Este domingo en el cierre de la Feria de Manizales
La Feria del Sol 2023 presente en el curso de la semana taurina en el marco de la edición ferial de Manizales, que este domingo culminó. Foto: Cortesía |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Un encierro discreto en cuanto a presentación, así
como de muy limitada bravura para los espadas actuantes, sería el marco del
festejo de cierre de la edición de este año de la Feria de Manizales, este
domingo, donde los toros del hierro manizaleño de Ernesto Gutiérrez Arango,
dejó con ganas de fiesta a la parroquia de aficionados que se dieron cita al esperado
mano a mano entre las dos primerísimas figuras, El Juli y Roca Rey, a plaza
llena y climatología fría, típica de esta zona montañosa de la geografía
colombiana.
Tomamos de referencia parte de la sabrosa y
completa crónica del colega y gran cronista taurino Jorge Arturo Díaz Reyes
sobre la actuación del torero que nos atañe interés, como lo es el peruano Roca
Rey, de cara a las próximas fechas en ferias nacionales, en especial la
emeritense, quien señala:
«La húmeda
tarde, la más esperada de la feria se iba a pique, con cartel, lleno, mano a
mano y todo. El quinto había sido arrastrado en medio de una bronca a partes
iguales para toro y torero, que resumía la frustrante corrida. Una oreja gentil
del manso segundo no paliaba la decepción.
Pero para
eso están los toreros. “Centellita”, poca cosa, anovillado, en el filo de la mansedumbre
que al final acusó rajándose, fue la tabla de salvación. Roca Rey se aferró a
ella y con él, la plaza plena. Gentes de todas partes, que no querían
resignarse. Negro, lucero, terciado, delantero, 448 alegres kilitos que
festejaron las seis verónicas y media, la mayoría muy lentas. Arandia lo
recibió de largo, a galope, con herrón en sitio, lo sostuvo (no mucho, no fuera
que claudicara) y se fue ovacionado. Alex Benavidez y Héctor Fabio Giraldo
saludan tras tercio celebradísimo, y, claro, el brindis al taquillón era de
protocolo.
Dos rodillas
en tierra y de largo entró el torito en órbita por la derecha, cinco veces,
galopando, cambio por la espalda y dos por el pecho. Aquí fue, pareció clamar
el tendido. Ya de pie, como estaca, raza de torero quieto, cinco diestras más,
un molinete y arriba el remate semicircular. Esto se caía, cuando estalló “El
gato montés”. Siete más, ligadísimas, de las que no dan respiro y unen un ole
con el otro, y el forzado ¡Bum! ¡Venga ya! Pero el hombre compone y el toro lo
descompone. La rajada se insinuó. La muleta hizo lo que pudo por contener el
escape. Media docena de naturales largos, impuestos a regañadientes, con la
virtud del mando, y pese a ello, la rajada descarada. Pero hay lidia para
mansos. Tras este fue Andrés, y metido en el área de candela, haló y haló, en
suertes de abigarrado surtido. Derechas con y sin espada, de frente, tres
cuartos y perfil, naturales, cambios por la espalda, luquesinas atropelladas,
pases de costado, circulares, molinetes invertidos, desplantes y una estocada
cumbrera, que como un rayo tiró patas arriba al toro. Pitos al arrastre, las
dos orejas para el torero y el cortejo triunfal.
Porque había
recibido ya una del requeterrajado segundo, tras un pinchazo y un espadazo
efectivo, mientras que con el soso cuarto había estado pinchaúvas. Pese a todo
eso, hizo la tarde suya».
Luis Bolívar declarado triunfador de la LXVIII edición de la Feria
de Manizales
Rotundo el paso del espada caleño en el curso de
la feria caldense. Si había impresionado en la recién culminada cita caleña, lo
de su paso por la edición manizaleña es de apoteosis, pues en las dos tardes
dejó un gran nivel de madurez y pozo… A tal punto de en su primera actuación ferial
salir en hombros tras la gran faena al bravo «Legionario», N° 179, de 488 kilos del hierro de Juan Bernardo
Caicedo, que indultó magistralmente el pasado jueves; como de la misma manera
la tarde ante los toros del maestro César Rincón el pasado viernes al cortar
cuatro orejas (con la vuelta al ruedo a uno de sus astados) y con ello cincelar
tal vez el mejor momento que vive el veterano espada colombiano, y tal vez la
carta más consolidada que tiene el toreo neogranadino en el firmamento taurino
mundial.
Este domingo en horas de la noche en las
dependencias del tradicional Diario La Patria de Manizales, donde se entregó la
premiación oficial, Bolívar se hacía con los apartados a triunfador del ciclo y
acreedor por segunda vez en su carrera del apetecido trofeo en oro, replica Catedral
de Manizales, así como el intérprete a la mejor faena del serial.
Otros destacados del abono lo fueron como mejor ganadería
el hierro de Santa Bárbara, propiedad
del Capitan Carlos Barbero; mejor novillero, el bogotano Miguel Negret y como
mejor subalterno Emerson Pineda.
La Feria del Sol presente en la gran feria de Colombia
Precisamente el gran acontecimiento ferial
emeritense, como lo es la Feria del Sol o llamado mundialmente como el “Carnaval
Taurino de América” estuvo en activa presencia a lo largo de la edición ferial
manizaleña, dada la presencia en todo su desarrollo del empresario José Luis Rodríguez
Jáuregui, quien haría gestiones promocionales y taurinas del serial merideño.
En tal sentido Rodríguez Jáuregui haría contacto a
lo largo de la semana, con toreros, empresarios y ganaderos colombianos interesados
en el futuro estar presente en el abono emeritense, así como promocionar
diariamente en los distintos medios de comunicación, locales y nacionales el
ciclo taurino merideño que tendrá lugar del 17 al 20 de febrero próximo, en
especial con la difusión en dos tardes consecutivas de una amplia pancarta
publicitaria promocional en el intermedio del festejo, que sin duda alguna hizo
su efecto entre el gusto y disponibilidad de numerosos aficionados que desde ya
planifican a Mérida como punto de encuentro de esto que llamamos “taurinismo”.
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