domingo, 30 de julio de 2023

DESPEDIDA - El Juli dice adiós a los ruedos tras 25 años como máxima figura del toreo: "Hasta siempre"

Lo anuncia en un comunicado en el que expresa la "decisión de dejar de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada"; la corrida del 1 de octubre en la feria de San Miguel de Sevilla será la última.

ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario EL MUNDO de Madrid

Julián López "El Juli" dice adiós al toreo tras 25 años como máxima figura del toreo. Aquel niño precoz que deslumbró al mundo para rendir todas sus plazas convertidas el maestro ha decidido concluir su carrera de manera indefinida, según ha anunciado en un comunicado emitido esta misma mañana.
 
"En esta etapa longeva e intensa ha habido de todo, aciertos, errores, triunfos, fracasos, cornadas... pero después de vivirlo todo, queda en mí un fondo de satisfacción y agradecimiento a la vida por sentirme grande en una profesión tan dura y difícil", dice el maestro en su comunicado. Que no cierra puertas al futuro, pero es lo que es: "Esta noticia no es una retirada, es el final de una etapa que por cierto ha sido maravillosa. Sobre el futuro sólo el tiempo dirá".
 
El Juli toreará su última corrida el 1º de octubre en la Feria de San Miguel de Sevilla, donde ostenta el récord de Puertas del Príncipe -nada menos que siete, una de ellas con el indulto de Orgullito incluido-, en un cartel que compartirá con Morante de la Puebla y Daniel Luque. Los toros serán de Garcigrande, su ganadería de cabecera, para cerrar el círculo. El día anterior se despedirá de la plaza de toros de Madrid en la feria de Otoño.
 
Coincide su decisión con la fecha redonda de su 25 aniversario de alternativa (Nimes, 18/09/1998), cuando ya se encaramó en lo más alto del toreo, sino venía ya ahí montado desde sus años de novillero, forjado en el exilio de México por cuestiones de edad. El tirón de El Juli con los públicos, un auténtico fenómeno de masas, llenaba las plazas desde la Monumental de México a su despedida de novillero en Madrid (13/09/98) con seis novillos en solitario.
 
De la posibilidad de una despedida hablaba a principios de año con Raúl del Pozo en aquel encuentro de maestro a maestro:
 
R.D.P. ¿Cuántas veces has rumiado la idea de retirarte cuando cumplieras 25 años en la cima?
E. J. Es algo que he pensado mucho. Lógicamente esto se tiene que acabar en algún momento. Vivimos una profesión en la que puedes decidir cuando terminas o decidirlo un toro. La meta de los 25 años sonaba bien. «Estar un cuarto de siglo en figura es algo que poca gente ha podido hacer», me repetía en esos juegos mentales. Seguiré. Pero, en cierto modo, sí que es una frontera, concluye una cierta etapa de mi vida. No especulo con una retirada. La tauromaquia necesita otros líderes y creo que los hay. Ese conglomerado de lo que ha significado El Juli, con lo bueno y lo malo, los aciertos y los errores, debe llegar a un final. En ese sentido, será un paso a un lado.
 
El maestro de la contraportada de EL MUNDO también le decía al maestro de los ruedos esto: "A los grandes toreros hay que verlos en sus inicios y en su final, dice un clásico. Esos dos puntos se tocan y cierran un círculo: la armonía del Juli niño con la armonía de su madurez".
 
Y el otro, el torero, respondía: "Los momentos finales se acercan al más virgen de los principios porque en ellos fluye tu verdadero sentido como torero. Los criterios mercantiles te mediatizan durante muchos años. Esto no es un arte como la pintura. Aquí tienes que cortar orejas todos los días, triunfar, ser el mejor, y eso te limita como artista. Cuando escapas de la presión, vuelves a tus raíces y regresas al verdadero sueño de lo que te hizo ser torero".
 
En un cuarto de siglo ha tenido ocasión de torear con toreros y figuras de diferentes épocas. Desde Antoñete, Curro Romero, Manuel Benítez "El Cordobés", Eloy Cavazos, Armillita, Espartaco, Paco Ojeda, Emilio Muñoz, César Rincón; Manzanares, Méndes, Ortega Cano; pasando por Joselito, Ponce, Rivera Ordóñez, Cristina Sánchez, Jesulín o Caballero, hasta llegar a los que siguen en activo.
 
Ha concedido 45 alternativas. Y en 127 ocasiones se ha medido con otro torero en mano a mano.
 
En cuanto a ganaderías, Julián López "El Juli" ha lidiado toreros de prácticamente todos los encastes. Toros de Miura, Adolfo Martín, La Quinta, Partido de Resina, Samuel Flores, Atanasio, Baltasar Ibán, Torrestrella, Osborne o Victorino Martín (la de Valladolid será la séptima ocasión en la Julián se anuncie con la divisa de Galapagar).
 
Las ganaderías que más veces ha lidiado son: Garcigrande/Domingo Hernández, Victoriano del Río, Daniel Ruiz, Núñez del Cuvillo, Torrealta y Alcurrucén.
 
Hasta la fecha, El Juli ha actuado en 1851 corridas de toros, ha lidiado 3895 toros, cortando 2863 orejas, 97 rabos, saliendo en hombros en 955 ocasiones e indultado 31 toros.
 
Dieciséis veces se ha encerrado con seis toros en solitario, siendo la número 17 la del próximo 16 de agosto en el regreso a los toros a Gijón, donde se anuncia con toros de Garcigrande, Daniel Ruiz y La Quinta.
 
Se va uno de los toreros más importantes de la Historia del Toreo.
 
Hitos de El Juli, aquel niño prodigio que se convirtió en maestro rindiendo todas las plazas del mundo
 
El Juli ha sido un caso único en la historia de la tauromaquia por la precocidad con la que se encaramó en lo más alto ya desde niño, cuando llamaba la atención de los profesores de la Escuela de Tauromaquia de Madrid. Su maestro, Gregorio Sánchez, decía cuando dirigía las clases de aquel pequeño de 10 años: "No tengo nada que enseñarle".
 
La carrera de El Juli se ha movido siempre en la cúpula, siempre en figura, sin bajarse nunca de esa condición, cuando deslumbraba a propios y extraños. Los últimos miembros de la dinastía Bienvenida, Ángel Luis y Juanito, lo seguían por los pueblos en su etapa de becerrista, antes de su marcha a México.
 
Las cifras que jalonan su currículo asustan: ha actuado en 1851 corridas de toros, ha lidiado 3895 toros, cortando 2863 orejas, 97 rabos, saliendo en hombros en 955 ocasiones e indultado 31 toros.
 
Julián López Escobar nace en Madrid, el 3 de octubre de 1982. Es el menor de tres hermanos, Manuela e Ignacio. Su madre es originaria de Villamuelas (Toledo) hija de modestos empresarios taurinos de la provincia. Su padre, de mismo nombre y apodo, fue un novillero de Cazorla (Jaén) a finales de los años 60 e inicio de los 70, aunque tuvo que dejar la profesión por un percance que le afectó la visión en un ojo.
 
El Juli, de temprana afición al mundo de los toros, da su primer capotazo a una becerra a los 8 años en la fiesta campera por su primera comunión. Pide a sus padres que le inscriban en la Escuela de Tauromaquia de Madrid. Y a los 10 años estoquea su primer becerro en el pueblo de su madre.
 
Su precocidad impresiona a sus profesores de la escuela y en especial al maestro Gregorio Sánchez. Tras sus primeras actuaciones en público los profesionales y aficionados, especialmente de la provincia de Madrid, no salen de su asombro ante sus prodigiosas aptitudes para el toreo.
 
Al no poder debutar con picadores en España por motivos de su corta edad, decide junto a su padre viajar a México. Tras unos primeros meses muy difíciles alejado de su madre y hermanos, su carrera toma un rumbo triunfal el 3 de agosto de 1997, cuando indulta al novillo "Feligrés" en la Monumental de México. Inmediatamente se convierte en todo un ídolo en el país azteca, donde actúa en casi 100 novilladas (torea hasta 3 festejos en un mismo día), siete de ellas en la plaza México, llenando plazas y logrando triunfos apoteósicos, como las cuatro salidas en hombros en La Monumental o el indulto de 5 novillos.
 
Con la vitola de sus triunfos al otro lado del charco, se presenta en España en la temporada 1998 confirmando la expectación. Sale en hombros en prácticamente todas las plazas donde actúa, como Sevilla o Madrid, donde el 13 de septiembre se presenta y cuelga el cartel de "no hay billetes" para lidiar seis novillos en solitario.
 
Es un torero completo en todos los tercios, y además trae la frescura de más de 30 quites diferentes con el capote, algunas aprendidas en México, otras inventadas por él como las lopecinas o las escobinas (bautizadas así en honor a los apellidos de sus padres) y recuperando suertes antiguas.
 
Con una expectación histórica toma la alternativa a los 15 años de edad en Nimes (Francia) el 18 de septiembre de 1998 de manos de José María Manzanares y con Ortega Cano de testigo. La corrida, televisada en directo por Televisión Española es todo un éxito. El Juli se convierte, aparte del matador de toros más joven de la historia, en un fenómeno de masas. Se suceden los reportajes y las entrevistas, graba anuncios de televisión y es un ídolo de la juventud y de las adolescentes. Trae mucha gente nueva a los toros y llena plazas como no se recordaba desde la época de Manuel Benítez "El Cordobés".
 
Figura del toreo desde el primer momento, El Juli comienza una época frenética en Europa y América (en 1999 torea un total de 161 corridas). Los siguientes años son igual de intensos y de apoteósicos, aunque sufre varios percances y cornadas, como la de Bilbao en la cara.
 
Tras su histórica faena en el Palacio Vistalegre de Madrid el 4 de octubre de 2002 al toro "Desván", El Juli se plantea un giro a su trayectoria para ahondar en su tauromaquia. Decide dejar la suerte de banderillas y reducir el número de festejos, aunque sin dejar de asumir su posición de máxima figura del toreo.
 
Aun siendo también años exitosos, es una época de transición artística que culmina el 23 de mayo de 2007 en la plaza de toros de Las Ventas, cuando cuaja al toro "Cantapájaros", de la ganadería de Victoriano del Río, y sale en hombros por la puerta grande.
 
Cada año es declarado triunfador de la temporada taurina o no se baja del virtual pódium de triunfadores. No conoce plaza de toros del mundo de la que no haya salido por su puerta grande. En Francia obtiene datos aplastantes, como en los anfiteatros romanos de Nimes (85 orejas, 3 rabos y 26 puertas grandes) o Arles (49 orejas, 5 rabos y 18 salidas en hombros por la puerta grande). En América conquista cada país taurino, especialmente México. En la Monumental de México, el coso más grande del mundo, cuaja faenas inolvidables, corta dos rabos, indulta otro toro y en 17 ocasiones sale en hombros como matador de toros.
 
En España, en las plazas de primera categoría que El Juli lidera en el siglo XXI, destacan las cuatro puertas grandes en Bilbao, donde es un torero predilecto como le demostraron en 2002 con un multitudinario homenaje en el teatro Arrieta. También las 19 veces que sale en hombros de la Monumental de Barcelona (una plaza muy querida por Julián que fue despojada de libertad por los antojos políticos) o la docena de puertas grandes en Pamplona durante los sanfermines. En las demás plazas de primera sus datos son igual de asombrosos, como en Valencia (18 puertas grandes), Zaragoza (cortó un rabo en el año 2000), San Sebastián, Málaga, Córdoba...
 
Pero es en Sevilla donde supera todos los registros conocidos. Es el matador de toros con más Puertas del Príncipe de la historia. Nada menos que siete, destacando la tarde del 16 de abril de 2018 tras indultar al toro "Orgullito", de Garcigrande.
 
También en Sevilla, en el año 2013, sufre la cornada más grave de las 18 que tatúan su cuerpo. Un toro le parte la femoral y El Juli vive momentos dramáticos. Hasta tres veces le tuvieron que intervenir la pierna.
 
Con todo y con todos. En estos 25 años de alternativa, Julián López "El Juli" ha lidiado toros de 288 ganaderías y ha hecho el paseíllo con 485 toreros diferentes.
 
En un cuarto de siglo ha tenido ocasión de torear con toreros y figuras de diferentes épocas. Desde Antoñete, Curro Romero, Manuel Benítez "El Cordobés", Eloy Cavazos, Armillita, Espartaco, Paco Ojeda, Emilio Muñoz, César Rincón; Manzanares, Méndes, Ortega Cano; pasando por Joselito, Ponce, Rivera Ordóñez, Cristina Sánchez, Jesulín o Caballero, hasta llegar a los que siguen en activo.
 
Ha concedido 45 alternativas. Y en 127 ocasiones se ha medido con otro torero en mano a mano.
 
En cuanto a ganaderías, Julián López "El Juli" ha lidiado toreros de prácticamente todos los encastes. Toros de Miura, Adolfo Martín, La Quinta, Partido de Resina, Samuel Flores, Atanasio, Baltasar Ibán, Torrestrella, Osborne o Victorino Martín (la de Valladolid será la séptima ocasión en la Julián se anuncie con la divisa de Galapagar). Las ganaderías que más veces ha lidiado son: Garcigrande/Domingo Hernández, Victoriano del Río, Daniel Ruiz, Núñez del Cuvillo, Torrealta y Alcurrucén.
 
Hasta la fecha, El Juli ha actuado en 1851 corridas de toros, ha lidiado 3895 toros, cortando 2863 orejas, 97 rabos, saliendo en hombros en 955 ocasiones e indultado 31 toros.
 
Dieciséis veces se ha encerrado con seis toros en solitario, siendo la número 17 la del próximo 16 de agosto en el regreso a los toros a Gijón, donde se anuncia con toros de Garcigrande, Daniel Ruiz y La Quinta.
 
Actualmente disfruta del mejor momento de su carrera en Madrid, donde pasó de ser un torero muy exigido a disfrutar de la entrega del público madrileño gracias a las grandiosas faenas realizadas los últimos años. Especialmente con la tarde de la pasada temporada ante la corrida de La Quinta, donde se desbordaron las emociones con una faena histórica que marca su trayectoria.
 
Premiado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la de la Comunidad de Madrid, El Juli creó en la plenitud de su carrera una Fundación y una Escuela Taurina donde ayuda a jóvenes promesas del planeta taurino a conseguir sus sueños. También se compró una finca en Olivenza (Badajoz) donde creó la ganadería El Freixo. Allí vive actualmente con su familia: su mujer Rosario y sus tres hijos: Rosario, Fernando e Isabel.
 
Este año cumplía 25 temporadas como matador de toros, siempre como máxima figura del torero y sin dejar de asumir la responsabilidad de su posición. Un caso inédito en la historia de la tauromaquia.
 
Cornadas y faenas históricas de El Juli
 
La trayectoria de Julián López "El Juli" se ha movido en muchas ocasiones por emociones extremas. Desde el dolor de la cornada hasta la faena apoteósica. Afortunadamente han sido muchas más de esto último, pero en el cuerpo del maestro de Madrid queda constancia de la dureza y de la verdad del toreo. 18 cicatrices y varias fracturas y lesiones.
 
Especialmente sufridos fueron sus primeros años, tanto de novillero como de matador de toros. Su actitud de entrega total, su toreo atalonado y de poco paso para atrás hicieron que fueran incontables las volteretas sufridas, como las seis o siete la tarde en la que se presentó en Las Ventas en solitario, y también numerosos los percances.
 
Madrid, Málaga, Calahorra, Bilbao...
 
Pero sin duda la más grave aconteció unos años más tarde, en 2013. Fue en Sevilla, cuando un toro de Victoriano del Río le parte la femoral y El Juli vive momentos dramáticos. Hasta tres veces le tuvieron que intervenir la pierna.
 
Esa cornada llegó sólo unos días más tarde de una tarde apoteósica en La Maestranza, con una de las faena más intensas de su vida para la cual se solicitaron con ímpetu los máximos trofeos. Porque El Juli ha vivido con fuerza las dos caras de la fiesta. Y más allá de los triunfos, el toreo del diestro madrileño tuvo siempre una profundidad al que el paso de los años le ha otorgado la solera y la maestría que exhibe actualmente por los ruedos.
 
Nombres inolvidables
 
Varias de las faenas históricas de El Juli han sido en Las Ventas, donde curiosamente la estadística no refleja lo vivido por diferentes circunstancias, por polémicas decisiones presidenciales, pero sobre todo por la espada. Para el recuerdo quedan las obras inolvidables al toro "Hechicero" de Fuente Ymbro la tarde que se encerró con seis toros en solitario; "Novelero", un sobrero de Ana María Bohórquez; "Cantapájaros" de Victoriano del Río, un antes y un después en la trayectoria de El Juli; "Licenciado", de Alcurrucén (de esta misma ganadería fue el novillo "Afanes"); "Hospiciado", de Garcigrande; y otro astado de Justo Hernández, "Picante", al que bordó el toreo y cortó las dos orejas en el festival con el que regresaba la actividad taurina tras la pandemia. Pero quizá la más emotiva fue el pasado año al toro "Gañafote", de La Quinta, con el que hizo rugir a Las Ventas y se convirtió definitivamente en torero de Madrid.
 
En otra plaza de Madrid, el Palacio Vistalegre, es legendaria su faena al toro "Desván", de Toros de Cortés, la tarde de la despedida de Curro Vázquez. Otro rabo paseó en Zaragoza del toro "Ropalimpia", de Núñez del Cuvillo, el 12 de octubre de 2000. Y en Valencia, a pesar de las 18 puertas grandes que ha conseguido, quizá la mejor faena se la hizo al toro "Puñalero", de Daniel Ruiz, para el que se pidió mayoritariamente el indulto.
 
En Sevilla se suceden auténticos faenones que bien explican sus siete Puertas del Príncipe, pero evidentemente el indulto de "Orgullito", de Garcigrande, es por todos recordado.
 
En la Monumental de México se acumulan las faenas para el recuerdo, destacando las premiadas con un rabo, como a "Rey de Oro", de Reyes Huerta o "Guapetón" de Xajay, o los indultos de "Trojano" de Montecristo, o el novillo "Feligrés", de La Venta del Refugio, que cambió su destino.
 
Texto íntegro del comunicado de despedida de Julián López "El Juli"
 
Hola a todos queridos amigos y aficionados.
 
Después de 25 años de alternativa quiero comunicarles mi decisión de dejar de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada.
 
Es una decisión que tengo tomada desde hace tiempo, pero que no quise anunciar hasta que pasaran las primeras grandes ferias.
 
Esta noticia no es una retirada, es el final de una etapa que por cierto ha sido maravillosa. Sobre el futuro sólo el tiempo dirá.
 
El toreo ha sido, es y será la inspiración y el motor de mi vida, y doy este paso con la más absoluta felicidad por haber cumplido todos mis sueños, incluso más de lo que podía imaginar. Poder transmitir mis sentimientos y emocionar al público es algo mágico, inigualable, que sólo un torero lo puede sentir con esa verdad y profundidad.
 
En esta etapa longeva e intensa ha habido de todo, aciertos, errores, triunfos, fracasos, cornadas... pero después de vivirlo todo, queda en mí un fondo de satisfacción y agradecimiento a la vida por sentirme grande en una profesión tan dura y difícil. Felicidad y plenitud definen mi estado de ánimo en esta decisión que siempre es difícil.
 
Quiero agradecer a los que de una manera u otra han formado parte de mi vida en estos 25 años. Desde mi familia, que ha sido vital por su apoyo incondicional, pasando por todos los profesionales que me acompañaron en este maravilloso camino, cuadrilla, apoderados, ganaderos, periodistas y un sinfín de personas.
 
A los médicos taurinos, que en 18 ocasiones me he puesto en sus manos y han sido ángeles en momentos difíciles y dolorosos.
 
A mis compañeros, con los que he convivido con amistad y rivalidad y me han hecho mejor día a día.
 
Pero sin duda mi mayor agradecimiento es al público, que me ha sabido esperar, apoyar e incluso exigirme para hacerme crecer en momentos delicados y sacar un punto más de mí.
 
Y al toro, que me ha hecho expresarme, sentir y emocionar en la verdadera profundidad de mi persona. Ese animal que amo con todas mis fuerzas, que admiro y que ha sido el más honesto y verdadero con lo que me he cruzado en mi camino.
 
Se acaba una etapa y empieza otra en la que necesito vivir muchas cosas que, debido a mi entrega a esta profesión, no he podido disfrutar, como pasar más tiempo con mi familia, gozar de mis aficiones y ver la vida desde otra perspectiva, sin la presión de mi situación, mi nombre o mi responsabilidad.
 
Gracias a todos una vez más. Hasta siempre.
 
Julián López "El Juli"
 
FOTO LEYENDA:
 
Un gran torero, histórico por demás, lo que ha significado la trayectoria apabullante de “El Juli” por los ruedos del mundo. Foto: EFE

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