Problemas logísticos hicieron a última hora
el cambio de fecha
Bártulos y espuertas a la espera de que se reinicie la temporada taurina nacional, por encima de las vicisitudes de combustible y servicios que padecemos los venezolanos. Foto: José León |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Sería este miércoles en horas de la tarde, cuando comenzaría
a circular el rumor por las RRSS, hasta que altas horas de la noche confirmamos
el hecho: se posponía para el sábado 24 de junio la corrida. Eran las palabras
de Gabriel Manfredi, máximo presentante de la Empresa Taurina Hermanos Manfredi
López, quienes en sociedad con la Empresa Taurina Hermanos Rodríguez Jáuregui, son
los responsables de la organización de la corrida extraordinaria de la cita vigíense.
Varios factores dieron al traste con tal decisión.
Explicadas cada una, se llegó a la conclusión general de la necesidad logística
que acarrea un evento de magnitudes mayores para una ciudad donde se lleve a
cabo y que de alguna manera son necesarios. Al final, todo queda en siete días
más de espera, para ver el cartel compuesto por los diestros a pie Jonathan
Guillén, Fabio Castañeda y Antonio Suarez, además del rejoneador Francisco
Javier Rodríguez, en la lidia de un encierro de las ganaderías de El Capiro y
Rancho Grande / El Prado.
Tal y como reafirma el propio Manfredi, es incluso
una fecha mucho mejor que la que teníamos para este sábado, pues está el puente
del Día del Padre, así como otros eventos, entre ellos un campeonato nacional de
Rustí Trial y Piques Fangueros, lo que de alguna u otra manera le hacía
complicado para el público, no el taurino.
El festejo tendría como escenario el gimnasio de
boxeo dentro del Complejo Deportivo “Carlos Maya” de la calurosa capital del
municipio Alberto Adriani, el cual acondicionarían para tal fin con un ruedo
acorde a las exigencias que impone la normal lidia, así como palcos VIP,
aprovechando al máximo las comodidades y moderna estructura, que nos evitaría
inconvenientes como la lluvia o el viento.
Exitosa reinauguración de la placita de toros de Chiguará
Notable éxito el que se anota la fiesta brava
merideña, con el rescate por parte de la actual labor de COREMER, de la Plaza
de Toros de Chiguará, enclave que se encuentra en lo que en su conjunto es el Parque
de Exposiciones “Rolando Sandia”
levantado por allá a comienzos de la década de los ’90 por el gobernador Jesús Rondón
Nucete, tal vez el mandatario regional que más obras a la fiesta brava le ha
hecho en sus poco más de 6 años que tuvo regentando el Palacio de la Calle 23.Los
hechos hablan por sí solo.
Lo cierto es que la actual COREMER se le agradece
el gesto de traer de nuevo “a la vida”
este singular recinto que también sirve para exposiciones de caballo de paso y
otros eventos más que bien le darían trascendencia al municipio como resultó
este pasado martes, cuando se llevó a cabo el festival taurino extraordinario
en honor a San Antonio de Padua, en la lidia de reses de la ganadería El Trébol,
para el matador emeritense Jonathan Guillen, así como la participación de varios
y destacados alumnos de las escuelas taurinas de Mérida y Tovar, lo que hizo de
la tarde entretenida y especial, pues representa el de nuevo contar con un
ruedo de gran afición, por donde han desfilado numerosos espadas de gran
renombre en la torería merideña, a lo largo de sus casi 30 años de haber sido inaugurada.
Esperemos que no sea el único festejo que tenga
lugar, pues ello repercute en el fomento y difusión de la fiesta brava, tan
necesaria en estos instantes donde por una u otras razones el lio del toro es
un galimatías de intereses y obstáculos a vencer.
Iván Fandiño: Seis años sin el “León de Orduña”
Interesante la nota que realiza el Lic. Víctor Eduardo
Ramírez “Vitico”, sobre la trágica desaparición este sábado 17 de junio de
2017, exactamente hace 6 años, en la plaza de Aire Sur L’ Adour (Francia), del
matador Iván Fandiño, quien sufriría una cornada mortal al hacer un quite por chicuelinas
al toro “«Provechito», número 53, negro del hierro de Baltasar Iban, tercero de
la tarde, nacido en marzo de 2013, primero del lote de Juan del Álamo, en
festejo que completaba el francés Thomas Dufau.
La suerte, esa que tanto se menciona en este mundo
de los toros ese día no acompañó a Iván que tropezó con el capote al hacer el
quite y ya en el suelo el toro hizo por él, hiriéndole en el costado derecho.
Vestido de canela y oro, el diestro vasco abrió la trágica tarde con una buena
faena al toro «Camarito», número 25, castaño, al que cortó la última oreja de
su vida, que paseó en triunfal vuelta al ruedo. Oreja que regaló al niño Mathys
que la recibió feliz. Nadie podía sospechar en ese momento que Fandiño daba su
postrera vuelta a un ruedo.
Se da la curiosa y escalofriante circunstancia que
once meses antes había fallecido en Teruel por una cornada, Víctor Barrio,
exactamente igual que en el caso de Francisco Rivera “Paquirri” y José Cubero
“Yiyo” tres décadas antes. Andando el tiempo resulta premonitorio el brindis
que Iván Fandiño, vestido de verde esmeralda y oro hizo en Valdemorillo el 4 de
febrero de ese 2017 al padre de Víctor Barrio al que dijo estas palabras: “Padre
de torero grande, este brindis es una m… porque seguramente no cambia nada,
pero lo que sí te puedo decir es que tu hijo ha dignificado nuestra profesión y
gracias a él nosotros nos podemos sentir muy orgullosos y defendidos en todo el
mundo ahora también es cierto una cosa, él está en la gloria donde la mayoría
de los mortales sueñan estar y jamás podrán, va por ti”.
Iván Fandiño se presentó en Venezuela en San
Cristóbal el viernes 25 de enero de 2013 en la XLIX Feria de San Sebastián
alternando con Juan José Padilla y Gregorio Torres “Maravilla”. Vestido de azul
rey y oro le cortó las dos orejas a su primero «Presumido», número 21 castaño
listón con 480 kilos de Rancho Grande, saliendo a hombros. Esa misma noche
toreó el tradicional festival nocturno a beneficio de la escuela taurina,
cortando las dos orejas a un novillo de Rancho Grande.
El 10 de febrero debutó en Mérida lidiando toros
de Santa Fe con Juan Bautista y El Califa de Aragua. De nuevo de azul rey y
oro, Fandiño cortó las dos orejas de su primer toro «Chicharrito», número 43,
negro con 425 kilos de Santa Fe abriendo la puerta grande.
En Valencia hizo su presentación el 15 de
noviembre, vestido de turquesa y oro, lidiando toros de San José de Bolívar con
Antonio Ferrera y El Califa de Aragua. Iván paseó las dos orejas de su segundo
toro «Refrenado» y al día siguiente actuó en Maracaibo, ataviado de caña y oro
para lidiar toros de Santa Fe con Antonio Ferrera, Javier Cardozo y Javier
Silva. Dos orejas cortó de su primero para cerrar su primera campaña en
nuestras plazas.
En 2014 actuó dos tardes en San Cristóbal los días
23 y 24 de enero, la primera sustituyendo a Enrique Ponce. Sin mucha suerte en
ese primer paseíllo, cortó una oreja la segunda tarde al toro «Engañoso» número
393, negro chorreado listón con 445 kilos, vestido de turquesa y oro,
alternando con Marcos Peña “El Pino” y David Galván. Esa oreja fue el último
trofeo que conquistó en nuestras plazas ya que en 2015 nuevamente en San
Cristóbal cerró su paso por Venezuela, el día 29 de enero, estoqueando toros
españoles de Hermanos García Jiménez, alternando con el rejoneador Diego
Ventura, David Fandila “El Fandi” y Fabio Castañeda. Grana y oro fue el vestido
que usó ese día y obtuvo dos respetuosos silencios tras despachar un lote de
poco juego.
Iván Fandiño en Venezuela toreó 7 corridas de
toros, en las que cortó 9 orejas, lidiando 14 toros y saliendo a hombros 4
veces, actuando también en un festival, siendo San Cristóbal con 4 corridas y 1
festival la plaza donde más toreó. De Venezuela se llevó el cariño de la
afición, la anécdota de que le llamó la atención que el recordado Jesús Fandiño
tuviese el mismo apellido y la amistad sincera de la gran aficionada merideña Clarisa
Garbati a la que brindó un toro vía televisión desde Pamplona.
Torero recio dentro y fuera del ruedo, toda su
vida fue apoderado por Néstor García que escribió el libro “Mañana seré libre” donde cuenta la historia de ambos por los
ruedos del mundo, teniendo un excelente trabajo estadístico a cargo de José
Miguel Arruego Muñoz donde se detallan corridas toreadas, trofeos, plazas en
las que actuó y premios recibidos. “El León de Orduña” toreó a lo largo de su
carrera 37 novilladas con picadores y
454 corridas de toros.
Iván Fandiño pagó el precio más alto al dar su
vida por el toreo, por ello siempre se le recordará como el héroe que es.
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