En la lidia de utreros de Los Aranguez
Grandes expectativas tejidas en torno al abono taurino tovareño que esta noche da comienzo. Aníbal García Soteldo |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
TOVAR
(Enviado Especial).- Se abre formalmente el ciclo taurino en honor a la
Virgen de Regla. Es la tradicional feria de Tovar, la conocida Sultana del
Mocotíes, que alberga larga tradición taurina y que en parte se sostiene en el
calendario taurino nacional, a pesar de las condiciones que vive al país. Es la
gran apuesta y estreno de un gran aficionado de carácter mediático como es el
beisbolista retirado Johan Santana, arropado de una legión de asesores, que bien
o mal en este estreno marcarán su permanencia o no en el apartado empresarial
taurino, nada fácil, pero con la ventaja de contarse con la solvencia económica
que le hace falta a la mayoría o casi totalidad de empresarios que se dicen así
llamar en la actualidad.
Esta noche con un recinto renovado y cuidado bajo
el empeño del mismo Santana por ver la plaza de su estreno como lo que siempre debió
ser, la plaza de toros más singular y polifuncional de las que se tenga en el
circuito venezolano, se abre el serial con la acostumbrada novillada, la del
santacolomeño hierro de Los Aranguez, un clásico dentro de la cabaña brava
nacional, el cual de la mano del joven ganadero Jesús Riera le ha devuelto con
gran empeño y selección, nuevos aires de gloria, esos que siempre atesora para
toreros puestos y dispuestos. Que lo digan Tomás Campuzano, César Rincón,
Alejandro Silveti, todos unos consumados expertos en su entendimiento.
Para esta esta noche, estarán haciendo paseíllo,
en vitrina de lujo como es la cita tovareña los jóvenes espadas locales José
Gutiérrez, Gabriel González, Alejandro Arellano, Luis Rosales, Cleiderman
González, el mexicano Arturo de Alba y el peruano Rodrigo González.
Y para ello la ambición del triunfo y los deseos de
gloria son la baza para sacar de análisis ante las escasas oportunidades que se
plantean para la cada vez minoría de novilleros que se atreven apostar por una profesión
de tal responsabilidad como es la de ser torero en un país en las actuales
condiciones taurinas.
Este viernes comienza el periplo de las tres
corridas de toros, donde los toros del veterano ganadero Don Hugo Domingo
Molina serán la baza principal en par de festejos previstos tras la caída del
hierro de Campolargo a última hora. Conocida es la trayectoria de los hierros
de Rancho Grande y El Prado además de La Consolación a lo largo de casi cuatro décadas
de continua presencia en arenas nacionales. Se añade la presentación de los
toros de San Antonio, quien vienen de una racha este año de escasa trascendencia
en plazas como San Cristóbal y Mérida donde los pupilos del joven ganadero
Edgar Varela dejaron en debe su casta y recorrido cuando las expectativas eran de
muchísimo optimismo a su estreno en febrero del 2017. Esperemos que en el ruedo
de Tovar se rediman.
Para el viernes los nombres de los toreros
españoles Daniel Luque (único espada que repite en el abono) y Alberto Lamelas estarán
ofreciéndole la alternativa al espada valenciano Leonardo Buenaño, una novedad
por conocer y que se espera justifique su discutida inclusión en la cita ferial
tovareña. El sábado la novedad de la Corrida Goyesca, nuevamente con Luque contando
con Rafael Orellana, hacen que dicha singularidad marque el foco de atracción en
la tarde meridiana de la edición de este año. Y la del cierre este domingo, la
terna la componen los espadas nacionales Tomás Martínez y César Valencia, ambos
con el compromiso irreductible de triunfar, junto a un ambiciono gaditano
Manuel Pérez Mota, para quien su mejor tarjeta de presentación fue la pasada
corrida del Martes de Carnaval en la Feria del Sol, donde saldría en hombros de
la afición emeritense.
Visto así, solo queda que la suerte y el éxito se reparta
por igual. ¡¡¡Que suenen clarines y timbales Señoras y Señores!!!
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