rejoneador local Andrés Rozo se marchó entre pitos. La corrida del hierro que pasta en la Sabana de Bogotá quedó en deuda.
Una nueva estación de triunfo para Juan de Castilla. Ahora en una plaza en la, como lo es Manizales, el éxito tiene la bendición del consenso nacional taurino colombiano.
Las dos orejas que cortó valieron mucho más si se parte del contexto de una corrida de Achury sin muchas opciones, pero a las que Juan de Castilla supo sacar partido con lo que tuvo en frente.
Su tarde comenzó con dos argumentos en ese primero del festejo: firmeza y valor. El toro no fue fácil pero el colombiano supo hacerlo parecer al acertar en tiempos y distancias, de los que salieron naturales hechos con temple y continuidad. Oreja tras estocadón y palmas a su enemigo.
El sexto, que se movió con categoría en los terrenos de la dignidad antes de mirar a los adentros, dejó ver al Juan de Castilla que sigue en carrera para convertirse en ese torero que ilusiona a los públicos colombianos. Lento y reposado, cuando así se podía, y lidiador a la hora de mandar, la faena sacó los olés guardados durante toda la tarde. Oreja.
Lo del inicio de Curro Díaz tuvo trabajo y, aparte, más trabajo. Poco y nada aportó el ejemplar de la familia Rocha, amarrado al piso y bronco. Algunas pinceladas sobre la mano izquierda quedaron como testimonio, antes de pinchazo, entera y saludo desde el tercio.
No cambió mucho el panorama en el quinto de la tarde, chico y sin fuelle. Díaz se cansó de insistir sin obtener eco del de Achury. Palmas a la voluntad y desdén de los tendidos en el arrastre.
Frente al parado primero de la tarde, el rejoneador Andrés Rozo hizo lo posible por lucirse, sin fortuna. El turno se hizo largo y pesado entre la falta de respuesta del de Achury Viejo y los desatinos del caballero en plaza.
En cambio en el cuarto hubo más tela de donde cortar con un ejemplar que fue a más y con el que hubo algunos aciertos en las banderillas y momentos en que logró templar. Pero la suerte suprema resultó un enigma sin resolver.
Pitos luego de cinco pinchazos. / EFE
FICHA DE LA CORRIDA
Seis toros de Achury Viejo, desiguales de presentación y comportamiento. Valió el tercero y, por momentos, el sexto. Los demás, con tendencia a pararse.
Andrés Rozo, rejoneador. Seis pinchazos y espadazo del sobresaliente Mateo Jaramillo. Pitos tras aviso. Y pitos, tras cinco pinchazos.
Curro Díaz, salmón y oro. Pinchazo y entera. Saludo. Entera y palmas.
Juan de Castilla, blanco y oro. Espadazo y oreja. Espadazo y oreja.
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