RUBEN
DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
San
Cristobal (Táchira) - Enviado Especial
Fotos:
Federico Montes
La
caída en el cartel de “El Fandi” ni un ápice hizo mella en el interés del
cartel de cierre de la Feria de San Sebastián de esta edición. Es más, le dejo
con mayor atractivo pues enfrentaría en buena lid, dos toreros de similares
condiciones, que no se dejaron nada en el hotel para agradar a un público que hizo
el milagro de una extraordinaria entrada a los tendidos, casi rozándose el
lleno, la mejor noticia de la feria. Para ello influía tambien el día, los ánimos,
y en especial, las ganas del aficionado y taurino en general de pasarla bien
ante un cartel de espadas banderilleros que asegura emociones.
Escribano
– Colombo, puede que se haya convertido en un cartel novedad para estas plazas ávidas
de toreros que generen interés y asi mismo arrastren público al tendido. sin mucho
pensarlo, pues reúne dos toreros con la emoción como premisa y en especial variedad
en su repertorio, tal y como se dejó en evidencia a lo largo de la función, en
cada uno de los toros y muy puntualmente en cada una de los momentos que compartieron
en el ruedo, que fundamentalmente sería en el tercio de rehiletes, donde dieron
rienda suelta a pares de rehiletes de todas las facturas, lo que mantuvo el interés
de los presentes de principio a fin.
Abrió
plaza un Manuel Escribano al que tuvo que pasar a primeras instancia un animal
de corto recorrido y endebles fuerzas, por ambos pitones, lo que hizo de esta insulsa
ante el criterio general de quienes se dieron cita. Compartieron tercio de banderillas
Escribano – Colombo, en tercio florido de condiciones y caballerosidad de ambos
coletas, con su particular estilo. Pero el toro marcaria el “freno de mano”
desde un principio lo que no dejó mayores opciones a Escribano que justificarse,
despachándole de estocada entera, trasera y tendida.
Su
segundo fue el más generoso en cuanto a recorrido, en especial por el lado derecho,
donde se decantó en sacarle los mejores momentos de lucimiento, llevándole a
media altura, cuidándole y “sobándole” para que no se aburriera el pupilo de don
Jesús Riera. Previamente se había lucido con el capote en quite por chicuelinas
templado, e igualmente en banderillas Manuel se dejaría ver en tres pares de exposición
y facilidad al clavar. El espadazo traserito y tendido, valió para que se le
premiara con generosidad de las dos orejas, por un palco presidencial que no
del todo estuvo a tono con medir y cualificar lo acontecido en el ruedo.
El
que cerraba su lote, literalmente no sirvió ni para poder justificarse
Escribano, pues tras el puyazo recetado se paró literalmente, por ninguno de
los pitones hubo opción, por lo que el desencantó del rubio coleta no fue menos.
El certero volapié, en todo lo alto, valió para que se le enviara sin pena ni
gloria a las mulillas, y con tras ello solicitar el escurrido y cariavacado sobrero,
animal que seguiría la tónica de sus hermanos anteriores, con el aliciente de
casi Escribano montársele en los pitones, por intentar lucimiento de cara a la galería.
Nuevamente el volapié tendido y traserito surtió efecto, para de esta manera
cortar una más que cariñosa orejita de consolación, asi de simple.
Jesús
Enrique “Colombo” ha salido desde el minuto 1 del festejo con el cuchillo entre
los dientes, asi se puede sacar análisis a lo que ha sido el contexto de la
tarde, la misma que contó con una faena ante su primero del lote, donde apostó
por no dejar resquicio alguno a que el toro se viniera abajo, a pesar de marcar
prontamente querencia a tablas, donde se fue hacer faena de muleta y extrajo
tandas con muletazos de todas las formas y maneras posibles. Anda, que el
hombre sacó partido de cada embestida, sosota y a de escasa emotividad lo que
hizo que la emoción la colocara el torero de Táriba. La estocada será valdría
para el corte de las dos orejas y la posterior inconcebible vuelta al ruedo al
toro en el arrastre, cosas veredes diría Sancho…
La
faena al que hizo cuarto, anovillado y muy escaso de pitones, fue de nuevo mero
paseo para “Colombo”, al que de nuevo en banderillas se le aprecio con una facilidad
insultante. Vino luego con la pañosa un trasteo de cara a la galería, frente a
otro toro que se vino a menos y con ello los recursos técnicos de un Jesús
Enrique modo “solanera”, para de espadazo trasero cortar una oreja.
Y
con el que cerró su lote, con la hora encima, pues tocaba tomar maletas para
viajar a México y estar presente en Merida, de nuevo “Colombo” se jactaría en hacer
lucir en capa y banderillas un toro que se vino a menos, donde la variedad y
deseos de agradar vendría a complementar lo que le faltaba al toro, que ya de
por sí era bastante. El certero espadazo traserito hizo que doblara el toro y
con ello el corte de otra oreja, la cuarta de un botín que le hizo retirarse de
la plaza, momentos antes cuando Escribano esperaba lidiar el de regalo, de allí
que no compartiera la salida en hombros al final del festejo.
Asi
culmina una tarde, otra feria que tuvo sus matices, sus cosas a destacar como
otras a censurar. Ya vendrá el momento del análisis respectivo, por lo pronto,
me quedo con lo que en la retina me dejaron un Luque y De Justo la tarde
anterior, que ya es palabras mayores a lo que se vio en el resto del corto
serial sancristobalense.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Hugo
Domingo Molina” de San Cristobal.
Sábado 27 de enero de 2024. III corrida
de feria
Con poco más de tres cuartos de
plaza, (aproximadamente 14 mil personas), en tarde entoldada y fría se han
lidiado siete toros de la ganadería LOS ARÁNGUEZ (Jesús Riera), discretos de presentación,
parados y a menos en la muleta, siendo premiado con una inaudita vuelta al
ruedo el corrido en 2º lugar de nombre «Sabueso» Nº 51 de 445 kilos.
Pesos: 445, 445, 430, 430, 430, 440
y 445 kilos.
MANUEL ESCRIBANO: (Berenjena y oro con cabos blancos):
Silencio tras aviso, dos orejas, silencio y oreja en el de regalo.
JESÚS ENRIQUE “COLOMBO”: (Gris plomo y oro con remates
blancos): Dos orejas, una oreja y oreja.
Incidencias: Destacaron en la brega Eduardo
Graterol y en varas, el medido puyazo de Carlos Álzate al lidiado en 7º lugar.
*** Actuó de sobresalientes de ambos espadas el novillero emeritense Carlos
Sulbarán.
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