Voluntariosa y poco ortodoxa labor, donde primó
más el toreo a la galería que el toreo esencial, lo que además de dos fuertes
volteretas, al final hizo que la gente solicitara las orejas que no se habían entregado
a lo largo de la función. Valenzuela y José Luis, se justificaron ante lote de
astados muy a menos.
Labor valerosa y de entrega la del debutante espada valenciano Manolo Muñoz, para quien fueron a parar las dos únicas orejas de la tarde de ayer. Foto: Archivo |
RUBEN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Enviado Especial
SAN FELIPE, Yaracuy.- No dio mucha historia
la primera de las funciones feriales en San Felipe este sábado. Los toros
corridos de las ganaderías nacionales de Los Aránguez y San Antonio, poco se
prestaron al lucimiento de los espadas actuantes, lo que a la postre, además del
discreto manejo del acero, hizo que la tarde luciera por momentos anodina y
pesada en el ánimo de los presentes. Al final el debutante espada Manolo Muñoz
se alzaría con el par de oreja generosas con la que saldría en hombros, más por
su voluntad y arrojo, tras dos volteretas, la primera comenzando faena, que tal
vez pesaron en el ánimo de los que se dieron cita en la arena sanfelipeña.
Abrió plaza las embestidas poco claras del
novillote que de Los Aránguez, el cual pasó por ambas manos sin entrega Eduardo
Valenzuela, venciéndosele en especial por el lado derecho, tras un tercio
solvente en banderillas y medido castigo en varas. Fue por la izquierda, donde
el coleta valenciano endilgó algunos muletazos de calidad, poco para lo que fue
el contenido en conjunto de la labor. Tras dos viajes con el acero y un
descabello, fue silenciado.
Su segundo del lote, un jabonero albahío de San Antonio,
nuevamente la entrega y solvencia del mencionado coleta estuvo en evidencia, frente
a un animal que se vino a menos tras nuevamente cuidarle en varas y esta vez no
intervenir en banderillas. Faena esta de intermitencias en especial por la mano
diestra, sufriendo una fuerte voltereta en las postrimerías de labor. El medio
espadazo, ligeramente trasero, al final le dejo con el saldo para dar una
ovacionada vuelta al ruedo.
Variado y templado fue el saludo capotero de
Manolo Muñoz con el serio astado que le cupo en el primero de su lote, animal
de cuajo y seriedad como para una plaza de mayor catadura. Pero poco le duraría
el gas al señalado ejemplar, pues comenzaría a quedarse corto en su limitado
viaje, lo que hizo que el trasteo de Muñoz transitaria en la senda del toreo a
la galería, tras así mismo no habérsele picado lo que debió ser, desarrollando
aspereza en su escaso recorrido. Por cierto evidentes las secuelas en su rostro
de una fuerte voltereta tras su última actuación en suelo peruano. El espadazo
perpendicular hizo que tardara en doblar el animal, para dar la vuelta al ruedo.
Pero lo más dramático vino en el cierraplaza, el
más anovillado astado que saltó a la arena, a quien tras un sabroso saludo de
capa, pasaría en banderillas con premura, en tercio compartido con Valenzuela,
para ser volteado de forma aparatosa en el inicio de trasteo, cerrado en
tablas, lo que condicionó de principio un trasteo donde nuevamente más populachero
que otra cosa, nuevamente resultando volteado cuando el animal ya se había quedado
sin gas en su embestida. El espadazo fulminante le valió para que el palco
presidencial tras la solicitud de la mayoría de los asistentes mostrara los dos
pañuelos para las dos orejas que jubiloso paseó de los presentes cuando para
ese momento se empezaba a meter la oscura noche, tras el inoportuno corte eléctrico
en el sector enclavada la plaza.
En el intermedio de la función actuaria el rejoneador
José Luis Rodríguez, quien clavaria dos rejones con solvencia y facilidad, pero
tras ellos, comenzaría aquerenciarse el animal en tablas, lo que hizo farragosa
el clavar banderillas, hasta seis en todo lo alto, siempre cerrada en tablas,
en arreones del toro a las grupas de la bella cuadra que goza el mencionado
cavaleiro. El medio rejonazo trasero que escupió de una, sería suficiente para
que el animal cayera, y con ello diera merecida vuelta al ruedo, a la no del
todo entendida labor.
FICHA DEL FESTEJO
Sábado 10
de mayo de 2025. Plaza de Toros Portátil “El Torero”.
I corrida
de la LXVII Feria de San Felipe.
Con poco
mas de dos tercios de aforo (aproximadamente 900 personas) en tarde calurosa y
soleada que terminó con ligera llovizna) se han lidiado toros de las ganaderías
venezolanas de LOS ARÁNGUEZ (1º, 2º y 3º) y SAN ANTONIO (4ºy 5º),
dispares de presentación, descastados en distinto grado, aquerenciados.
Pesos: 420,
470, 450, 440 y 420 kilos.
EDUARDO VALENZUELA
(sangre de toro y azabache): Silencio y vuelta al ruedo.
MANOLO
MUÑOZ (celeste y oro con cabos blancos): Vuelta al ruedo y dos orejas.
JOSÉ
LUIS RODRÍGUEZ (a la usanza portuguesa): Vuelta al ruedo.
Incidencias:
En la brega destacaron Gerson Guerrero. *** Durante la lidia del quinto y
ultimo ejemplar, se produjo un corte de electricidad, lo que hizo que la iluminación
alterna en la plaza se interrumpiera. *** Presidió festejo Sr. Héctor Duque, de
discreto proceder.
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