Este sábado en el marco del cumpleaños de
sus propietarios y aniversario de la ganadería
Cartel de lujo de aficionados prácticos el reunido este sábado en el restaurant El Mesón de la Carne. |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
En un ambiente festivo y familiar como pocos, así
se dio cita aficionados, taurinos e invitados especiales a la gran fiesta
campera que la familia Villanueva tuvo a bien realizar este pasado sábado en el
restaurant El Mesón de la Carne, donde se habilitaría un singular y coqueto
ruedo, propiedad del conocido subalterno Víctor Meléndez, en la que se lidiaron
vaquillas y erales de la ganadería El Rocío, hierro propiedad de la propia
familia Villanueva, quienes por 17 años han llevado con afición y entrega
absoluta su pasión por la fiesta brava.
Sería además motivo para celebrar el cumpleaños de
quienes son alma y vida en este proyecto de enorme pasión, como lo son padre e
hijo, me refiero a los Drs. César Villanueva (ambos del mismo nombre), el cual
acompañados de un selecto cartel de aficionados prácticos, se jactaron de
disfrutar las nobles y pastueñas embestidas de las vaquillas y erales reseñadas
para tal efemérides.
Es así como vestidos a la usanza campera, harían
el paseíllo los destacados aficionados prácticos Norvis Cariel, Cesar
Villanueva padre, Augusto Rodríguez Jáuregui y el novillero maracayero Eduardo
Ulpin “El Llanerito”, quienes disfrutarían de una gran velada de toreo, en
familia, que finalizaría posteriormente con el amenizaje de una destacada orquesta
el cual instrumentó los más conocidos y asolerados pasodobles, que dieron después
motivo a que se reconociera a los diestros actuantes con réplicas de la Virgen
de Rocío como muestra del agradecimiento por sus respectivas actuaciones.
No solo fueron meras lidias en un marco festivo,
actuaciones preñadas de espontaneidad, improvisación y en especial
personalidad, las mismas que con capote y muleta se encargaron de plasmar los
espadas mencionados.
Sirve este hecho para ir poco a poco despertando
del largo letargo a la afición taurina valenciana, la misma que observa con
incredulidad como sus gobernantes han dejado al expolio absoluto la que fue la
plaza de toros más bella como lo fue la Monumental “Bernardo Valencia” de dicha
ciudad, la que en los actuales momentos vive el terrible e infortunado destino de
la indiferencia.
Sabroso muletazo por bajo del reconocido aficionado César Villanueva padre, a la vaquilla de su propio hierro. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario