domingo, 27 de febrero de 2022

LI FERIA DEL SOL – SEGUNDA CORRIDA: Luis Bolívar y Francisco Javier a hombros ante noble encierro de Campolargo

El espada caleño logra el indulto del segundo de su lote, mientras el rejoneador yaracuyano desoreja al que cerró plaza. *** Rafael Augusto “toca pelo” mientras que Benítez se va de vacío de la plaza.
Gran triunfo el alcanzado por el diestro Luis Bolívar y el rejoneador Francisco Javier Rodríguez.
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
 
MÉRIDA (Especial).- Una tarde un poco densa en su desarrollo, pero que al final tuvo un emotivo cierre con las actuaciones de los rejoneadores. Así podemos definir lo sucedido la corrida de feria de este domingo, en el marco de la segunda corrida del serial emeritense, donde lo más destacado de la función dominical recaería en la actuación del diestro colombiano Luis Bolívar, quien lograría cuajar la faena más emotiva de la jornada, empañada por la inexplicable concesión de un indulto del que gran parte de los presentes ni siquiera había solicitado tal premio, pero la premura del palco presidencial, nuevamente deja entredicho el criterio y resero de esta plaza de toros.
Por su parte las interesantes actuaciones de los rejoneadores Rafael Augusto y Francisco Javier Rodríguez, destacarían por la solvencia y en especial emoción que lograron conectar a los tendidos, ante par de ejemplares de tosca bravura, que permitieron lucir las respectivas cabalgaduras. El más afortunado, por lo efectivo del rejón de muerte, Francisco Javier, desorejando el que cerró plaza. Por su parte Leonardo Benítez no contaría con lote propicio para mayores florituras, frente a animales que no le dejaron a estar a gusto.
 
La tarde comenzaba con un clima frío, que se contagiaría con el talante demostrado con el juego ofrecido por los primeros astados de los respectivos coletas. Benítez pecharía con un animal poco dado a seguir las telas, tras paulatinamente ir quedándose corto de viaje, protestando a los engaños y con las fuerzas limitadas. No caló el esfuerzo por agradar Leonardo, quien solventó la papeleta tras dos viaje con el acero, para ser silenciado.
A pesar de no contar con toros a modo, la espada en parte jugó también para que Leonardo Benítez se fuera de vacío.
Más opciones, mientras se pudo, las tuvo Benítez con su segundo del lote, bello ejemplar, al que a primeras le lució con propiedad y seguridad en largo toreo de capa, para en banderillas así mismo exponer facultades. Pero en la muleta el toro perdería esa chispa, tras paulatinamente quedarse corto y protestar ante las telas ofrecidas por el veterano espada caraqueño. Los mejores momentos sin duda alguna, algunos muletazos por la zurda que levantaron las palmas de los presentes, lo que hizo que el trasteo oscilara en ritmo e intensidad de cara al aficionado. El pinchazo hondo, y luego la estocada entera ligeramente traserita, además de dos descabellos dilató y enfrió los ánimos para lo que pudo haber sido una oreja.
 
Similares cotas se encontraría Luis Bolívar con su primero del lote, astado al que hubo de sacarle partido en terrenos de tablas, las mismas que marcó desde un comienzo de faena muleteril el mansurrón animal. Le extrajo todo lo que se podía por ambos pitones entre la puerta de arrastres y toriles de esta plaza, en labor un poco más larga que otras manos, lo que justificó su valor y deseos de agradar. El espadazo tendido y trasero del mismo valió para que se le silenciara.
Gran momento el que está atravesando el espada colombiano Luis Bolívar.
Pero lo mejor vino con su segundo, castaño tostado, anovillado, pero de una nobleza cantada desde el capote, al que saludó con larga cambiada en el tercio. Le mediría en el peto castigo, en puyazo trasero, para en la muleta decantarse por lucirlo Bolívar en imperterrito inicio, a pies junto en pases cambiados por la espalda, que luego sobre la derecha y en especial por naturales degustaría el torero en mención en ofrecer recital de toreo caro, basado en la exacta colocación, precisión en los cites y conocimientos de terrenos, elementos que acrecentaron las virtudes del noble burel, que pasó por la diestra y zocata con magisterio. Justo cuando el torero se iba a perfilar para despacharle, algunos aficionados comenzarían a pedirle el indulto, lo que hizo vacilar al torero en irse tras la espada, para nuevamente tras las bernardinas finales, disponerse a entrar a matar, y vaya sorpresa, asomarse de manera imprevista el pañuelo naranja del indulto al toro, que ni el mismo torero imaginaba iba a ser tan diligente el palco presidencial merideño en concederlo, para sorpresa de muchos, no tanto para algunos, quienes conocemos el ambiguo y rocambolesco criterio que se maneja en esta plaza, uno de los canceres que lamentablemente aun le aqueja, y que viene desde hace varios años a la fecha. Al final torero, público y ganaderos contentos, con el indulto del toro, que para ser sinceros sí acaso calificaba de vuelta al ruedo en un caso extremo.
 
En rejones vibrante seria la actuación de Rafael Augusto Rodríguez, estrenando cuadra de caballos, destacando la seguridad con los tres rejones de castigo que colocaría, para en banderillas lucirse ante los arreones de un ejemplar que le media constantemente. Meritorios las banderillas “al violín” con las que remató labor que así mismo contaría con una excelente pega por parte del cabo del grupo de forcados Amadores de Elva, limpia y de enorme mérito. Tras dos pinchazos y un rejón contrario, doblaría el animal y con ello la concesión de una oreja.
Oreja de mucho mérito la que igualmente cortaría el rejoneador Rafael Augusto Rodríguez, al igual que par de apéndices por parte de Francisco Javier.
Así mismo la actuación de Francisco Javier Rodríguez ha tenido su cuota de emoción, con otro toro de tranco y temperamento bronco ante las monturas, exigiendo al máximo las yeguas del jinete en mención, tanto en los cuatro rejones de castigo que colocó como en el recital con las banderillas que ofreció el rejoneador yaracuyano. Especial momento el par “a dos manos” que dejaría en todo lo alto el vástago del maestro Javier Rodríguez, para cincelar una de sus mejores actuaciones en esta plaza. Por cierto, trabajosa la pega de parte de los forcados ante este toro, quienes hasta en cuatro ocasiones tuvieron que ponerse por delante de un astado, que de la misma manera, pegó arreones a favor de su querencia. El certero rejonazo de muerte, valió para que el toro se entregara a las mulillas y con ello el corte de las dos orejas, las que jubiloso y exultante de emoción paseó por la arena del redondel emeritense.
Emotivo homenaje al rejoneador retirado, Javier Rodríguez, al cumplirse 42 años de su presentación en este ruedo
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”.
Domingo 27 de febrero de 2022.
II corrida de la LI Feria del Sol.
 
Con poco más de media plaza (aproximadamente 6 mil personas) en tarde fría, nublada con ligeras ráfagas de viento, se han lidiado toros de la ganadería CAMPOLARGO  (Herederos de don Juan Campolargo) en su conjunto correctos de presentación, pero con el común denominador de la falta de raza, casta, sin peligro evidente, destacando por su bondad el corrido en 4º lugar de lidia ordinaria, de nombre «Triunfador» N° 254 de 445 kilos, el cual fue indultado.
 
Pesos: 430, 450, 515, 445, 450 y 450 kilos
 
LEONARDO BENÍTEZ (Azul añil y oro con remates en blanco): Silencio en ambos.
LUIS BOLÍVAR (Verde esmeralda y oro con remates blancos): Silencio y dos orejas simbólicas.
RAFAEL AUGUSTO RODRÍGUEZ (Chaquetilla vinotinto) Oreja.
FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ (Chaquetilla negra) Dos orejas.
 
INCIDENCIASAntes de comenzar el festejo se hizo reconocimiento por parte de las autoridades de COREMER, al rejoneador retirado Javier Rodríguez, por estarse cumpliendo 42 años de su debut en esta plaza. *** Destacaron en la brega Gerson Guerrero, Ramón Contreras y José Linares “El Yonny” y en banderillas Abraham Graterol.

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