viernes, 16 de febrero de 2024

ANÁLISIS I │ FERIA DEL SOL 2024 – Una edición donde de nuevo el afán del exceso solapa lo meritorio

Con un total de 19 orejas, tres indultos, 5 toreros por la puerta grande, asi se puede resumir numéricamente lo acontecido el pasado sábado, domingo y lunes. Lamentablemente el exceso de generosidad a la hora del reparto de trofeos, asi como lo delicado y disminuida del estado de nuestra cabaña brava nacional pone en alerta a más de uno de quienes nos duele el estado actual de nuestra fiesta brava, el cual viene muy lentamente recuperándose.
Alejandro Talavante, entre los destacados, llevándose su primero Sol de Oro 2024. Foto: Federico Montes
 
RUBEN DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
 
Ha sido la feria que muchos esperaban desde el punto de vista del nivel que se ha visto. En las soleadas tres tarde de toros que tuvo como epicentro la ciudad de Merida, se vio de todo, desde lo excelso a lo regular. Al final, el público dictó sentencia, pero muchas veces se consideró de forma generosa y excesiva su premiación. Eso es la Feria del Sol desde hace ya varios años, escenario de una fiesta tergiversada por premiar en demasía lo que muchas veces raya casi en el ridículo, para luego no ser tomado en cuenta al momento de la premiación oficial, donde de la misma manera (como en este caso), no del todo se juzga en realidad lo que en el ruedo sucedió.
 
Analizaremos lo que ha sido este año la edición del “Carnaval Taurino de América” en dos capítulos muy específicos: toreros, toros y palco presidencial, además del otras generalidades, que bien vale la pena señalar. Asi que comencemos…
 
TOREROS
 
Plantilla muy variada la que ha tenido lugar darse cita para este año en Merida. Esfuerzo a reconocer de parte de las empresas haber logrado amalgamar carteles que bien pueden estar en cualquier feria no solo venezolana, sino del resto de la América taurina.
 
Es el caso de haber apreciado una nueva lección de torería de toreo por parte de Alejandro Talavante, el cual con cuatro orejas (dos de ellas generosas, era de oreja por toro) se alzaría con el máximo trofeo ferial, que bien puede trascender el hecho fuera de nuestras fronteras. Claridad de ideas, planteamiento correcto de lidias, y en especial, contar y entender los toros que le cupo en suerte, le hizo estar mucho más artístico y variado que todos sus demás compañeros en la feria.
 
Otro qué destacaría sobremanera fue Daniel Luque, quien para mi concepto tuvo en su manos lo más meritorio y artístico de la presente edición, ante toros a contra estilo, a los que supo dar una lidia acorde a sus opciones, en especial con ese interesante sobrero de regalo del hierro de Juan Bernardo Caicedo donde se observó al Luque que todos queríamos disfrutar.
 
“El Fandi” por su parte se le agradece el gesto de haber reaparecido en Merida, una plaza que sabe y le conoce sus cualidades, pero para ser sinceros, ya está muy visto, consideramos que hay otras opciones de toreros en el mismo corte, y que bien valdría la pena darles opción a otros espadas de justificarse en nuestro ruedo.
 
Una pena que la actuación de Francisco de Manuel no haya tenido el acompañamiento de toros a modo para dejarse ver un poco más de lo que tuvo ocasión, en gran parte por el tipo de toro que tuvo que pechar. Una oreja, tal vez haya sido poco saldo, pero justificado para lo que enfrentó el espigado coleta madrileño.
 
Todo un suceso la presentación del novillero Marco Pérez, la gran apuesta del Dr. José Luis Rodríguez en la feria, y a fe que no falló. Y para ello contaría con par de novillos muy bravos, nobles y con recorrido para hacer par de faenas “soñadas”, ante la entrega unánime de los presentes. Ha sido un “tacazo” donde el público y aficionado ha salido satisfecho por las cualidades innatas de este joven prodigio del toreo que las dejaría manifiestas en el ruedo y exaltadas en su máxima expresión. Lo del indulto a sus dos novillos raya un poco en lo inverosímil, justificándose tal vez el juego de su primero, pero en su segundo, claramente fue un arrebato “pasional” del palco presidencial, algo ya acostumbrado y nada raro para quienes quieren llevarse los titulares por una u otra razón.
 
En cuanto a toreros venezolanos, no hay duda que el protagonismo se lo llevan los espadas Jesús Enrique “Colombo” y Antonio Suárez, otro de los aciertos de la empresa, por colocar tal vez los mejores espadas nacionales en los actuales momentos. Lo de “Colombo” es ratificar el sitial como el torero más en forma y dispuesto de la baraja nacional, contando con la espada como su mejor aliada para cortar seis orejas (dos de ellas simbólicas tras discutido indulto) en la que asi mismo las banderillas, capa y muleta han jugado rol protagónico para de nuevo ganarse el respeto, cariño y consentimiento de la afición merideña. Al final en la premiación se le reconoció como premio consolación de mejor torero venezolano, cuando cortaría más orejas que ningún torero en la feria.
 
Una pena que la espada le haya truncado un triunfo a plenitud, fue la actuación del matador Antonio Suárez, quien por su manos correría uno de los hechos a cargo más artístico de la feria, lo que muestra la evolución y buen camino que está llevando este joven espada, médico de profesión, pero con un sentimiento y expresividad en su toreo, que vale la pena de nuevo verle con toros de mejores opciones, y en especial más rodado.
 
El más nuevo de los espadas actuantes fue el carabobeño José Antonio Valencia, quien en el verdor de su aun corto rodaje, no desentonó de ninguna manera en el compromiso que significaba verse ante el juicio de una afición que le esperaba. La espada le quitó la posibilidad de “tocar pelo” en cada uno de sus astados, lo que es materia pendiente, pero allí quedó la semilla para verle en otras plazas, con el rodaje y la madurez que da el tiempo y el toro en la plaza.
 
Cierra apartado el rejoneador Francisco Javier Rodríguez, el cual cortaría una oreja ante un mansurrón que embestía por arreones de Los Marañones, pero donde de verdad estuvo meritorio al triunfo fue ante el toro de El Prado que despachó, fallando con los aceros lo que pudo haber sido una actuación de mucho peso y solvencia, como lo dejó manifiesto. Sin duda alguna, el máximo y único exponente del toreo a la jineta en nuestro país en los actuales momentos.
 
LOS TOROS…
 
Apartado supremamente importante este, pues es la base del éxito y triunfo de una feria, cualquiera que se aprecie de importante. Para esta ocasión en dos de las tres fechas se apostó por ganado nacional de las divisas de Los Aránguez y Rancho Grande / El Prado, asi como un encierro colombiano de Juan Bernardo Caicedo. Cada una con sus matices, dejaría el momento que atraviesa, y eso a final se traduce en casi el que atañe a la cabaña brava nacional, en el caso de las primeras.
 
Por ejemplo, Los Aránguez se ha traído desde Carora astados dispares de presentación, que luego de su paso por el caballo, literalmente quedaron como unos marmolillos. Mucho hicieron los toreros en lucirlos poco más en la muleta, si para tal efecto, la casta, la chispa, la emoción en el trapo rojo, no hubo nada de ello. De esos toros que se venían a más en la muleta solo su recuerdo, de allí que debe reflexionar don Jesús Riera como solventar esta situación.
 
Situación similar para las divisas de la casa Molina Colmenares como son Rancho Grande y El Prado, el cual dejaron mucho que desear en cuanto a presencia y en especial juego, pues literalmente vienen con un acrecentado nivel de descastamiento que está colocando en serios aprietos quienes llevan sus destinos. El ejemplo fehaciente es el hecho de haberse picado sobre mínimo, incluso rozando en el simulacro del mismo, para intentar que los mismos llegaran con un poco de fuerzas y recorrido al tercio final. En definitiva, mucho que trabajar y seleccionar de cara al futuro, que siendo una de las ganaderías de bravo más importante del país es palabras mayores.
 
Y cerramos con el paso de la ganadería colombiana de Juan Bernardo Caicedo, el cual se convirtió en protagonista absoluto en este apartado, tras la presentación y juego que algunos de sus ejemplares ofrecieron en el ruedo emeritense. Marcó diferencia notablemente por trapío (sin ser cosa del otro mundo, pero sí con lo mínimo que debe exigirse en esta plaza) y por el juego encastado, de exigencias para el torero, que impone respeto y emoción al torero y al aficionado, que de esto es lo que se trata, destacando el juego del bravo novillo «Aplicado» Nº 460 de 400 kilos (primero del lote de Marco Pérez) para mi concepto el mejor de la feria y de muchos de los demás ejemplares que saltaron a la arena este año en la monumental merideña.
 
Lo que hay que censurar es el mal y evidente trato con “barbero” que han tenido la mayoría de ejemplares a lo largo de la feria, sin duda, algo de mucha pena y vergüenza que tiene como elementos motivadores los mismos representantes de los toreros como de las propias autoridades de plaza, que permiten este descarado fraude el cual es inevitable, pero por lo menos con un poco más de decoro y menos evidente.
 
¡¡¡Dígase la verdad, aun cuando sea motivo de escándalo!!!
 
Continuará…

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