Orellana, Colombo y Suarez
Rafael Orellana, a defender el patio, tras el año pasado alzarse con los máximos trofeos. Foto: Federico Montes |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Entramos en la recta final de espera a lo que será
la edición de este año de la Feria de Tovar, en honor a la Virgen chipionera de
Regla, y a su vez en el marco del VIII reencuentro, el cual parece agarró ánimos
de festividad, tras lo visto este pasado fin de semana por las calles y sitios
principales en la Sultana del Mocotíes.
Es así como en anterior entrega hablamos sobre lo
que ha significado que para este año, de nuevo Johan Santana haya apostado por
los más sólidos valores de la torería nacional que contamos en este momento,
como es el caso del trio de matadores venezolanos que estarán haciendo el paseíllo
en el ruedo del Coliseo El Llano.
Empezando por el más antiguo de alternativa como
es el espigado Rafael Orellana, quien este año arriba a su mayoría de edad como
matador, alcanzado dicho grado en este mismo ruedo, el mismo donde también en
fecha cercana, pero de 1999 serviría del mismo modo en su presentación con
picadores, ante reses de la desaparecida divisa de Los Marañones, al lado de Mauro
David Pereira y Marcos Peña “El Pino”.
Como veníamos diciendo, 18 años de aquella tarde
del 2005, cuando Paco Perlaza ante el testimonio de Leonardo Rivera ante toros
de La Cruz de Hierro, dieron el ascenso al escalafón mayor a un Rafael Orellana
que se ha convertido en un torero en franca evolución, que ha madurado y se ha
mantenido con la vitola del torero poderoso y variado, no sin antes ese toque
de personalidad noble que ante el toro es sinónimo de entrega, tal como le
vimos en la pasada Feria del Sol (ante un toro que le puso a prueba), en San
Felipe y recientemente en Táriba, donde
se llenó de gloria al indultar un toro de El Capiro, lo que demuestra el nivel
de rodaje, en las poco más de 7 corridas con 5 orejas y 1 rabo que viene
cosechando a lo largo del presente año, cifras similares el año pasado, con 7
corridas, 9 orejas cercenadas por arenas tanto de Venezuela, como del Perú e
incluso de España.
El otro torero que viene con la “hierba en la boca”,
es el taribense Jesús Enrique “Colombo”, el espada venezolano más internacional
en los actuales momentos, que se está labrando un puesto de mérito en ruedos ibéricos,
no fáciles, a poco más de 26 años de edad, de los cuales la mayoría entre
capotes y muletas.
Ascenso ganado a pulso el de Jesús Enrique desde
que se presentó en Cali como novillero con picadores el 25 de diciembre del
2014 ante reses de Ambaló al lado de Juan Camilo Álzate y Roca Rey, cuando aún
esa gran feria recibía Navidad con toros en su coso de Cañaveralejo… Para recibir
alternativa en Lima, el 26 de noviembre del 2017, de manos de Sebastián
Castella y testimonio de Ginés Marín, con toros españoles del Puerto de San
Lorenzo y luego confirmarla en Madrid el 30 de mayo del 2018, de manos del
maestro Ponce –el cual se rumora el próximo año estará haciendo campaña de
despedida- y el testimonio de Castella ante reses salmantinas de Garcigrande.
Esta “Colombo” en su posible mejor momento, a
tenor de lo visto tanto en Pamplona como Azpeitia, como en otras plazas donde ha
gustado su variado y poderoso concepto, y en especial su seguridad
estoqueadora, esa misma que no le deja escapar triunfo seguro, de allí que llegue
a Tovar con 17 corridas, 38 orejas, 1 rabo y un toro indultado, que se suman a
los 37 paseíllos que hizo el año pasado, con el corte de 78 orejas, 4 rabos y
dos toros indultados, cifras alcanzadas en plazas donde su nombre es aval de emoción
en los tres tercios de la lidia.
Y cerramos con el más bisoño de la terna, como es
el tachirense, medico otorrinolaringólogo de profesión, pero matador de toros
por vocación, como es Antonio Suarez, tal vez el coleta venezolano de mejor
corte artístico en los actuales momentos. Vaya con que gusto y empaque torea
este joven espada, quien con poco menos de 35 años actualmente sé alternativo
en su plaza de formación como es el ruedo de Pueblo Nuevo el 31 de enero del
2019, en la atípica edición ferial de ese año, de manos de Julio Benítez “El
Cordobés” y el testimonio de “Colombo”, ante un berrendo de Rancho Grande, el
cual dejaría ver sus formas y maneras que ha venido puliendo de una manera muy
personal, con la lentitud y gracia de los que tienen arte del toreo por sus
venas, el cual hay que saber explotar como se le vio por ejemplo en San Felipe,
actuación que dejaría a todos de acuerdo para su inclusión y debut como matador
este año en el serial tovareño.
Llega Antonio Suarez con 4 corridas de toros y 6
orejas cortadas, cifras similares a las 3 corridas y 3 orejas del año pasado,
lo que nos da a entender que de seguro aprovechará al máximo lo que significa
estar en esta cita ferial, de cara a dar el salto cualitativo a otras plazas que
aún no le conocen su faceta artística.
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