La cita ferial
emeritense se nutre de una variedad de nombres de toreros de primer nivel, asi
como las ganaderías más llamativas del limitado campo bravo nacional.
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Intenso ambiente taurino nos espera a partir de este sabado, en el marco de la edición 2025 del “Carnaval Taurino de America”. Foto: José León |
RUBEN DARIO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Nuevamente la gran feria de los andes venezolanos como
lo es la Feria del Sol hace gala de una variedad prolífica de nombres y ganaderías
en la conformación de sus carteles. No acostumbran los Hermanos Rodríguez
Jauregui (este año en sociedad con los Hermanos Manfredi López) repetir nombres
de toreros, de alli que nuevamente hagan gala de una lista selecta de grandes
exponentes del toreo mundial, que le dan categoría de acontecimiento, a pesa de
lo corto y sintetizado que se ha convertido en el curso de los últimos años
dicho serial.
La primera corrida se puede decir que es el plato
fuerte y selecto para el taurino y aficionado entendido, con la inclusión en el
mismo de los veteranos espadas, el galo Sebastián Castella y el extremeño
Miguel Angel Perera, ambos los toreros en activo con más puertas grandes de
Madrid, con once, lo que da a entender el nivel y categoría de par de veteranos
coletas que se han visto en un gran nivel en las ultimas temporadas ibéricas, lo
que hace que sean una garantía que aprovechen al máximo las opciones que
ofrezcan los astados del hierro a lidiarse, de San Antonio. Remata terna la
novedad del diestro tachirense Antonio Suarez, uno de los toreros de más clase
y torería que cuenta el escaso escalafón de espadas venezolanos, quien en la
pasada Feria de San Sebastián coronó uno de los triunfos más legítimos que se
vieron en la generosa edición de este año en Pueblo Nuevo, donde lo demostrado
por el mencionado coleta fue filigrana de altos kilates, como ha había apuntado
en tardes anteriores, sin el refrendo de la espada.
Los toros en la primera de feria son de la ya mencionada
ganadería falconiana de San Antonio, propiedad del joven ganadero Edgar Varela,
quien este año vuelve a Merida con el firme propósito de quitarse el “sabor
amargo” que supuso en la edición del 2023 el limitado juego que ofrecieron sus
pupilos, la tarde donde la primerísima figura, Roca Rey, no tuvo de donde echar
mano ante lo limitado del lote. En esta ocasión Varela viene con la ilusión de
ver el ensayo de los primeros productos fruto de sementales origen Victoriano
del Rio, que son la gran apuesta de refresco que ha optado esta vacada tras ese
descalabro que supuso esa tarde para muchos que apostábamos por el éxito rotundo.
Asi son los toros, diría el gran Pepe Alameda, «no tiene palabra de honor».
La noche del domingo es una policromía de tauromaquias.
Corrida mixta pues reúne el arte del rejoneo con el toreo heterodoxo a pie. El regreso
del rejoneador José Luis Rodríguez a la plaza emeritense, doce años después de
su ultimo paseíllo, marcan el reencuentro del mayor exponente del toreo a
caballo de las últimas dos décadas en nuestros, y lo hace por afición y amor
propio, pues ya todo lo ha dicho con una hoja de vida donde ha llevado a un
nivel muy alto el toreo a caballo. méritos sobrados los tiene, además de esta
tarde, en el marco de la procesión de la Virgen del Rocío, José Luis se nutra
de un decorado musical en sus actuaciones que va llamar la atención, a quienes este
domingo dispongan darse cita en los tendidos del redondel emeritense.
A pie, regresa un veterano como lo es el extremeño
Antonio Ferrera, la heterodoxia y variedad hecha expresión en el ruedo, espada
que le hemos visto en todas sus facetas desde aquella eléctrica y explosiva de
sus comienzos a comienzos de los ’90 a la actual, toda maestría y reposo en
aras de lucimiento delante del toro. Complementa la presentación en esta plaza
del matador de toros carabobeño Manolo Muñoz, quien tiene en su mérito el
haberse curtido durante este último lustro como uno de los toreros nacionales
con más presencia en los ruedos peruanos, donde se ha hecho un nombre de
importancia, de alli que los empresarios de turno de este año, hayan
determinado darle esa gran oportunidad de dejarse ver ante la afición “torerista”
merideña para su conquista. Ya queda de parte del torero con la suerte que le
embista los toros hacerse con ella.
Los toros serán, a pie, de la familia Molina Colmenares,
los famosos “molineros” de Las Porqueras, que con tanta sapiencia les dio personalidad
propia y éxito don Hugo Domingo Molina, tal y como lo dejaron en evidencia en
la arena de San Cristobal, donde arrasaron los premios a mejor toro (indultado
por Manuel Escribano) y mejor encierro, al que le cortaron la bicoca de 10
orejas.
La última tarde es la gran traca de la feria, es la
fecha señalada para llenar “hasta la bandera” con el cartel más mediático y más
llamativo para el publico y aficionado en general. El regreso del novillero salmantino
Marco Pérez tras lo hecho el año pasado, algo histórico en esta plaza, como lo
fue el indulto de sus dos bravos novillos, es el caldo de cultivo para que todo
aquel que estuvo aquella tarde de febrero pasado recuerde que estamos en presencia
de un torero que va hacer historia en el futuro reciente. Su meteórico paso y
en especial los retos que viene afrontando con la pasmosidad de quien se siente
seguro y sobrado de sus condiciones no es más que garantía de éxito donde se presente,
tal y como sucedió el año pasado, cuando muchos “villamelones” de oficio no sabían
lo que ya don Pepe Rodríguez Jauregui avizoraba. Y asi fue…
La presencia de Jesus Enrique “Colombo” es otro aliciente
a este cartel. El torero venezolano más importante del momento pisa con propiedad
la arena emeritense, donde no sabe lo que es irse sin triunfar. Llegaría a
Merida tras haber confirmado alternativa en la Plaza México, y tras su paso por
los carnavales de Autlán de la Grana, es decir, viviendo en torero, como ha
sido su anhelo y sueño desde que tiene razón de ser. Mucho más maduro y en
especial con un rodaje marcado, “Colombo”, es una carta fija de éxito para cualquier
empresa y aficionado en estos momentos, a poco que los toros embistan. Y sino,
lo hará embestir él. Remata cartel el debut del matador valenciano Román
Collado, torero de un angel y carisma sin igual, que seguro con su entrega y
variedad de toreo no va dejar indiferente a nadie la tarde de gran cierre ferial.
Los toros para tan importante tarde corresponderán a
la vacada caroreña de Los Aránguez, una ganadería de gran cartel y buen bajío
en esta plaza merideña, a tenor de los éxitos que viene alcanzando desde hace
un largo lustro a la fecha, varios indultos, toros de triunfo asi como tardes
donde ha quedado en la retina gran parte de la historia taurina reciente en la
arena emeritense.
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