En la primera de feria, con el regreso de
Otto Rodríguez a los ruedos
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos:
Federico Montes / Enviado Especial
El grado mayor de tauromaquia, como es el de
matador de toros, tuvo este domingo un nuevo miembro en esa selecta lista, que
va por el número 152 en la historia en Venezuela, aquella que encabezó a
inicios de la década de los ’20 del siglo pasado, Eleazar Sananes “Rubito”. Este
último lleva por nombre Anyinson Vanegas, y es el último de una saga familiar,
oriunda de Seboruco, con tres integrantes de lujo en ella, como son César y
Manolo, este último desgraciadamente truncada su incipiente carrera, pero no
sus méritos bien ganados.
Y fue en La Grita, en el marco de una de las
ferias más arraigadas en la identidad cultural andina, donde tuvo lugar dicha ceremonia,
la misma que también marcó el regreso a los ruedos, después de más dos lustros,
de Otto Rodríguez.
Breve sería el saludo de capa al que abrió plaza,
de nombre «Solitario», el cual correspondería su lidia al toricantano Anyinson
Vanegas, vestido de rosa y plata, el día de su envestidura como matador de
toros. El limitado castigo en varas en el único picotazo recetado fue mero trámite,
al igual como lo fue el tercio de rehiletes. De manos de Otto Rodríguez, con el
testimonio de César Vanegas, pasaportó al astado de la ceremonia, a primeras
por la mano diestra, haciéndose con la embestida del animal. Mejor se le vio
por naturales, en tandas cortas, ante el beneplácito de los presentes. Un
espadazo caído dejó su balance en vuelta al ruedo tras el arrastre del burel.
Después de un largo periplo en el escalafón novilleril, finalmente Anyinson Vanegas se puede “tutear” junto a sus hermanos César y Manolo. |
Pero con el que cerró plaza, más centrado y menos
atenazado al compromiso le vieron al novel matador, quien pasó con temple y
sitio las francas embestidas del anovillado astado, al que supo entender por
ambas manos. El volapié con rápidos efectos hizo que se desatara la pañolada y
con ello las dos orejas que le aseguraba la salida en hombros de parte del
paisanaje que se dio cita en esta primera función ferial.
Reapareció con solvencia a lo largo de su actuación
el veterano diestro valenciano Otto Rodríguez, el cual tuvo por la zurda los
momentos de lucimiento, en labor intermitente por ambos pitones, más proclive a
la galería. Un volapié de rápidos efectos toricidas tras un pinchazo fue
salvoconducto para igualmente recibir palmas tras aviso
Con el lote de menos opciones, así se encontraría Otto Rodríguez en su regreso a los ruedos venezolanos. |
Con el segundo del lote, comenzando a hacerse
presente la noche, poco pudo lucir ante las descastadas embestidas del toro, a
pesar de intentarlo por ambos pitones, haciéndole ver. Una pena que la ilusión
de su reaparición se estrellara con género bovino a contraestilo. El fallo
reiterativo con la espada hizo que al final se le silenciara tras recado
presidencial.
Variedad en su repertorio la que dejo evidente
César Vanegas en su primero, desde la capa, hasta el desigual tercio de
banderillas que se prodigó el mencionado coleta, tras las mansas y huidizas
embestidas del burel, al que le sacó partido más por voluntad y ambición de
triunfo del veterano coleta de Seboruco. El fallo con el acero, dejando al
segundo viaje un espadazo contrario y delantero, para con el descabello al
primer golpe, fue ovacionado.
Con dos orejas cortadas de su segundo de lote, así luciría el veterano César Vanegas. |
Pero la emoción y veteranía estaría puesta ante
las embestidas del noblón quinto, al que ya con la noche presente y limitada iluminación
le luciría con decoro y entrega de capa, banderillas y muleta, en especial por
el lado diestro donde más a gusto se le vio al mencionado coleta, quien variado
y proclive a la galería levantó ovaciones de los presentes. El certero
espadazo, algo desprendido valió para el corte de las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Portátil “El Torero”. Domingo
13 de agosto de 2023.
I corrida de la Feria Grande de la Montaña
en honor al Santo Cristo de La Grita.
Con poco más de media plaza de aforo
cubierto (aproximadamente 1000 personas), y tiempo nublado y frio, se lidiaron
toros de la ganadería CAMPOLARGO
(Carmen Rosa Campolargo), justos de presencia, mansurrones, los más potables
los corridos en 5º y 6º lugar.
OTTO RODRÍGUEZ (Verde
botella y oro con cabos blancos), palmas tras aviso y silencio tras aviso.
CÉSAR
VANEGAS (Azul añil y oro con
cabos blancos), ovación y dos orejas.
ANYINSON
VANEGAS (Rosa y plata), vuelta al
ruedo y dos orejas.
Incidencias: El toro de la ceremonia
de alternativa de Anyinson Vanegas llevó por nombre «Solitario» N° 279 de 425,
negro mulato. *** Al final del festejo fueron sacados en hombros César y
Anyinson Vanegas. *** La corrida comenzó con un retraso de poco más de 40 min
de la hora estipulada, lo que hizo que a partir del quinto toro se lidiara bajo
una tenue y escasa iluminación, situación que denota impuntualidad por parte de
los organizadores. *** Para el próximo domingo el segundo festejo de feria,
donde estarían haciendo paseíllo los matadores venezolanos Manuel Medina “El
Rubi” y Fabio Castañeda, junto a los espadas debutantes mexicanos José Daniel
Ayala y Sergio Garza.
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