Destacado juego cuatro de los
ejemplares que de Carora se trajo el mencionado hierro, donde brillaron a gran
nivel los diestros Joselito Adame y Antonio Suárez, quienes saldrían en hombros.
Galdós rayó a gran nivel pero el fallo a espada y el pechar con uno de los
toros de menos lucimiento del encierro le hizo salir por su propio pie.
RUBEN
DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos:
Federico Montes
SAN
CRISTOBAL (Enviado Especial).- La tarde no prometía mayor motivo a razón de lo entoldada que se había tornado
después de mediodía. Las nubes negras y el frio en los alrededores de la plaza de
toros hicieron que muchos al final desistieran subir a Pueblo Nuevo ver la
primera de las corridas de feria. Y vaya que se perdieron una tarde interesante,
donde cuatro de los seis pupilos de don Jesús Riera se dejaron en los engaños. Unos
mejor que otro, destacando la nobleza y entrega del corrido en cuarto lugar, el
cual entendió a plenitud el torero hidrocálido Adame. Por su parte Antonio Suárez
tendría su mejor tarde de varias que se le han visto, al cuajar a plenitud al
noblote primero de su lote, el cual remató de certero volapié para cortar dos
orejas unánimes ante el delirio de sus paisanos.
Decíamos
la tarde mantuvo su interés desde el comienzo, con el sabroso manojo de verónicas
con las que se gustó Joselito Adame al que abrió plaza, llevándole largo y
templado para rematar con media en el centro del ruedo… de cartel. Medido en el
caballo, para luego lucirle por chicuelinas en el quite, y cumplido el trámite
de las banderillas, dispuso Adame una labor pulcra y técnica, llevándole a
media altura, en sus terrenos al pastueño y por momentos desangelado ejemplar. Pero
poco a poco Joselito le fue metiendo en el engaño y sobando sus embestidas
hasta hacerle ver mejor ante los presentes. Los naturales tuvieron mayor eco,
por lo largo que le llevaba, rematando detrás de la cintura los mandones
muletazos, los que terminaron de colocar la plaza en interés. La certera
estocada ligeramente tendida y trasera fue suficiente para que tras doblar el
animal se le premiara con una merecida oreja.
Gran tarde en su regreso después de 10 años de aquellos victorinos que se lidiaron aca en este ruedo, por parte de Joselito Adame. |
Mayor
eco tuvo su segundo del lote, precioso dije, el cual de nuevo le recibió por
alegres y sabrosas verónicas, ganándole terreno hasta rematarles en los medios.
Le veía Adame buen tranco y son a «Amañado» por lo que le tras medido
castigo en varas de nuevo le dejaría ver por navarras dejando todo preparado
para que en la muleta viéramos la versión más relajada e inspirada de Joselito,
quien entendería a la perfección la pastueña y entregada embestida del animal, en
series de cinco y seis, con el de pecho, adornadas con entradas por molinetes o
trincherillas del mejor repertorio del veterano coleta. Por naturales la cosa
tomó ribetes de triunfo grande, lo que hizo que comenzaran a pedírsele un indulto
que a primeras estuvo remiso el palco, incluso enviándole un recado presidencial
tras perfilarse en varias ocasiones entrar a matar. Pero la embestida del toro
nunca perdería emotividad y sobre todo tranco, por uno u otro pitón, para de
esta manera lograr convencer a Usía y con ello lograr el anhelado y merecido
indulto del animal, el cual llevaría el propio torero hasta la puerta de
corrales con celeridad y torería.
El
otro triunfador de la tarde lo vino ser el local Antonio Suárez. Tenía el compromiso
el medico torero de quitarse el mal sabor de boca de anteriores ocasiones en
este y otros ruedos haber dejado ir triunfos de peso por culpa de la espada o
por otras razones. Pero esta vez sí, se dieron todos los elementos para cuajar una
actuación cumbre, con el desparpajo y naturalidad que le atesora, como si
estuviera operando, dejando en la retina de muchos muletazos auténticas pinturas.
Para ello tuvo que encontrar las embestidas del noble primero suyo del lote,
animal agradecido en los tiempos y pausas, además de meticulosa colocación entre
tanda y tandas, siempre a favor de una embestida que había que cuidar de no aburrir
ni abusar de las brusquedades. Todo ello un compendió de toreo que solo los
buenos y entendidos aficionados pueden apreciar. Las series por la derecha contaron
con el aroma del toreo caro, y más lo fueron por naturales, pitón donde reventó
un trasteo que para muchos ha quedado en la memoria por lo compacta y bien estructurada.
Había que rematar tal obra con un espadazo para despejar los fantasmas del
pasado, dejando el acero en todo lo alto para doblar sin puntilla el noble
socio de tal labor, y con ello la incontestable concesión de las dos orejas.
De las actuaciones que marcan un antes y un después, la que se jactó en dejar en la retina de muchos Antonio Suárez. |
El
que cerró plaza fue uno de los deslucidos del envio, a los que de nuevo Antonio
Suárez supo “recetarle” lo necesario para aprovecharle los resquicios de una
embestir áspero y poco agradecido al esfuerzo. Los mejores momentos se vieron
en las intermitencias que se prodigó por naturales y algunos por la derecha. De
nuevo el espadazo en lo alto valdría para justificar la oreja, que para muchos
fue un exceso, para otros el merito de quien por esta última suerte se le habían
escapado varios éxitos en esta misma plaza.
Otra
actuación a tomar en cuenta fue la del peruano Joaquín Galdós, quien mostró
galones para verle en otra oportunidad. Trance con olor a tragedia se vivió con
el que hizo segundo, el cual empotró en el burladero al banderillero Fabian Ramírez,
tras el fuerte remate de este y dejar en evidencia unas tablas de barrera podridas,
afortunadamente siendo más aparatoso de lo que intuimos. Tras tumbo al caballo
y breve trance con las banderillas Galdós supo dar con las teclas de la
embestida noblota pero poco entregada en humillación, haciendo todo el espada
en mención por llegar al tendido, y en especial, luciendo los viajes del toro
de cara a la galería. Las series por la zurda reflejaron mando y firmeza del torero
limeño, quien no desaprovechó ningún resquicio que ofreció el astado caroreño. Los
tres cuartos de ración toricida, traseros y tendidos tras un pinchazo previo,
no limitaron la concesión de una oreja.
Más
trabajado fue su labor frente al quinto, serio ejemplar, al que le falto gas de
la entrega y bravura, a pesar de no haberse rajado, todo en los medios, pero
sin el eco que emocionara al respetable. Dos viajes con la espada fueron necesarios
para enviarle a las mulillas, siendo silenciado tras aviso Galdós.
Interesante tarde la del peruano Joaquín Galdós. |
Por
la puerta grande junto con el ganadero se fueron Adame y Suárez, y con ellos
tambien la satisfacción de haber estado presentes en una tarde entretenida,
donde el toro mantuvo la emoción que es el elemento más importante en esta
fiesta brava, y para lamento de muchos que menospreciaron el que en el papel
era el cartel flojon del abono. Pena por ellos…
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Hugo
Domingo Molina” de San Cristobal.
Jueves 30 de enero de 2025. I
corrida de la LX Feria de San Sebastián.
Con poco más de un cuarto de plaza (aproximadamente
unos 3500 espectadores) en tarde fría y entoldada que luego cambio a fresca y
nublada, se han lidiado toros de LOS ARÁNGUEZ (Jesús Riera), bien
presentados en su conjunto, en el tipo de la casa, nobles en distinto grado, destacando
la nobleza del corrido en cuarto lugar, «Amañado» Nº 95 de 435, indultado.
Pesos: 440, 430, 435, 435, 440, 447
kilos
JOSELITO ADAME (Azul petróleo y azabache): Oreja y
dos orejas simbólicas.
JOAQUÍN GALDÓS (Corinto y oro con cabos blancos):
Oreja y silencio tras aviso.
ANTONIO SUÁREZ (Turquesa y oro con cabos negros): Dos
orejas y oreja.
Incidencias: Entre las cuadrillas destacaron la
buena vara de Rene Quintana al 5º y la certera puntilla de Eliecer Paredes. ***
El subalterno tovareño Fabian Ramírez fue empotrado tras el segundo toro rematar
en el burladero, recibiendo una fuerte contusión a nivel de la región torácica además
de una articulación acromio clavicular derecha además de luxación de tobillo
derecho, pendiente de revaloración en las próximas horas a cargo del Dr.
Ricardo Benvenutto. *** Presidió festejo el MVZ Álvaro Moros. Duración del
festejo: 2h y 43 min.
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