El
maestro agradece las muestras de solidaridad pero no deja de sentir cierta
decepción por la situación de la tauromaquia en Colombia: "Avisé de que no
valía con los mensajitos a golpe de tuit"
ZABALA DE LA SERNA
Diario EL MUNDO de Madrid
César Rincón, el maestro colombiano, el dios de
piedra de Bogotá, torero de Madrid, figura universal, siente dolor, decepción y
agradecimiento. Son todos los sentimientos que han desencadenado los últimos
acontecimientos en su tierra: unos salvajes derrocaron la este pasado martes la
escultura con su imagen triunfal en la plaza de toros de Duitama como se
decapita a un rey. La situación de la tauromaquia en Colombia no causa menos
dolor. El atentado contra la estatua de Rincón es el reflejo, la imagen, el resumen,
el fin de la fiesta.