Tarde
de toros atípica la sucedida ayer en la apertura de la edición de este año, en
cartel de diestros banderilleros donde se cortaron un total de seis orejas, así
como el retraso y posterior lidia del primer toro de la función sin caballos de
picar, pues parece ser que los mismos fueron retenidos intencionalmente por autoridades
sin hasta los momentos bajo qué orden o argumento. *** Colombo cortaría tres apéndices,
dos El Fandi, y una Benítez, ante un lote dispar de presencia del hierro de San
Antonio.
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Federico Montes
MÉRIDA
(Especial).- Gran ambiente y marco el que lucía ayer la Plaza de Toros
Monumental. Una verdadera joya ha quedado el máximo escenario taurino de la
ciudad, albergando una entrada de público que no se esperaba, a tenor de las
circunstancias en las que se encuentra un estado donde la crisis de combustible
ha hecho mella. Pero aun así, el público, aficionado y taurino salió y buscó su
localidad para no perderse un cartel que tenía su interés, desde todos los
puntos de vista posibles.
Pero la dicha comenzaría a trucarse cuando a la
hora del comienzo del festejo, todo el mundo en el patio de cuadrillas se
preguntaba, ¿Dónde están los caballos de
picar? Esto motivó que la función comenzara casi con la hora de retraso,
con el público esperando la salida de toreros, que a la postre decidieron echar
para adelante la corrida sin los mencionados equinos. El paseíllo con los
picadores a pie, era una imagen surrealista nunca antes vista en el más de
medio siglo de fiesta brava en este coso. ¿Que más nos quedara por ver…?
Con este panorama abriría plaza un poco motivado
Leonardo Benítez, quien volvía a torear en ruedos nacionales tras más de siete
años alejado de nuestras arenas. Se le notaba el desagrado de torear
condicionado a una lidia sin picadores, donde de la misma manera el público
presente no le estaba tomando importancia a lo hecho. Sobre la mano zurda basaría
dicho trasteo, frente a un animal de la misma forma de escasa emotividad y corto
recorrido, lo que se traduciría en mansurrón talante. Menos mal que no se
explayó más de la cuenta, por lo que de estocada delantera y desprendida y tres
descabello le mandó a las pocas prestas mulillas, para ser silenciado tras
aviso.
Benítez volvió a Mérida, cortando una de las orejas de más peso de la tarde |
Más garra y entrega se le vio en su segundo, el
cual se lidiaría en quinto lugar en razón de que El Fandi necesitaba adelantar
turno para su viaje a tierras aztecas este mismo domingo en la madrugada. Variado,
jugando las bazas del temple, terrenos, toques y altura precisa en la muleta,
el veterano coleta caraqueño supo mantener la “chispa” de nobleza y limitada bravura del burel, el que tanto por
la diestra como por la zocata embistió como mejor pudo, condicionado por las limitadas
fuerzas. El medio espadazo tendido y trasero que le recetó, cerrado en tablas, fue
suficiente para el corte de la única oreja en su haber, que valen por muchas
que de la misma manera ayer se entregaron en este mismo ruedo.
El imán taquillero de la tarde tenía nombre propio
y ese fue el de El Fandi. Fue agradecido el coleta granadino a lo largo de toda
la tarde en entregarse y no escatimar esfuerzo alguno ante el género bovino que
pechó. Pero otra cosa fue el repaso trapacero que se endilgó en pegarse ante el
rajado y mansurrón que hizo primero de su lote, animal que desde el mismo
tercio de banderillas marcaria una clara tendencia a las tablas, las que
siempre rebañó y de las que supo aprovechar un veterano de tantas tablas como
Fandi, para sacarle pases de todas las facturas, por arriba, por abajo, de
costado, de rodillas… en fin, una lidia dilatada más de la cuenta ante la
euforia de un público obnubilado por lo realizado por el mencionado espada. El espadazo
en todo lo alto, de efectos fulminantes inmediatos, desató la pañolada y con
ello que el palco presidencial no aguantara dos pedidas y concediera el par de orejas,
más que generosas por demás, pero que a final de cuenta son ya orejas que
muchos ya le han endilgado denominación de origen “de Mérida”, para de esta manera asegurar con ello la puerta
grande, la misma que no disfrutaría, pues estaba más pendiente David en el
compromiso de mañana en México que esos menesteres.
El Fandi se luciría como siempre en las banderillas, su fuerte… |
Ante su segundo del lote, nuevamente hubo de echar
mano Fandi para no quedar indiferente ante el público, pues sacaría a relucir
más voluntad y ganas que lucimiento, frente a otro de los mansurrones de la
tarde, donde por todos los rincones del ruedo tuvo que buscarle para meterle en
vereda de su muleta, tras la abantas y nulas entregadas embestidas del animal
por ambos pitones. El medio espadazo y el certero descabello dejaron su acto
final en palmas de cariño y retribución de muchos de los presentes.
Otro cantar y fenotipo fue el primero del lote de
Colombo, más en la línea santacoloma
que lleva esta ganadería, que a final de cuentas fue el que salvó el honor del
ganadero de la tarde. Apretadito de pitones, un zapatico dirían por allí, desde
el capote dejó estar a gusto a un relajado y sin presiones Jesús Enrique
Colombo, al que le recibió de rodillas en largas cambiadas cerrado en el tercio,
que levantaron el ánimo desde el minuto 1 de su actuación. El tercio de
banderillas ante este toro sería el más completo de la tarde por parte de la
terna de espadas, destacando sobremanera Colombo en un par en todo lo alto, dejándose
llegar el animal. Y luego en la muleta el tranco noble y franco del animal dejaría
en la retina series por la derecha así como por la zurda, de enorme plasticidad.
De las veces que mejor se le ha visto torear a Jesús Enrique, sin esos
arrebatos eléctricos, de otros trasteos. Con «Ferdinando» que así se llamaba el burel, hemos visto la mejor versión
de un Colombo que debería más a menudo prodigarse por este palo. La insistencia
de indulto no cuajó del todo, por lo que se atacaría de toro el diestro
taribeño, dejando espadazo entero, trasero y tendido, para cortar ipso facto las dos orejas, ante el beneplácito
de la plaza, y quedando pendiente tal vez el detalle de la vuelta al ruedo al
toro.
Gran tarde de Jesús Enrique Colombo, mucho más allá del corte de tres orejas |
Con el que cerró plaza, no se alcanzaría tales
cotas al anterior, pero sí el deseo sereno y parsimonioso de agradar del joven coleta,
ante un toro que se vino a menos, y del que incluso alargó más de la cuenta un
deslavazado trasteo, ese que por ambos pitones extrajo lo máximo posible. Tras medio
espadazo en buen sitio, y un descabello se le premiaba con una oreja, mera anécdota
de un palco presidencial que no se quedaba con las ganas de las rebajas de
finales de febrero, en cuanto a premios orejeriles se refiere esta tarde.
Dos detalles quedan en el firmamento: hay muchos
elementos en contra que juegan desfavorablemente contra la fiesta brava, como
lo acontecido con los caballos de pica; mañana pudiera ser otra cosa. Lo otro
es que por más que “tres pelagatos”
no guste de nuestra fiesta brava, deberían ver que hay otra parte que sí gusta,
tal es el hecho del entradón registrado, signo inequívoco que la fiesta brava
no moriría por imposiciones, aun cuando para ellos el antitaurinismo le resulte
un negocio muy rentable. Lo otro está, es que los enemigos más peligrosos de
esto que llamamos toreo, estén en nuestro propio bando, y ya sabes tu amigo
lector a quienes me refiero.
FICHA DEL
FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo
Sandia”.
Sábado 26 de febrero de 2022.
I corrida de la LI Feria del Sol.
Con poco más de tres cuartos de plaza
(aproximadamente 12 mil personas) en tarde fría, nublada con ligeras ráfagas de
viento, se han lidiado toros de la ganadería SAN ANTONIO (Edgar Bravo) en su conjunto muy al límite en cuanto a trapío
se refiere, excesivamente arreglados de pitones, y maquillados en cuanto al
peso en la tablilla, destacando por su nobleza el corrido en 3º lugar, los demás
mansurrones y descastados, buscando tablas descaradamente.
Pesos: 432, 434, 432, 431, 430 y 430 kilos
LEONARDO
BENÍTEZ (Azul añil y oro con
remates en blanco): Silencio tras aviso y oreja.
“EL
FANDI” (Grosella y oro con remates
blancos): Dos orejas y palmas.
JESÚS
ENRIQUE COLOMBO (Azul noche y oro
con remates blancos): Dos orejas y oreja.
INCIDENCIAS: La corrida comenzó con un retraso de 55
minutos a lo estipulado al no contarse con caballos de picar en la plaza al
momento del inicio del paseíllo, por lo que el primer toro fue lidiado bajo la
usanza portuguesa, tal y como se anunció en los altavoces de la plaza, ante la
incredulidad de los presentes. *** Las razones de la no presencia de la cuadra
de caballos de picar de los Guimerá fue que los mismos sufrieron accidente en
el páramo merideño, y posterior retención en alcabala cercano a la ciudad de Mérida.
*** Entre las cuadrillas destacaron Gerson Guerrero, Eduardo Graterol y Carlos
Pizutto en la brega, y en la puntilla Liezer Paredes. *** Se estrenó en el
palco presidencial el abogado Frank Castillo de regular desempeño, concediendo
trofeos de más en tarde de “manga ancha”. *** La terna de espadas compartieron
tercio de banderillas en los tres primeros toros, y luego en los dos últimos toros
Benítez – Colombo.
Excelente trabajo 👍 periodístico taurino al comentar incidencias de una tarde irregular, truncada y deslucida ante la no presentación de los caballos de picar. Saludos y éxitos.
ResponderEliminarExcelente la reseña, muy buena...entendible; como yo también regalo, dos orejas.
ResponderEliminar