Víctima de una dolencia crónica
RUBEN
DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Sabíamos
que estaba delicado de salud, pero no tan grave como para dejarnos este miércoles
del plano terrenal. Fue todo un personaje de este ambiente que “tocó” todos los
palos que en el toreo alguien apasionado puede albergar. Fue novillero, hombre
del lio del toro, pero pasará al recuerdo como aquel que con su pluma se destacaría
con el garbo y limpieza de prosa, de quien disfrutaba dejar escrito lo que pensaba
de esta bella fiesta que llevaría en su corazon hasta que dejaría de latir.
Se
trata de Jesús Alberto Araujo Contreras, conocido entre todos, amigos
y conocidos como “Castoreño”, quien este miércoles a mediodía se conocía
su fallecimiento en la ciudad merideña de Tovar, a la edad de 72 años, los últimos
de los cuales los pasaría aquejado de una larga dolencia conocida como “gota”
que incluso le había imposibilitado su deambulación. Aún así, continuaba al
tanto de toda la actualidad taurina, alejado de lo que fue su pasión por más de
medio siglo, primero como novillero y luego como hombre de medios, escritos,
radiales e incluso televisivos en la ciudad de Mérida, donde se hizo un nombre
y firma propia de sus crónicas, ese que le distinguía entre quienes tuvieron el
privilegio de escribir en los principales diarios impresos que en una época
hubo en la urbe emeritense.