La pregunta brota de sí misma, del cúmulo de
contradicciones que encierra la reiteración de tantos tópicos manidos acerca de
la afición sevillana que los que saben no se cansan de repetir: que si sabía
aunque también caprichosa; que si sensible pero a veces castigadora; que si
localista y a la vez justa; que si exigente y, de súbito, manirrota; que si
harto profunda, perdonando eventuales señales de superficialidad; que si
silenciosa por atenta o, en ocasiones, simplemente por aburrida; que si
enamorada de su toro aunque tolerante con el novillote, que si mucho pero poco,
que sí pero no…
¿Cómo lidiar con un pez que se muerde la cola tan
a menudo? No toca decidirlo al columnista, pero si está comprometido a, cuando menos,
exponer una a una las razones de su perplejidad.
La
Sevilla solemne
Para su famosa afición, la corrida del domingo de
Resurrección llega revestida de una ritualidad litúrgica y con ese ánimo es que
llenan la Maestranza. Luego resulta –la historia lo dice bien claro– que los
festejos de esa fecha suelen disolverse en la nada y la tarde más soñada del
año se les escurre como agua entre los dedos, casi siempre por culpa del
ganado. Menos mal que, esta vez, hubo dos toreros que se sobrepusieron al mal
juego de las reses de Matilla (Olga Jiménez) y hasta cortaron una oreja cada
uno –Castella y Roca Rey– mientras Morante cargaba con su proverbial mala mano
para los sorteos. Pero, en conjunto, nada del otro mundo.
Que es lo que encierran casi todas las solemnidades,
el rito ocultando la nada.
La
Sevilla sabia
No ayudó a David de Miranda la polémica sobre si
"Tabarro", el quinto del memorable encierro de Santiago Domecq,
merecía o no la vuelta al ruedo. Pero ese fue un brote posterior, porque en lo
inmediato, la plaza entera solicitó y obtuvo para el torero de Huelva las dos
orejas del bravísimo ejemplar y le abrió la Puerta de Cuadrillas para que la
traspusiera en hombros. Tal vez para reforzar la calidad del toro, tan mal
evaluada desde el palco, varios sabiondos dieron en criticar al torero porque
"acompañó pero no toreó"; como si fuera posible que aquella embestida
desbordante de casta y clase pudiera haberse gobernado fingiendo el toreo.
Con semejante criterio hubieran acusado de insustancial
pegapases al mismísimo Manolete, y Miguel Báez Espuny, El Litri mayor, jamás
hubiera trascendido a torero importante a partir de sus orígenes tremendistas.
Lo que David de Miranda hizo, y muy bien, con poso y reposo y temple
formidables, fue un toreo de figura erguida y muñeca flexible que por lo visto
no figura en el vademécum de los profundólogos al uso, que invocan esa palabra,
profundidad, solamente si ven viajar los engaños a rastras, como si la hondura
fuera un dato técnico y no ese estado extático del alma torera que no hay
público que no perciba y sienta a fondo.
La
Sevilla xenófoba
Es bien conocida la sentencia esa de que "De
Despeñaperros para arriba se torea, y de Despeñaperros para abajo se
trabaja", que parecería digna de El Guerra si no excluyera también a los
cordobeses. Sólo que esta vez operó sobre otra geografía, la que se extiende al
otro lado del Atlántico. Feroz el rechazo a lo mucho bueno que hizo Roca Rey
con el quinto toro de Victorino Martín y una indiferencia no por gélida menos
agresiva hacia el quehacer del hidrocálido Leo Valadez, que, desconcertado,
poco hizo por su causa.
La
Sevilla justiciera
El otro triunfo por encima de cualquier intento de
objeción fue el del extremeño Miguel Ángel Perera con sus dos toros de El
Parralejo del miércoles 10. Bajo de alzada el primero pero muy alta la casta
codiciosa de que hizo derroche, con la buena fortuna de tener delante a un
auténtico maestro, dispuesto a plantarse con firmeza ejemplar y torear en toda
le extensión de la palabra. Y cuando la condición del astado fue muy otra –con
"Oloroso", un torrente de clase y alegría– Perera alargó
despaciosamente su ir y venir por ambos pitones y le redondeó un faenón sin la
menor mácula.
Naturalmente, la Puerta del Príncipe estaba loca
por abrirse, sin detenerse a averiguar si quien merecía cruzarla en triunfo era
sevillano, ruso o japonés. Era y es Perera, un grandísimo torero. Y contra eso
no hay vetos ni ninguneos que valgan
La
Sevilla impaciente
Y con razón, porque a la altura del quinto toro
era ya intolerable la mansedumbre del hato enviado a uno de los carteles
estelares de feria por Juan Pedro Domecq, para colmo de pobre presentación.
Esas palmadas de impaciencia, esos pititos, esa protesta sorda podrá no
condecir con los famosos silencios de la Maestranza pero estaba perfectamente
justificada.
La
Sevilla con paladar
El día de los juampedros hubo una ráfaga de
delicatessen cuando Pablo Aguado meció su capote, metió en él las cansinas
embestidas de su primero y bordó unas verónicas suavísimas, abrochadas con
media a cámara lenta: se sacudió el sopor de la tarde y se suscitó la
inmediata, enardecida respuesta del tendido. Fue apenas un instante, pero en
ese instante quedó contenida toda la fama que Sevilla tiene como catadora de
las esencias finas del toreo.
Volvería a suceder al día siguiente mientras Diego
Urdiales acariciaba con torería y verdad sin alardes la embestida de
"Pantomimo", hasta convertir en delicia estética la sosería del
primer Cuvillo del viernes 12. No la oreja, discutida por algún crítico
puntilloso, sino la lección magistral de arte por parte del riojano fue lo que
la Maestranza premió convencida.
La
Sevilla localista
Siempre se dijo que a nadie le cuesta más entrar
en el gusto de los sevillanos que al torero nacido lejos de Sevilla y sus
alrededores. Y viceversa. Que lo digan si no Daniel Luque –una puerta grande
demasiado ancha– e inclusive ese excelente proyecto de buen torero que es Borja
Jiménez, que no toreó mejor que Paco Ureña pero disfrutó de un trato diametralmente
opuesto el miércoles 10. Y ni hablar de Roca Rey, quién le manda ser peruano.
La
Sevilla sensible
Claro que la gesta de Manuel Escribano el sábado
13 lo ameritaba, pero no menos conmovedora fue la respuesta de la grada a la
actitud del torero –y aquí sí que nadie hable de paisanaje–, al salir de la
enfermería para jugarse la vida con un Victorino dispuesto a vender cara la
suya. Fue la lidia de mayor tensión y desnuda torería en lo que va de feria, un
capítulo para la epopeya en tiempos de lírica barata.
La
Sevilla reventadora
Cualquiera lo diría al escuchar cómo le pitaban a
Roca Rey el pecado de aguantar e imponerle su mando a fuerza de largueza y
temple al quinto cárdeno de Victorino, que al principio lo que quería era
revolverse y coger. Pitada amplificada al cruzar el ruedo el espada peruano
tras una actuación irreprochable con el par de alimañas que le tocaron.
La
Sevilla festiva
En el festejo de rejones, los tópicos relativos al
silencio sacramental y la sabiduría inmanente dejan su lugar al jolgorio y la
sevillana alegría. Así sucedió esta vez, con la fortuna de que Diego Ventura se
encontrara con un toro del Capea (San Pelayo) que le permitió redondear una
faena magistral, llena de arrebato y espectacularidad, pero espectacularidad
basada en el riesgo, el dominio y la inventiva, la soñada conjunción de
maestría y arte que subyace a cualquier manifestación de toreo grande. Cortó dos
orejas legítimas, dejando en escarceos menores los correctos desempeños de
Sergio Galán y Guillermo Hermoso de Mendoza.
Gran
momento ganadero
Antes de la pandemia veníamos acreditando la
subida de casta, clase y bravura de la ganadería española en general y ciertos
hierros en particular. Y con ello, el elevado nivel que estaba alcanzado el
toreo, en calidad y frecuencia, incluso tratándose de coletas menores. Luego
del obligado parón de 2020-21, catastrófico también para el campo bravo, los
productos del mismo acusaron una sensible baja. Pero tras la vigorosa
recuperación del año pasado –aún con baches e intermitencias, lo de este abril
sevillano ha sido notable.
Pensábamos que la excepcional corrida de Santiago
Domecq lidiada el martes 9 difícilmente sería superable, y no sólo por ese
impresionante heraldo de la alegría, la fijeza y el temple que fue
"Tabarro", el corrido en quinto lugar. Porque a su lado, hubo al
menos otros cuatro para cortarles las orejas y cantar sus cualidades durante
mucho tiempo –sólo tercero y cuarto desentonaron, sin ser mansos ni mucho
menos–.
Pero ahora no sabe uno qué pensar. Porque a las
veinticuatro horas, El Parralejo lidió otra corrida sobresaliente, con vuelta
al ruedo a "Oloroso", al que Perera le cortó las orejas, y cinco
ejemplares con variadas cualidades y mucho que torear. Y sin que desmerecieran
los de Núñez del Cuvillo el viernes 13 –con el pero de la deficiente
presentación de algunos– y menos aún los de Victorino Martín García que tantas
emociones depararon el sábado 13. Sin olvidar el bravo comportamiento de
algunos de los toros de Fermín Bohórquez lidiados en la modesta terna del
domingo 7, que incluyó tres ejemplares desorejados.
Paradójicamente, dos de los carteles que agotaron
el boletaje fueron torpedeados por el pésimo juego de los astados, los de
Matilla del domingo de Resurrección y, todavía peor, la mansada de Juan Pedro
Domecq del jueves 11. Pero aquí entran en juego las exigencias de las figuras y
sus apoderado, con su consabida imposición de divisas presuntamente
colaboradoras y nada molestas. Ambos encierros tuvieron mucho de lo segundo y
prácticamente nada de lo primero. / HORACIO REIBA | www.altoromexico.com
El Cardenal Baltazar Porras dio vuelta al
ruedo en Zamora tras el Encuentro de Capellanes y Sacerdotes cercanos a la
tauromaquia
En Zamora (España) se celebró el I Encuentro
Internacional de Capellanes y Sacerdotes taurinos en el que se dieron cita
capellanes de plazas de toros, sacerdotes aficionados a la fiesta, toreros,
novilleros. Y un cardenal dio la vuelta al ruedo, literalmente. Se trata del
Arzobispo de Caracas, y antiguo arzobispo de la ciudad de Mérida, Cardenal
Baltazar Porras, quien tuvo la oportunidad de ponerse frente a una vaca,
acompañado por un torero, en la plaza de tientas de la ganadería Toros
Villalpando.
Según testimonia a ACI Prensa, en el relato de
nuestro buen amigo, don Guillermo Rodríguez
Muñoz, en su página web, el Padre Víctor Carrasco, sacerdote de la Arquidiócesis
de Toledo y aficionado práctico (torea vestido de sacerdote, ya sea con
clériman o sotana), el pasado sábado 6 por la tarde, después de sucederse las
diferentes conferencias e intervenciones del evento, los participantes se
desplazaron a la ganadería: “Hubo un tentadero didáctico, en el que el cardenal
salió a dar unos pases también acompañado de otro torero”, explica.
Al terminar la “faena”, el Cardenal Porras dio “la
vuelta al ruedo junto con el maestro [José] Ortega Cano, entre ovaciones”,
refiere el Padre Víctor Carrasco, en una jornada en la que también bendijo la
primera piedra de un oratorio que se va a construir en la finca y descubrió un
azulejo conmemorativo de su estancia en el lugar.
El I Encuentro de Internacional de Capellanes tuvo
lugar en el seminario de Zamora, a donde acudieron los capellanes de diversas
plazas de toros de España, Portugal y América. En concreto, estuvieron
presentes los presbíteros designados por los correspondientes obispos para
velar por las necesidades espirituales de los cosos de Santander, Toledo,
Jerez, Ciudad Rodrigo, Castellón o la Maestranza de Sevilla en España, así como
de San Luis de Potosí o Tlaxcala, en México, y San Cristóbal en Venezuela.
En total, “casi 50 sacerdotes inscritos”, detalla
el Padre Víctor Carrasco, más otros de los alrededores de Zamora que se
hicieron presentes. En el coloquio que mantuvieron el sábado por la mañana,
destacaron la importancia de que el sacerdote se haga presente en la plaza y
que su figura sea valorada por las autoridades y los empresarios de las plazas.
En España hay alrededor de 15 capellanes de plazas
de toros con mandato eclesiástico. El último en acceder a esa condición ha sido
el Padre José Valtueña, de la Diócesis de Albacete, quien fue investido el
pasado 8 de abril. El Padre Alejandro Benavente, capellán de Santander, subrayó
que se trata de un oficio eclesiástico que “se ejerce para un fin espiritual”,
y por ello es importante tener un nombramiento oficial.
En este sentido, el Padre Víctor Carrasco añade
que son “las administraciones o los dueños de las plazas de toros quienes
tienen que solicitar al Obispado” la asignación de un capellán. “Los obispados
no se opondrán en ningún momento, sino todo lo contrario”, augura. Por su
parte, el capellán de Ciudad Rodrigo, el Padre Antonio Risueño, abundó en la
idea de que “ser torero es una experiencia profundamente teológica y
espiritual”.
Después llegó el turno de la disertación del
Cardenal Porras, quien compartió coloquio con el novillero toledano Esteban
Gordillo, que pertenece “a una familia muy católica”, según atestigua el Padre Víctor
Carrasco a ACI Prensa. El cardenal rememoró “sus experiencias, vividas tanto de
niño como en sus años de estudiante en Salamanca y Madrid donde cursó estudios
durante más de 8 años, paseándonos por los vericuetos intelectuales, académicos
y seculares de la Tauromaquia”, según refiere la Asociación Internacional de
Tauromaquia, quien además destaca la frase final de su intervención: “¡Lo que
ha unido la Fe y la Fiesta, que no lo separe el hombre!”.
El Padre Víctor Carrasco refiere que el purpurado
también reivindicó que el sitio del sacerdote también está en las plazas y
acompañando a las cuadrillas porque “no hay realidad humana en la que no
podamos estar”. Por otro lado, el Arzobispo de Caracas señaló: “Suerte que
tengo de ser cristiano y ser también aficionado a los toros», según el
testimonio del Padre Víctor Carrasco.
El Fandi, anunciado en la Feria de Tovar
David Fandila “El Fandi” ha dado el sí a la
empresa JSA Productions para ser parte de la baraja de toreros que harán el
paseíllo en la edición 2024 de la Feria de Tovar, Venezuela, a celebrarse los
días 6, 7 y 8 de septiembre.
Según recoge el portal taurino aplausos.es, este
anuncio de la empresa de Johan Santana, organizador del ciclo ferial en honor a
la Virgen de Regla de Tovar, se suma a los ya concretados de José Antonio
Valencia y Borja Jiménez, dando forma a una feria taurina que con el devenir de
los años se ha venido consolidando como una de las más importantes del
occidente del Venezuela, luchando a brazo partido con las de San Cristóbal y
Mérida.
Esperemos que la asistencia de aficionados a dichos
festejos mejore a lo que en las últimas ediciones ha tenido, a pesar de reunir
toreros de gran nivel en su carteles.
Agenda taurina para este fin de semana
Varias son las opciones que se tiene para este fin
de semana que marca el cierre de la Feria de Sevilla. De la misma manera las
televisoras autonómicas madrileñas y andaluzas, así como el canal mexicano UNICABLE,
se unen a la diversidad de festejos que tendremos ocasión de observar, en
horario venezolano.
Sábado 20. (12:00 del mediodía). TELEMADRID.
Toros desde Algete (Madrid). Copa Chenel. Toros de Los Eulogios y Monte La
Ermita para Cristian Pérez, Christian Parejo y Alejandro Mora.
Sábado 20: (12:00 del mediodía). CANAL
SUR TELEVISIÓN. Toros desde Atarfe (Granada). Novillada con picadores.
Semifinal del Circuito de Novilladas de Andalucía. Novillos de Murube para
Pedro Gallego, Peregrino y Javier Zulueta.
Sábado 20: (12:00 del mediodía). CASTILLA
LA MANCHA MEDIA. Toros desde Villaseca de la Sagra (Toledo). Novillada sin
picadores. Alfarero de Plata. Novillos de Antonio Sánchez y Sagrario Moreno
para Iván Rejas, Salvador Herrero, Dennis Martin, Roberto Martín, Eduardo Ruiz
de Velasco y Sergio Rollón.
Sábado 20: (12:30 del mediodía). ONETORO.
Toros desde Sevilla. Plaza de la Maestranza. Feria de Abril (Farolillos). Toros
de Victoriano del Río – Toros de Cortés para Juan Ortega, Roca Rey y Pablo
Aguado.
****
Domingo 21: (12:30 del mediodía). ONETORO.
Toros desde Sevilla. Plaza de la Maestranza. Feria de Abril (Farolillos). Toros
de Miura para David Fandila ‘El Fandi’, Manuel Escribano y Esaú Fernández.
Domingo 21: (11:30 del mediodía). CASTILLA
LA MANCHA MEDIA. Toros desde Casarrubios del Monte (Toledo). Novillada sin
picadores. Certamen «Promesas de Nuestra Tierra». Novillos de Mariano de León
para Ignacio Candelas, Sergio Cartas y Nicolás Cortijo.
Domingo 21: (7:00 de la noche). UNICABLE.
Toros desde Aguascalientes (México). Feria de San Marcos. Toros de José Barba
para Cayetano, Luis David, Armillita IV.
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