Emilio de Justo |
@vdiusaba
Fotos: EFE
Una
dura y mansa corrida de Dosgutiérrez apagó hoy las ilusiones de la segunda
corrida de abono de la Feria de Manizales, pese a la voluntad de Manuel Jesús
El Cid, Emilio de Justo y David Martínez, quienes se jugaron enteros en medio
de una tempestad de dificultades encarnadas en sus enemigos.
No
hubo cómo ni de dónde, la segunda del abono de Manizales rodó cuesta abajo
desde el primer toro hasta el sexto bis de los Dosgutiérrez, autores de un
descalabro sin parangón en los últimos años de la Feria.
Desde
que El Cid encontró en el primero de la tarde aspereza y poco recorrido, nada
cambió mucho, más bien sirvieron de advertencia, una vez ese toro arreó para
dejar secuelas, no mayores, en la humanidad del diestro nacido en Salteras.
Aviso y silencio.
Lo
del turno segundo resultó ser a la final un duelo entre el valor de Emilio de
Justo y las reservas del toro, que pasó de ser boyante en el capote y al inicio
con la muleta, a un problema de difícil solución en el remate.
Antes,
el banderillero Manuel Odero pasó a la enfermería tras ser cogido (cornada en
el gemelo derecho y fractura de peroné de la misma pierna) a la salida de un
par.
Igual,
De Justo se ganó el cariño popular por esas primeras series templadas y la
entrega. Saludo desde el tercio.
De
ahí se pasó a la violencia del tercero, que a punta de arrollar y atropellar
quiso imponer esas condiciones.
Menos
mal David Martínez le plantó cara y algo más para sobreponerse a la dureza, no
sin salir trompicado, sin mayores consecuencias.
Largo
trámite con la espada el del torero colombiano antes de ver doblar al ejemplar
luego de dos avisos.
Y en
ese punto, casi de no retorno, llegó la falta de clase y la ausencia de
opciones del cuarto, con el que El Cid quería despedirse en olor de multitudes.
Imposible,
pitos al toro y ovación a Manuel Jesús.
La
seguidilla de frustraciones encontró su quinto capítulo en ese segundo de
Emilio de Justo que, aparte de decir no en todas las suertes, salió de cada
viaje en procura de alguna puerta que le abrieran.
El
sexto fue devuelto por manso y su sustituto, grandulón y feo, solo sirvió para
mostrar el disgusto del público y las ganas de David Martínez. EFE
FICHA DE LA CORRIDA
Toros de Dosgutiérrez, desiguales de presentación, duros los tres primeros y
mansos los de la segunda parte. Pitados todos en el arrastre. Se pidió un sexto
bis, que no desentonó con sus hermanos.
Manuel
Jesús El Cid, azul noche y azabache. Pinchazo,
entera y tres golpes de descabello. Silencio tras aviso. Entera y dos golpes de
descabello. Ovación.
Emilio
de Justo, azul marino y oro. Espadazo y saludo
desde el tercio. Cuatro pinchazos, entera, golpe de descabello. Palmas tras
aviso.
David
Martínez, sangre de toro y oro. Cinco
pinchazos y palmas tras dos avisos. Espadazo y palmas.
Manuel Jesús El Cid |
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