Interesante
y con matices (a pesar de contar nuevamente con par de astados multados por
bajo peso) la corrida que enviaron la familia Molina Colmenares en el cierre
ferial, permitiendo el corte de tres orejas al debutante peruano Joaquín Galdós,
así como par de orejas merecidas a El Fandi y Rafael Orellana.
Por la Puerta Grande la terna de espadas en el cierre ferial tovareño, tras un interesante lote de astados de Rancho Grande y El Prado. Foto: Camilo Cepeda |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
TOVAR
(Enviado Especial).- No ha perdido emoción la corrida de principio a fin.
Tal vez el de menos opciones fue el que abrió plaza, pero de resto, los demás
toros que salieron por la “puerta de los
sustos”, cada uno con sus matices, ofrecieron opciones de lucimiento. Al final,
tuvo que venir las sempiternas vacadas de los Molina Colmenares para poner un
poco de sosiego al “baile de corrales”
que ha supuesto esta feria en materia ganadera –y eso que para tal efecto se
lidiaron dos toros multados por falta de peso, dejando de sobrero el más pesado
del lote, caprichos de los representantes de los toreros por la mañana-, donde nuevamente
los Santana’s dejan entredicho su criterio a la hora de elegir el elemento principal
en esta fiesta que gira en torno al toro. De él depende todo lo demás, así se
traiga a Tovar hasta el mismísimo Joselito El Gallo y Manolete, sí para ello no
hay toros dignos a la categoría de esta plaza, y en especial, cónsonos al esfuerzo
que se hace por armar una cita ferial de este calibre.
Abrió plaza El Fandi con un toro que no le dejaría
estar nada a gusto desde su mismo saludo de capa. Tras medirle sangría en el
caballo, y luego de su respectivo acto de banderillas, Fandila se encontraría
en la muleta unas ásperas, geniudas y correosas embestidas, que no le permitió explayarse
en toreo quieto de piernas, a tal punto de lucir por momentos a merced del
animal, en atropellados trances por ambos pitones. Y eso que este torero tiene oficio
por no decir otras cosas. El mero trance hizo que desistiera no sin antes dejar
un pinchazo y media tendida para ser silenciado.
Pero la suerte le vendría de cara con las
embestidas del bravo y noble «Lunero» un jabonero sucio que se vino arriba luego
del alegre saludo con el percal y el certero puyazo con la que se le midió en
el caballo. Las banderillas colocadas por el propio torero –faltaría más- hizo
que los presentes entraran en calor con la faena, que tomaría ribetes de apoteosis
en las series largas, templadas y mandonas, frente al recorrido franco del
cuatreño, dosificando fuerzas, para de esta manera lucir más de la cuenta un
toro que tal vez le faltó un poquito más de sangría con el del castoreño, para
atemperarlo. Largo sería dicho trasteo, en series por la diestra y zurda de
gran mérito, que tendría en los tres cuartos de ración toricida, tendidos y
traseros, motivo suficiente para que tras doblar el animal se le concediera las
dos orejas al torero y la generosa vuelta al toro en el arrastre. Aseguraba la
puerta grande el coleta granadino.
Lo de Orellana fue verle con su primero, con la intención
y ganas de lucirse, pero no del todo de la misma manera con ángel ni ideas
claras para hacer ver mejor de lo que se pudo a «Molinero», que tampoco fue un
dechado de virtudes… pero se pudo haber estado mejor.
La suerte no le dejaría huérfano tampoco, pues vino
a encontrarse con «Socio», otro jabonero claro, al cual se le ofrecería una
lidia modélica por parte de la cuadrilla, empezando por la templada brega de
Gerson Guerrero, así como los buenos pares de Contreras y Ortega, previo puyazo
en toda la “yema” de Álzate. Vamos,
que le mostrarían al veterano espada tovareño la senda por la cual el animal se
aprovecharía, en labor de firmeza y entrega de parte del torero, en aras de
aprovechar las boyantes y largas embestidas del astado, de los toros destacados
del ciclo. Por la derecha se verían muletazos de sublime trazo, como lo fueron
de la misma manera las series por la zurda que colocaron unánime a los
presentes. Con todo ello, aprovechó que el toro bajaría el diapasón de su embestida,
para irse tras la espada, dejando un espadazo perpendicular en buen sitio, de dilatada
agonía para al doblar el animal, desatarse la pañolada y concederse las dos
orejas, así como la vuelta al ruedo merecida al toro.
Lo del debutante Joaquín Galdós ha sido demostrar
que no solo Roca Rey es el único torero peruano que interesa para el aficionado.
El espada en mención ha dejado en claro que conoce la papeleta del toreo al pie
de la letra, como lo demostró ante «Yerbabuena», ejemplar con un tranco de emoción
que supo ver inmediato el coleta limeño desde que inició trasteo, en el tercio,
para luego en los medios sacar provecho a la veta de bravura y codicia del anovillado
astado. Ha lucido Galdós a un nivel pleno que encandiló a todos los presentes,
a tal punto que tras el espadazo trasero y desprendido, poco importó esto para
que de una se asomara el par de pañuelos blancos.
En el que cerró plaza, nuevamente el mencionado
espada ha dejado en claro que no es baladí el hecho que sea una de las banderas
del toreo inca en ruedos españoles, en esta ocasión ante un burel de corto
recorrido, que se le fue acabando el gas de la codicia ante las telas, previa lección
de toreo de mucho mérito, para aguantarle las probaturas que el exigente
morlaco le exigió por ambos pitones. El certero volapié con la que le despachó valdría
para que se le premiara generosamente con la oreja que cerraba el saldo de la
tarde, y con ello la feria, esa que pasara a la historia por otras causas que
debieron solventarse desde el mismo momento que se planteó la feria en el
aspecto torista. Ya quedara tomar cartas en el asunto, quedando en evidencia fehaciente
el hecho que lo más importante en esto es el toro, y a él se le debe respeto y
primera consideración… lo demás viene por añadidura.
FICHA DEL
FESTEJO
Plaza de Toros Coliseo El Llano de Tovar. Domingo
10 de septiembre de 2023. Tercera y ultima corrida de la edición 180ª de la
feria en honor a la Virgen de Regla.
Con poco más de un tercio de plaza
(aproximadamente 2000 personas) en tarde fresca y ventosa se han lidiado tres toros
del hierro de RANCHO GRANDE (2º, 3º
y 4º) y EL PRADO (1º, 5º y 6º) ambos
hierros propiedad de la familia Molina Colmenares, dispares de presencia,
multados por no dar el peso reglamentario los corridos en 1º y 3º lugar; en su conjunto nobles en
distinto grados, sacando algunos genio, destacando el recorrido del 4º, y más
completo aun la clase del 5º, ambos premiados con vuelta al ruedo.
Pesos: 410, 426, 384, 428, 431 y 425 kilos.
EL
FANDI (Añil y azabache): Silencio
y dos orejas.
RAFAEL
ORELLANA (Rosa chiclet y plata): Silencio
tras aviso y dos orejas tras aviso.
JOAQUÍN
GALDÓS (Tabaco y oro con cabos y
remates en blancos): Dos orejas y una oreja.
Incidencias: Buena intervención en la modélica lidia en
la brega de Gerson Guerrero, y en las banderillas de Ramón Contreras y Abrahán
Ortega en el 4º; así como pares de Francisco “Chico” Paredes. Buena vara de
Carlos Álzate en este mismo ejemplar. *** Presidió el festejo sin novedades don
Roger Barón. *** Joaquín Galdós debutó en Venezuela con el toro de nombre «Yerbabuena»
N° 269 de 384 kilos (multado). *** El festejo tuvo una duración de dos horas y treinta
y cinco minutos.
QUE CACHONDEO DE FERIA. TANTAS OREJAS Y LE PERDONARON LA VIDA A UNA DE CAMPOLARGO Y COMO GANADERIA DE FERIA QUEDA EN NADA EN DESIERTO. Y TODOS HABLA DE LA MEJOR FAENA DE ANTONIO SUAREZ Y SE LA DA A COLOMBITO. UNA NOVILLADAS AL ESTILO POPY Y POPYNA. UNA FANTASIA LOCA.
ResponderEliminarQué triste la poca o nula importancia que se le da al rey de la fiesta, tres novilladas. Ojalá se tomen cartas en el asunto porque una fiesta sin Toros no es una verdadera fiesta fiesta brava,
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