jueves, 30 de mayo de 2013

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGESIMOSEGUNDO FESTEJO: Espectáculo


FERNÁNDEZ ROMÁN
Cuando para explicar este juego de vida y muerte que es la Tauromaquia, nos metemos en profundidades primigenias, asegurando que los toros son un rito ancestral y nos remontamos a la más arcana de las antigüedades, probablemente estaremos haciendo un  ejercicio de memoria histórica irrefutable, pero no por ello hemos de dejar de reconocer que, salvo en casos excepcionales en los que aparece la obra maestra (la obra de arte por excelencia), los toros son un espectáculo, es decir, la representación de una función cara al público, en el cual tanto los intérpretes como quienes les contemplan adquieren un protagonismo de lo más activo. Actores: toro y torero; contempladores: el público.

Un espectáculo, pues, fue lo que ayer presenciaron algo más de veinte mil gentes en la plaza de Las Ventas. Espectacular, la presentación del ganado. Puro Saltillo, con su musculada anatomía apretada por el corsé de sus capas grises, las caras afiladas, hocicos de rata, pezuñas finas y cuernas aceradas y arremangadas. En esta cuestión, Adolfo le ganó la partida a Victorino por goleada. Cantada está la bella estampa de los toros que salieron ayer al ruedo de la Monumental de Madrid. Después, el juego fue otro cantar: entre las explosivas arrancadas de salida a caballos y capotes y la acometida postrera taciturna de media corrida, habrá que intercalar la nobleza hocicada de dos ejemplares, pasando por las aviesas miradas que el ovoide del ojo de estos toros les echan de vez en cuando a los toreros o la rebañadas que pegan cuando tiran del hilo de la memoria. Por tanto, en cuanto a comportamiento, corrida variada. Hubo de todo.

Ahora bien, para variedad, la de Antonio Ferrera, uno de los toreros que con mayor firmeza pisa la arena de los ruedos actualmente. Como lo leen. Buena prueba de ello fue la seguridad y el mando con los que se empleó en el toro que abrió la corrida, un “adolfo” que no admitía dudas y tomaba los engaños con escasa convicción. Magnífico Ferrera, clarividente, autoritario, improvisador, sorpresivo. Le pidieron la oreja de ese toro con poco entusiasmo, pero se llevó la del cuarto, un cornipaso viejo, acarnerado, al que toreó de forma magnífica a la verónica, ganado terreno en cada lance. Se arrancó el toro como un tren a la primera vara y derribó con estrépito, pero, después, no quiso ir al caballo a 30 metros, ni a quince, sino a poco más de dos, y fue espaciando su chispeante y brava embestida, hasta apagarse claramente mediada la faena de muleta. Antonio Ferrera comenzó toreando con limpieza, acabó arrimándose a los cuernos hasta dejarse rozar el delantero de la chaquetilla y mató al “adolfo” de una estocada de correcta ejecución. Antes, en banderillas, había protagonizado su particular espectáculo, con una puesta en escena realmente novedosa, colocando al toro en suerte a punta de capote o a cuerpo limpio. Se embrocó bien, metiendo los brazos por encima de la balconada del testuz y su peculiar brinquito apoyándose en los palos –también en el anterior—y quebró en tablas con seguridad y acierto. No diga espectáculo, diga Ferrera. ¿No querían variedad?

Hablando de banderillas y banderilleros, los dos de la cuadrilla de Javier Castaño son, de verdad, antológicos. No se me ocurre un calificativo que mejor les cuadre a David Adalid y Fernando Sánchez. Una pareja para reforzar carteles. Los muy veteranos aficionados recordarían a Luís González y Julio Pérez “Vito”, y sin duda, el maestro Jaime Ostos –que oficia por las noches de comentarista taurino de televisión, con notable acierto— sería el que más sentiría el cosquilleo de la nostalgia. Son dos banderilleros sencillamente prodigiosos. Encuentran toro en todos los terrenos. Adalid, un palillo enjuto vestido de luces, cuartea con seguridad pasmosa y clava con gran precisión en todo lo alto, y Fernando Sánchez,  le entra jacarandoso al toro, con los rehiletes apuntando a la arena, y se reúne con él en estrechuras inverosímiles. Magistrales, los dos. Otro espectáculo. A ellos se les unió el picador Tito Sandoval, en el tercio de varas del sexto toro (quinto, de lidia ordinaria), toreando con el caballo, picando arriba y poniendo la plaza boca abajo. ¡Qué cuadrilla, señores!

Si Antonio Ferrera consiguió atraer la atención del público, Javier Castaño fue el que realizó la faena de la tarde. Fue en ese toro que salió, a turno corrido, en sexto lugar. Arropado todavía por el clamoreo que desataron sus banderilleros, Castaño aprovechó la nobleza del toro por el pitón izquierdo y extrajo algunos naturales largos y templados, dando al animal ese pelín de sitio que necesitaba para no sentirse agobiado en el muletazo siguiente. Mientras el toro tuvo fuelle en sus pulmones y casta brava en su depósito, podría decirse que el torero le sacó el mejor y mayor partido. Iba para premio gordo la faena, pero la espada entró tarde y mal. Javier Castaño, que se llevó la alimaña de la corrida –el segundo toro—y un pitonazo que le obligó a ser intervenido en la enfermería, deja abiertas todas las expectativas para la corrida del sábado.

Alberto Aguilar recompuso el cartel para cubrir el hueco de Fandiño, aún no recuperado de su reciente cornada. Su primer toro, tercero de la tarde, tenía un pitón izquierdo de lo más potable, pero el torero se la presentó por este lado demasiado tarde. Fue, quizá, el toro más bravo y más noble de la corrida de Adolfo Martín, y Alberto consiguió algunos naturales de bella compostura, mientras el toro daba con el belfo en los flecos de la muleta, recetando una valerosa estocada. Saludó una merecida ovación, y aunque no pudo encontrar otro lucimiento que el eficaz macheteo al otro toro complicado de Adolfo, jugado en quinto lugar, es uno de los toreros que sale reforzado de esta feria de San Isidro.

Cuando la anochecida se echaba sobre nuestras cabezas, y Javier Castaño daba una ovacionada y consensuada vuelta el ruedo, un espectador sonreía al infinito mientras lanzaba a no sé quién este mensaje desde el teléfono móvil: “¿La corrida?, solo una oreja; pero, oye ¡¡es-pec-ta-cu-lar!!”. (Que viene de espectáculo).

FICHA DEL FESTEJO
Jueves 30 de mayo. Madrid, plaza de Las Ventas. Feria de San Isidro, 22ª de abono. Ganadería: Adolfo Martín: Corrida muy bien presentada, dentro del tipo clásico del encaste, con cinco toros cinqueños y un cuatreño (el primero, único que sobrepesó en la báscula), prometedores en los primeros tercios, pero, en general, escasos de fondo. Nobles tercero  y sexto, bravo y a menos el cuarto, complicados primero y quinto, con ribetes de alimaña el segundo.
Espadas: Antonio Ferrera (de azul noche y oro), estocada (Petición y gran ovación), estocada y descabello (Oreja), Javier Castaño (de gris perla y oro con remates negros), entera tendida y trasera (Silencio), pinchazo, media y descabello  (Aviso y vuelta) y Alberto Aguilar, que sustituía a Iván Fandiño (de blanco y plata), estocada (Ovación), dos pinchazos, media y descabello (Aviso y silencio).
Entrada: Casi lleno.
Cuadrillas: David Adalid y Fernando Sánchez, levantaron clamores en banderillas y saludaron montera en mano en los dos toros de Castaño; bregó con eficacia Rafael González y picó magistralmente al sexto Tito Sandoval.

Incidencias: Tarde soleada, con ligero viento. *** Se corrió turno en el quinto toro por encontrarse en la enfermería Javier Castaño, herido en la mano derecha.

FERIA DE LA VIRGEN DE LA SALUD EN CÓRDOBA: José Luis Moreno vuelve por primavera

José Luis Moreno volvió a triunfar en su plaza de Córdoba en una faena llena de buen arte y estética a un gran toro de La Palmosilla, sobre todo por su nobleza. También cortó una oreja El Cid y falló con la espada Daniel Luque. 

CARLOS CRIVELL
Fotos: EFE

Todas las primaveras vuelve José Luis Moreno a explicar su concepto del toreo en Los Califas. Moreno es un buen torero, pero de manera absurda se encontró metido en corridas imposibles para su limpio estilo. En su Córdoba natal tiene su fortaleza para explicar todos los años el diestro que se han perdido tantas y tantas aficiones. Fiel a su cita, de nuevo el toreo inmaculado de Moreno iluminó la plaza cordobesa con una faena de calidad suprema a un toro de calidad fuera de lo corriente.

José Luis Moreno no falla. Si no pudo ser el que abrió plaza, un toro flojo y de viaje corto, de los que sólo admiten medios pases y dignidad, fue con el cuarto, toro de La Palmosilla que desarrolló calidad en sus arrancadas. Moreno lo saludó con lances a la verónica de verdad. Fue una demostración de toreo a cámara lenta con el capote, algo que está en desuso. El toro pregonó su calidad en banderillas y Moreno cantó su toreo de mano baja y ritmo cadencioso en una faena por ambos pitones. Solo le faltó al toro algo de fuerzas. Moreno se explayó ante una embestida tan clara y suave. El resultado fue una faena casi de toreo de salón, perfecta en algunos momentos. Esta vez no falló la espada y las dos orejas fueron la consecuencia lógica de una faena plena para los sentidos.

Córdoba es una plaza generosa. Sacó a saludar a Manuel Jesús El Cid al final de su labor con el segundo, un sobrero cinqueño de sosería total y que lo miró mucho. El de Salteras se mostró en torero veterano, aunque el toreo a media altura no llegó a tener la rotundidad precisa. Se desquitó con el buen toro quinto, también flojo y a menos, pero que le dejó estar más confiado en una faena de predominio izquierdo con algunos muletazos de trazo largo y templado, junto a otros momentos en los que ahogó sus arrancadas. Fue un toro noble y pastueño que sirve para olvidarse de los malos ratos pasados en San Isidro. Como ahora es un torero seguro con la espada, se llevó una oreja del santo público cordobés.

El tercero fue muy flojo, que fue el pecado de la corrida. Mucha clase sin fuerzas. Daniel Luque toreó con mucha compostura y escaso ajuste. El toro pasó lejos de la anatomía del espada de Gerena, aunque siempre forzó la figura para que no faltara la estética. Fue una faena tesonera y voluntariosa. El remate con la espada fue un espanto: la espada se fue baja y trasera. Ni el público cordobés encontró motivos para pedir la oreja.

El cartucho del sexto, un colorao flojito como toda la corrida. Luque le dio pases por la derecha rectificando la posición. Por el pitón izquierdo logró enjaretarle algunas tandas más entonadas. Este sexto de La Palmosilla fue incómodo, pero Luque se esforzó para provocar sus embestidas y levantó el nivel de esta faena y de su tarde. La espada le quitó premio. Falló en planteamiento y coraje para matar a la primera.

La Palmosilla / José Luis Moreno, El Cid y Daniel Luque
Plaza de toros de Córdoba, 30 de mayo de 2013. Menos de media plaza. Seis toros de La Palmosilla, el segundo de sobrero por uno inválido, correctos de presencia, flojos pero muy nobles. Destacaron cuarto, excelente, y quinto.
José Luis Moreno, de grana y oro, estocada tendida (saludos). En el cuarto, estocada (dos orejas). Salió a hombros por la Puerta de Los Califas.
El Cid, de azul y oro, estocada (saludos). En el quinto, estocada (una oreja).

Daniel Luque, de fucsia y oro, estocada trasera y baja (saludos). En el sexto, tres pinchazos y estocada (saludos tras aviso).

DECLARACIONES – VIGESIMOSEGUNDO FESTEJO Antonio Ferrera: "ha sido mi tarde más completa"

Antonio Ferrera
Al terminar la corrida de hoy de la Feria de San Isidro, en la que cortó una oreja tras un gran despliegue lidiador, Antonio Ferrera declaró a EFE que esta había sido la actuación "más importante" de toda su carrera en Las Ventas. "Ha sido, al menos, la más redonda que he tenido en esta plaza, de esas en las que, aunque no salgas por la Puerta Grande, sientes como si lo hubieras hecho", explicó.

"La verdad es que el ganado me ha ayudado, pero yo también he estado muy metido en la corrida desde el primer capotazo y he disfrutado como nunca en Madrid", recalcó el diestro extremeño.

Javier Castaño, que fue atendido en la enfermería de un puntazo en un dedo de la mano derecha, consideraba que "dar una vuelta al ruedo en Madrid hace que se te olvide cualquier dolor. La pena es no haber estado bien con la espada, porque creo que, si no, le hubiera cortado al sexto una oreja de ley".


Por su parte, Alberto Aguilar, que se llevó el peor lote, aseguró a EFE que se iba al hotel "muy contrariado, porque mis toros han sido imposibles y me he quedado con las ganas de haber pegado quince o veinte muletazos. Aun así -finalizó Aguilar- creo que, después de mi paso por Madrid este año, con esas dos orejas que he cortado en las tardes anteriores, mi temporada debe aclararse en todos los sentidos".

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGESIMOSEGUNDO FESTEJO: Ferrera y la cuadrilla de Castaño, protagonistas con los "adolfos"

Antonio Ferrera
PACO AGUADO

EL diestro extremeño Antonio Ferrera, que cortó una oreja tras un despliegue lidiador, y la cuadrilla del salmantino Javier Castaño protagonizaron momentos muy brillantes ante los toros de Adolfo Martín lidiados hoy en Las Ventas.

La seria y nada fácil corrida de Adolfo Martín generó hoy en Las Ventas estampas de lidia y toreo añejos. Para empezar, por su propia estampa, muy parecida a la de los "victorinos" de hace unas décadas, cuya sangre llevan. Y también por un juego propicio para que los toreros tiraran de unos recursos y una gallardía cada vez menos habituales en los ruedos.

Quien hizo un mayor despliegue de toda esa torería de otro tiempo fue el extremeño Antonio Ferrera, que demostró una gran autoridad lidiadora durante toda la tarde, y no sólo con los dos toros de su lote. Siempre presente en la arena, haciendo valer tanto su decisión como su madurez profesional, Ferrera movió el capote con tanta precisión como vistosidad, haciendo bello lo práctico y ejerciendo en todo momento como sabio y nada demagógico director de lidia.

Y también lo hizo así con las banderillas, sobre todo en el pausado y recreado tercio que cuajó con el cuarto. Jugando con los terrenos y dominando muy distintas suertes, el torero de Badajoz creó un escenario singular en sendos tercios que tuvieron más sabor que esa espectacularidad tan al uso en estos tiempos. Con la muleta, ya tuvo peso su faena al primero de la tarde, un serio y hondo toro que pedía precisión y pulso para embestir. Todo eso se lo dio Ferrera, que se encontró con la todavía tibia respuesta del público en el inicio de la corrida y una petición de oreja insuficiente.

El trofeo le llegaría en el cuarto turno, después de un nuevo alarde lidiador en el primer tercio, en el que, por su empeño en lucirlo en el caballo, tal vez centró demasiadas expectativas sobre un toro que en realidad empezó ya a desfondarse tras el primer puyazo. Le faltó luego recorrido y entrega al animal, y el extremeño tuvo que meterse en la distancia corta para provocarle las embestidas, lo que no llegó a ser entendido por parte del público. Aun así, Ferrera supo resolver con oficio y dominio de la escena hasta cortar ese trofeo que premiaba toda su actuación en conjunto.

Javier Castaño
A punto estuvo de pasear también un trofeo del sexto Javier Castaño, después de haber sido atendido en la enfermería de un puntazo en un dedo de la mano derecha. Aunque bien podría decirse que más de la mitad de los méritos para ese posible trofeo ya los hizo su propia cuadrilla.

La ostentosa suerte de varas que llevó a cabo Tito Sandoval y el sobrado protagonismo que, como en el toro anterior, tuvieron sus subalternos David Adalid y Fernando Sánchez en banderillas pusieron los tendidos en pie y dejaron a Castaño un ambiente muy caldeado para cuando cogió la muleta. Pero el torero castellano-leonés no estuvo al mismo nivel que sus subordinados, pues, como también le sucedió con el violento segundo, pocas veces llevó toreadas con mando y asiento las buenas embestidas de ese cornipaso toro de Adolfo, que fue con diferencia el mejor de la corrida para la muleta.

A Alberto Aguilar, que cogía su segunda sustitución en la feria, le tocó en el sorteo el lote de mayores complicaciones. Y con ambos se movió el madrileño entre la decisión y las lógicas precauciones para finalmente no sacar nada en claro. / EFE

FICHA DE LA CORRIDA
Seis toros de Adolfo Martín, varios cinqueños y de dispar remate, aunque todos mucha con seriedad y en el tipo de su encaste. Dieron un juego también variado, pues los hubo tanto con nobleza como con complicaciones, ninguno fácil.
Antonio Ferrera: estocada desprendida (gran ovación tras petición de oreja); estocada y descabello (oreja).
Javier Castaño: media estocada trasera contraria (silencio); pinchazo, pinchazo hondo y descabello (vuelta al ruedo tras aviso).
Alberto Aguilar, que sustituía a Iván Fandiño: estocada atravesada (ovación); pinchazo, pinchazo hondo, pinchazo, media desprendida y descabello (silencio tras aviso).
Tras la muerte del tercer toro, Castaño fue atendido en la enfermería de un puntazo en el primer dedo de la mano derecha, con lesión de la musculatura abductora del pulgar, de pronóstico leve. Por ello se corrió el turno de lidia y salió para matar a su segundo toro en sexto lugar.
En las cuadrillas destacaron banderilleando David Adalid y Fernando Sánchez, que saludaron en dos ocasiones. En la brega, Rafael González. Y picando, Tito Sandoval.

Jueves 30 de mayo. Vigésimo segunda corrida de la feria, con los tendidos casi llenos.
Alberto Aguilar

miércoles, 29 de mayo de 2013

FERIA DE LA VIRGEN DE LA SALUD EN CÓRDOBA: Manolito Vanegas y José Antonio Alcalde pasean una oreja

Entretenido el festejo de ésta tarde en el que se ha suplido la falta de rodaje con valor y disposición.
Oreja de importancia la que ha cortado el novillero de Seboruco, Manolo Vanegas, quien se está abriendo paso este año por España.
Abría cartel el venezolano Manolito Vanegas que se le ha visto mas placeado que sus compañeros con más soltura y dominando también el tercio de banderillas a un buen nivel.

Al primero lo recibió de larga cambiada y le recetó varios lances que conectaron con los tendidos, en ambos novillos cogió los palos demostrando un  gran dominio con ellos. Con la muleta dejó muy buenas tandas por el pitón derecho, mató de estocada pero tardó en caer y todo se enfrió un poco, aun así se le pidió la oreja pero se quedó en vuelta al ruedo. En su segundo volvió a estar a muy buen nivel con los palos y firmó buenas tandas por ambos pitones mató de estocada y paseó una oreja.

José Antonio Alcalde derrochó valor reponiéndose a varias volteretas durante su actuación; destacó sobre todo tres tandas por el pitón derecho de mano baja al quinto que conectaron con los tendidos pese a ser desarmarlo varias veces y caer en errores lógicos de su corta experiencia; dejó buenas sensaciones y dio una vuelta al ruedo en el primero y paseo un apéndice del segundo.

Romero Campos cerraba cartel y se topó con el peor lote pese a ello Juan que ¡sólo ha toreado una novillada! demostró que quiere ser torero con una disposición digna de reconocer; recibió a los dos a portagayola y dejó buenos lances a su segundo; con la muleta apuntó maneras, sobre todo con la izquierda pero ha sido muy difícil de demostrar lo que podía dar por las complicaciones que le han impuesto los dos enemigos. No obstante apunta un concepto interesante con el que seguro disfrutaremos en próximos años.


Parte importante del ambiente de la tarde lo han protagonizado la asociación PROMI que ha sido invitada por la empresa. / http://cosodeloscalifas.blogspot.com

DECLARACIONES – VIGÉSIMO PRIMER FESTEJO: Los tres toreros se lamentan del "poco fondo" de los toros

"El Fandi" 
JAVIER LÓPEZ

Los tres toreros que trenzaron hoy el paseíllo en Las Ventas coincidieron al lamentarse del "poco fondo" de los astados que saltaron al ruedo, como el principal motivo para que las seis faenas no trascendieran a unos tendidos que vivieron la tarde en el más absoluto aburrimiento.

"El Fandi" cumplía su segunda tarde en la feria, y, al igual que en su primera, tampoco  pudo redondear nada por culpa de los toros, que "sin ser malos del todo", les ha  faltado "fuerzas y esa transmisión tan necesaria para llegar a la afición de Madrid",  señaló. "Con el primero ha sido muy complicado redondear nada por sus pocas fuerzas; y el quinto, aún sin humillar, al menos tenía más ritmo. La pena es que se ha aburrido pronto, pero bueno, aún así he podido enseñar mi capote, además de poder desquitarme en banderillas, después de un 'petardo' bueno en el anterior", reconoció  el granadino.

Lo único positivo que se llevó "El Fandi" fue la voluntad y la disposición que siempre  mostró con sus dos oponentes. "Siempre que vengo a Madrid lo hago con toda la ilusión del mundo, pero luego los de las cuatro patas tienen que colaborar un poquito, porque sino es imposible", concluyó.

La cara de abatimiento de Daniel Luque al término de su tercer compromiso isidril, en el que, nuevamente, no pasó nada por falta de colaboración del ganado, lo decía todo."Este último toro ha rematado el cuadro, pues ninguno de los seis que he matado en la feria me han dejado expresar mi toreo. Es increíble tanta mala suerte", se lamentó  el joven sevillano.

Luque estaba tan contrariado que prefería ya mirar al futuro y no volver la cara a una  Feria de San Isidro "muy negativa" para él. "Hay que tirar para adelante porque, gracias a Dios, me quedan muchas ferias por  delante, y debo afrontarlas con la mente despejada y con toda la ilusión del mundo, pero ojalá no se repita en ninguna lo de Madrid, porque esto ha sido imposible", finalizó.


Por último, el más joven de la terna, Jiménez Fortes, ratificaba con sus declaraciones  las palabras de sus dos compañeros de cartel. "Lo he intentado de mil formas pero la corrida no ha aportado nada, muy parada y sin  fuelle, y cuando falta la emoción y los toros no quieren embestir es imposible lograr  nada por mucho empeño que uno ponga", finalizo Fortes. / EFE

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGÉSIMO PRIMER FESTEJO: El Fandi puso algo de color a otra tarde gris

El Fandi
 PACO AGUADO

La vistosidad con el capote y un notable tercio de banderillas de El Fandi durante la lidia del cuarto toro fueron las únicas notas de color de una  nueva tarde gris y plomiza en la Feria de San Isidro.

La ganadería de Jandilla, la única anunciada dos tardes en esta Feria de San Isidro,  volvió a fracasar hoy en Las Ventas. Si ya de salida el lidiado el 23 de mayo fue un  encierro vacío de casta, el de seis días después, con sólo cuatro toros aprobados por  los veterinarios, se fue vaciando sobre la marcha, pero tan rápidamente que ya se  pararon cuando tocaban a matar.

Esta vez, al menos, los "jandillas" tuvieron más trapío y más seriedad en las cabezas. Y tan serios como ellos, aunque más altos de agujas, fueron los toros de El Torreón y Las Ramblas que remendaron el encierro pero que tampoco ayudaron a remontar otra  tarde lluviosa y gris del triste mayo taurino madrileño.

Sólo El Fandi consiguió darle al ajado lienzo algunas pinceladas de color, aprovechando el buen son que tuvo el de Las Ramblas en los dos primeros tercios. El granadino lo recibió con una larga cambiada en el tercio, para después torearle con compostura y vistosidad con verónicas y chicuelinas.

Pero los momentos más vibrantes llegaron cuando El Fandi cogió las banderillas, el  punto fuerte de su repertorio, y clavó tres buenos pares en un alarde de facultades y conocimiento de los terrenos. Los dos primeros fueron en la modalidad de "la moviola", aguantando el galope del toro corriendo de espaldas hasta llegar al embroque, y el tercero en la suerte de "violín", con las dos banderillas en una sola mano y clavándolas al toro por encima de su brazo izquierdo. Esas tres espectaculares reuniones con los palos provocaron la mayor, y casi única, ovación de la tarde. Y la faena pareció coger más vuelo aún cuando El Fandi la abrió  directamente con una tanda de derechazos con las dos rodillas en tierra, pero el toro  comenzó a apagarse, y el torero a descentrarse, hasta que el ambiente decayó al  mismo nivel del resto de la tarde.
Porque la corrida ya comenzó a la baja con un primer toro de El Fandi que se encogió  pronto, acusando tal vez una lesión interna. Y, en segundo turno, el sobrero de El  Torreón tuvo calidad en sus embestidas pero no fuerzas para desarrollarla, a pesar de  la suavidad con que le toreó Daniel Luque. En cambio, con el quinto, un cinqueño de Jandilla que se defendió con genio y cierto  sentido, el sevillano mostró mayores precauciones, con la muleta y con la espada.
Jiménez Fortes
Por su parte, Jiménez Fortes fue el único torero de la terna que lidió dos toros de la  ganadería titular, y con ambos se debatió el malagueño en sendos intentos vanos e  infructuosos de hacerles moverse con un mínimo celo detrás de la muleta. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Cuatro toros de Jandilla, con cuajo y seriamente armados, pero descastados y de nulo fondo; un remiendo de Las Ramblas (4º), voluminoso,  con clase y pocas fuerzas; y un sobrero de El Torreón (2º), sustituto de otro de Las Ramblas devuelto por flojo, alto de agujas y cornalón, noble pero de escasa duración.
El Fandi: pinchazo, estocada y descabello (silencio); estocada desprendida (palmas).
Daniel Luque: dos pinchazos y estocada trasera caída (silencio); tres pinchazos y  descabello (silencio).
Jiménez Fortes: estocada honda contraria (silencio); estocada tendida (silencio).
Entre las cuadrillas destacó bregando José Antonio Carretero.

Miércoles 29 de mayo. Vigésimo primer festejo de abono, en tarde lluviosa y con casi lleno en los tendidos.
Daniel Luque

martes, 28 de mayo de 2013

DECLARACIONES – VIGÉSIMO FESTEJO DE ABONO: Saldívar: "no me podía dejar comer el pastel en México por mis compatriotas"

JAVIER LÓPEZ

El mexicano Arturo Saldívar cortó hoy en Las Ventas una oreja tras una faena escalofriante por lo mucho que arriesgó ante un toro que no acababa de pasar, y con el hándicap añadido del viento, una apuesta, además, con significado personal: "no me podía dejar comer el pastel en México por mis compatriotas.  Traigo mucho pique con Diego Silveti y Juan Pablo Sánchez. Creo que somos ahora mismo los tres toreros que más rivalizamos unos con otros en México, y después de la oreja que cortó el otro día Diego, no podía quedarme atrás", señaló a EFE al finalizar el festejo.

Aunque para eso tuviera que jugarse la vida como si nada, con una quietud y una serenidad apabullante, a pesar de que el lucimiento fue, más que nada, la emoción que transmitió. "Pienso que no ha sido mi mejor tarde en Madrid en lo artístico, pero en cuanto a actitud nadie me puede reprochar nada, pues creo que hay que tener en cuenta lo mucho que ha molestado el viento, y aún así he pisado unos terrenos de mucho riesgo. Todo sea por Madrid y por su afición, que me lo han dado todo desde que empecé", aseguró Saldívar.

El primer espada, Sergio Aguilar, no pudo lograr el objetivo marcado para una tarde "muy importante" para él, en la que tenía depositadas "todas las ilusiones", pero, al final, se fueron al traste por culpa de los toros que le tocaron en suerte. "No ha habido opción a nada. El primero ha sido un toro facilón, que se dejaba, pero insuficiente para lograr el triunfo que uno siempre busca en Madrid; y el cuarto pensaba que podía servirme aunque fuera con su inercia de manso, pero enseguida se ha venido abajo. Una pena", señaló Aguilar.

"Lo único que podía hacer -dijo para finalizar- era matar bien a los dos, por arriba, y creo que en ese aspecto si he estado a la altura", finalizó.


Miguel Ángel Delgado acudía a Las Ventas con la vitola de posible "tapado" de la Feria, después de las dos buenas actuaciones cosechadas la pasada temporada en esta misma plaza, en las que perdió el triunfo por culpa de la espada, pero esta vez, aunque dejó "cositas" sueltas y saludar una ovación, no pudo ser. "Pienso que la actitud ha sido buena toda la tarde, pero eso no da de comer. Necesitaba un triunfo importante para ponerme a funcionar de una vez por todas; pero por falta de oponente en mi primero, y otra vez por culpa de la espada en el quinto, al final, me voy como he venido", confesó el sevillano. / EFE

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGÉSIMO FESTEJO DE ABONO: Una oreja para la ambición del mexicano Arturo Saldívar

Nuevo triunfo para el toreo azteca, en esta ocasión en las manos del hidrocálido Arturo Saldívar, al cortar oreja ayer en Madrid. Foto: EFE
PACO AGUADO
El diestro mexicano Arturo Saldívar cortó una oreja de peso en la corrida de hoy de la Feria de San Isidro, donde se impuso con valor y determinación al viento y al tercer toro de una corrida basta, desrazada y violenta de El Ventorrillo.

Los toreros mexicanos siguen dando buenas noticias este San Isidro. Si hace unos días era Diego Silveti quien cortaba una oreja en Las Ventas -algo que no había sucedido con ningún matador de su tierra desde hacía trece años-, hoy volvió a "tocar pelo" el hidrocálido Arturo Saldívar.

Fue esta una faena de más consistencia, la que dio verdadero peso a un trofeo que el joven azteca se ganó con ambición, asentándose en la arena con plomada y clavando los talones para imponerse al molesto viento y a un toro que fue perdiendo gas y raza a medida que avanzaba el trasteo. Cuando el salpicado galopó en el inicio del trasteo, Saldívar echó las dos rodillas en tierra para cuajarle sin contemplaciones una honda y templada tanda de derechazos en la misma boca de riego. Pero en la siguiente serie de pases, ya erguido el torero, el de El Ventorrillo empezó a desfondarse y a salir de las suertes con la cara alta, sin emplearse en sus menguantes embestidas.

Y si el mexicano aprovechó esas escasas arrancadas completas para torear con ligazón, no se desmoralizó cuando estas se fueron acabando. Muy al contrario, insistió en la distancia corta con mayor aguante para seguir imponiéndose y, tras unos apurados adornos y una gran estocada, cortar finalmente una de las orejas de más calado de lo que va de feria.

Pero si se hizo alguna ilusión de poder abrir la Puerta Grande, el basto sexto se la echó por tierra ya de salida, con sus amagos de saltar al callejón. Rajado y aquerenciado, el toro se paró en la muleta, aunque Saldívar hizo con él un esfuerzo añadido, aún más estimable si se tiene en cuenta que toreó esta corrida con dos costillas fisuradas por el percance sufrido días atrás durante un entrenamiento.

A Sergio Aguilar le cupo en suerte un lote de imposible lucimiento. El primero fue un colorado de insulsas y cortas arrancadas que el madrileño apenas si pudo templar por la constante molestia del viento. Y menos aún le dejó brillar el quinto, un mostrenco descompuesto que se hartó de soltar constantes y violentos cabezazos a la muleta de Aguilar, que optó por cortar por lo sano.

El segundo de la tarde se movió algo más, pero siempre para arrollar a pechugazos, usando más la fortaleza de su cuarto delantero que la bravura que no tenía. Miguel Ángel Delgado estuvo con él muy generoso, por la paciencia y la sinceridad con que intentó aplacarlo entre un vendaval.

Esa buena actitud fue también la que tuvo el joven ecijano con el quinto, otro corpulento toraco que tuvo cierta voluntad de embestir pero sin empuje en los riñones para mover hacia adelante su gran tonelaje. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de El Ventorrillo, de bastas y descompensadas hechuras, especialmente los más voluminosos lidiados en los últimos lugares. En general, bravucones y desrazados, se apagaron o se defendieron con violencia.
Sergio Aguilar: estocada desprendida y descabello (silencio); estocada desprendida (silencio).
Miguel Ángel Delgado: estocada (ovación tras aviso); tres pinchazos y descabello (silencio tras aviso).
Arturo Saldívar: estocada (oreja); estocada atravesada y descabello (silencio tras aviso).
Entre las cuadrillas destacaron Juan Navazo con las banderillas y Óscar Bernal picando al sexto.
Martes 28 de mayo. Vigésimo festejo de la feria de San Isidro, en tarde ventosa y con más de tres cuartos del aforo cubiertos.

Vargas Llosa, sobre Ponce: "hechura y dechado de la torería y la felicidad"


El Nobel de literatura Mario Vargas Llosa ha definido hoy a su amigo Enrique Ponce como "la hechura y el dechado de la torería y la felicidad", en la presentación en Madrid del libro biográfico del torero valenciano, escrito por Andrés Amorós, y del que se ha encargado de prologar.

"Enrique Ponce, un torero para la historia" es la obra por antonomasia sobre la vida y obra taurina del maestro de Chiva, "un hombre elegido por los dioses y la buena fortuna, ganador de todos los áureos de su profesión, y ejemplo de vocación, talento y humanidad dentro y fuera del ruedo", manifestó Vargas Llosa.

"Enrique Ponce es una persona genial y deslumbrante, al mismo tiempo que sencilla y generosa, sin las pequeñeces que a veces acompaña al genio, y que ha sabido hacer culto a una amistad sincera y carente de envidias", reconoció el Nobel peruano. Vargas Llosa ha señalado también que el libro, que ha leído "con mucho gusto y placer", muestra la formación de Ponce como torero "compendiando talento natural, esfuerzo, disciplina y autoexigencia desde que era un niño, hasta acabar dominando ese arte difícil, esa destreza llena de misterio, como es la Tauromaquia".

"La vida de Ponce ha estado entregada en su plenitud al toro bravo, un animal al que ama y respeta de una forma desmedida para lograr ese vínculo de entrañable complicidad y hasta fraternidad, para alcanzar momentos mágicos e imborrables en una plaza poniendo su vida al servicio del espectáculo", apostilló.

Esta biografía comienza narrando las peripecias de un niño, que con tan sólo cinco años ya jugaba al toro con una servilleta a modo de muleta, y que con diez ya había toreado su primer becerro, con su abuelo como el gran inculcador de una afición que le ha llevado a convertirse en uno de los grandes referentes de la historia del toreo actual.

"Quién se iba a imaginar que aquel niño iba a ser quien es actualmente: un maestro del toreo que lleva a sus espaldas una carrera de gloria y triunfos como ninguna. Enhorabuena Enrique, tienes mi respeto y mi admiración para toda la vida", finalizó Vargas Llosa.

El gran protagonista de esta obra, Enrique Ponce, agradeció las numerosas muestras de cariño y de admiración mostradas por "uno de los genios de nuestro tiempo", y dedicó primeramente el libro a las cuatro mujeres "más importantes" de su vida: su madre, su mujer Paloma de las Cuevas, y sus hijas Paloma y Bianca.

"No es fácil condensar una vida y una trayectoria tan extensa y, gracias a Dios, tan exitosa. A lo largo de este trabajo tan duro y tan especial he revivido momentos que ya ni me acordaba, y he descubierto datos que me han dejado pasmado, sobre todo los estadísticos, pues soy una persona a la que nunca le han importado los logros ni los números", confesó Ponce.

"Siempre he sido un fiel amante de mi profesión. Cada tarde la afronto como si fuese la última, con una entrega total, soñando siempre esa faena perfecta al toro perfecto para disfrutar y hacer disfrutar. Ese es el guión de mi vida taurina", añadió.

El autor de la obra, el escritor Andrés Amorós, quien aseguró que este libro ha tardado dos años en ver la luz y que no ha sido "nada improvisado para buscar el éxito fácil", desglosó una gran cantidad de números que hacen de Enrique Ponce, "un torero para la historia".


"Más de dos mil corridas, con más de cuatro mil toros lidiados, y cuarenta indultados, en incontables tardes gloriosas en prácticamente todas las plazas del mundo, avalan la carrera de un torero poseedor de una cabeza privilegiada, una estética y elegancia natural, un fondo de valor sereno, nada populachero, y una dimensión humana sin igual", aseguró Amorós. / EFE

lunes, 27 de mayo de 2013

Padilla y “El Fandi” anunciados para la Feria de Valencia

Bajo la organización de la empresa que representa Erick Cortés
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Comienza a calentarse el cotarro taurino a lo que implica las ferias más rutilantes de la temporada taurina venezolana, y una de las primeras que lo hace, es la cita que corresponde a la Feria de Valencia, en honor a la Virgen del Socorro, patrona de la ciudad del Cabriales.

Precisamente a través del escuchado programa en Radio Andalucia que dirige Juan Ramón Romero, Carrusel Taurino, el pasado domingo el matador de toros y empresario, Erick Cortés, daba cuenta de las que son las primeras contrataciones para el serial que corresponde a la edición 2013 de la importante feria que lamentablemente una vez dejada la alcaldía el recordado Paco Cabrera, se ha venido a menos en cuanto a su pomposidad se refiere, y he allí el esfuerzo del “achocolatado” diestro maracayero, primero en mantenerla, a pesar del inclemente sabotaje que ha hecho de ésta la discutida AVMTN el cual representa el cuestionado novillero tachirense en retiro, Leonardo Varela, y segundo, lidiando ante la apatía y el nulo apoyo de las actuales autoridades tanto municipales como estadales de Carabobo para con la magna cita taurina valenciana, cuyo escenario taurino, la bella Plaza de Toros Monumental “Bernardo Valencia” yace en el abandono y ante la desidia de autoridades respectivas.

De la feria a realizarse en noviembre próximo no se tiene datos concretos el número de festejos cuya fecha podría rondar los días 15, 16 y 17 del penúltimo mes del año. Ni tampoco cuales ganaderías tiene en su agenda Erick Cortés, aún cuando es un hecho indiscutible que vuelvan a lidiarse con seguridad toros colombianos de El Capiro, el cual el año pasado junto al “Ciclo Ciclópeo de Jerez” fueron protagonista de una gran corrida, de la que salieron con los trofeos en las manos, coronándose triunfadores absolutos de la edición 2012.

DECLARACIONES – DECIMONOVENO FESTEJO: Ritter: "el público ha podido ver lo que soy capaz de hacer"

El novillero colombiano Sebastián Ritter, que fue el más destacado de la terna de hoy en la plaza de Madrid, declaró a EFE al finalizar el festejo que estaba contento "porque el público ha podido ver lo que soy capaz de hacer".

El despliegue de valor del torero de Medellín ante el sexto se premió con una fuerte ovación que le sabe "a gloria". "Me voy muy satisfecho, porque los aficionados de Madrid ha entendido que me he puesto siempre muy de verdad con mis novillos, que es lo que en esta plaza llega siempre al tendido", recalcó

El primer espada de la terna, Tomás Campos, consideró que "a la novillada le ha faltado raza y clase para aguantar, y ante eso no hay nada que hacer en esta plaza. Es una pena estrellar así esa ilusión con la que venimos los novilleros".


Por su parte, Curro de la Casa afirmó que salía "muy contrariado. Yo no venía para esto a Madrid. Tengo que reconocer que mi actuación no ha sido buena y que he estado muy mal con la espada. Desde luego no ha sido mi tarde", finalizó. / EFE

FERIA DE SAN ISIDRO – DECIMONOVENO FESTEJO: El férreo valor del colombiano Sebastián Ritter destaca sobremanera

Sebastián Ritter
PACO AGUADO

El férreo valor del joven espada colombiano Sebastián Ritter fue la nota más destacada de la tercera y última novillada de la feria de San Isidro, celebrada hoy con mansos y complejos utreros de Carmen Segovia.

La mansa y complicada novillada fue una dura prueba para los tres noveles del cartel, de los que sólo sacó cabeza el colombiano Sebastián Ritter, quien, aunque poco placeado, hizo un despliegue de férreo valor durante todo el festejo. Ritter se dejó ver ya en la primera oportunidad que tuvo para intervenir en la novillada, un quite por ajustadísimas gaoneras al segundo de la tarde. Y desde entonces siempre se hizo notar por una determinación y una quietud inapelable ante las pésimas condiciones de los astados.

Su primero tuvo unas preciosas hechuras y un prometedor inicio, pero un duro puyazo le hizo blandear y venirse a menos. Esta vez, la firmeza del colombiano no se vio acompañada del suficiente pulso para sostener al astado durante un trasteo desangelado. Así que Ritter lo apostó todo con el sexto, un toraco basto y voluminoso que se negó a embestir en cuanto sintió el hierro de la puya. Y no sólo eso, sino que además se fue a las tablas a refugiar su mansedumbre.

Con el novillo aconchado en la madera, absolutamente negado a embestir, el colombiano optó por ponerlo todo de su parte, lo que incluyó, y desde el primer momento, meterse entre los cuernos para provocar unas improbables e inciertas arrancadas. Sin inmutarse en ese terreno minado, aguantando miradas e incluso dando con los muslos en los pitones del de Carmen Segovia, sacó así pases impensables, de corto recorrido pero de gran emoción por la evidencia tan palpable del riesgo. Metido en la misma cuna de las astas, y sin acusar tan gran esfuerzo, acabó Ritter una faena que, lamentablemente, no remató a la primera con la espada. Pero, aun sin premio, el novillero de Medellín dejó huella de su gran valor en la primera plaza del mundo.

Curro de la Casa
Al extremeño Tomás Campos se le paró su primero, que calamocheó sin clase ante unos engaños presentados con pureza y estilo clásico. Pero más aún cabeceó el cuarto, un novillo violento por la falta de un puyazo más. Aquí, a Campos se le echó en falta algo más de decisión.

Al alcarreño Curro de la Casa le correspondió el utrero de más movilidad, con una embestida temperamental que mejoró y se apaciguó en cuanto la sometió con la mano baja al natural, lo que sucedió sólo de mitad de trasteo en adelante. Luego, al entrar a matar, De la Casa resultó aparatosamente volteado, aunque sin mayores consecuencias.

Con el quinto se le notó mucho más seguro, sólo que este otro de los tres más serios novillos del encierro tampoco se entregó, y el alcarreño no obtuvo más respuesta que cabezazos y pechugazos. Y, tardó mucho matarlo, casi siempre de feas estocadas. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Seis novillos de Carmen Segovia, más armónicos los primeros y con más cuajo los últimos. Novillada en general mansa en el caballo y de juego a menos o con complicaciones en el último tercio por su falta de entrega y raza.
Tomás Campos: estocada trasera tendida y dos descabellos (silencio tras aviso); estocada trasera contraria y descabello (silencio).
Curro de la Casa: estocada trasera tendida y estocada delantera (ovación tras aviso); estocada trasera, estocada caída que asoma, pinchazo, bajonazo y tres descabellos (silencio tras dos avisos).
Sebastián Ritter: estocada (silencio); pinchazo, estocada trasera y dos descabellos (ovación tras aviso).

Lunes 27 de mayo. Decimonoveno festejo de abono, celebrado con el ruedo encharcado tras la tormenta caída antes del paseíllo y con dos tercios del aforo cubierto.

“El Juli” resulta herido en un altercado en la fiesta de la Juventud de Elvas

El pasado viernes, personas ajenas al grupo se acercaron a los toreros y sus acompañantes, increpándoles y pidiéndoles, al parecer, una pulsera que llevaba puesta uno de ellos. *** Iba acompañado de su compañero Miguel Ángel Perera y las parejas de ambos.

DIARIO HOY.ES

El matador de toros Julián López, “El Juli”, resultó herido el pasado viernes de madrugada en Elvas después de verse envuelto en una trifulca con varias personas cuando se hallaba acompañado de su compañero Miguel Ángel Perera y las parejas de ambos. Por lo que ha trascendido, “El Juli” sufrió un fuerte impacto en la nariz, lo que requirió de asistencia médica, para lo que fue trasladado al hospital Santa Luzia de Elvas. Ambas parejas, acompañadas entre otros por Álvaro Montes, peón de confianza de“El Juli”, habían acudido a cenar en el restaurante El Cristo de Elvas.

Después de cenar, y teniendo en cuenta que en el paseo de la Piedad, situado al lado del restaurante, se estaba celebrando la fiesta de la Juventud, decidieron unirse a la misma. Según varias versiones recogidas por HOY, personas ajenas al grupo se acercaron a los toreros y sus acompañantes, increpándoles y pidiéndoles, al parecer, una pulsera que llevaba puesta uno de ellos.


Miguel Ángel Perera se negó y uno de los asaltantes inició un forcejeo con él. Varias personas se unieron al jaleo en el que “El Juli” recibió un fuerte impacto en la cara y su esposa un pequeño corte en una oreja. A las dos de la madrugada “El Juli” tuvo que ser asistido en el hospital, siendo acompañado hasta allí por agentes de la Guardia Nacional Republicana.

“300 anécdotas taurinas. Historias de la otra cara del toreo”

El periodista Lucas Pérez, de EL MUNDO de Madrid, presentó un nuevo libro de toros. *** 'Las anécdotas de la historia del toreo necesitaban una renovación'.

ESTHER ALVARADO

El periodista de EL MUNDO Lucas Pérez presentó este pasado miércoles en la Sala Antonio Bienvenida el libro 300 anécdotas taurinas. Historias de la otra cara del toreo” (La Esfera de los Libros), un recopilatorio de curiosidades en torno a la Tauromaquia pertenecientes a la época moderna.

El acto ha contado con la presencia de Carlos Abella, gerente de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid; el matador de toros Manuel Caballero, el citado Zabala de la Serna, autor del prólogo del libro, y Antonio Lucas, redactor y columnista de este diario, que elogió «el entusiasmo y pasión con el que Lucas y Zabala confeccionan cada día un auténtico acto de fe en el toreo».

El autor confesó que ha querido centrarse en la última etapa "para atraer a un público joven que tanto necesita la Fiesta en estos momentos", a la vez que añadió que la elaboración del libro ha sido "una maravillosa aventura que me ha permitido conocer a personajes que por sí solos merecerían un libro".

«Las anécdotas de la historia del toreo necesitaban una renovación como la de este libro para contar historias nunca contadas y darle un lavado de cara más moderno», añadió Zabala de la Serna, que recordó anécdotas propias que añadir a las 300 que Lucas Pérez recopila.

Por su parte, el matador de toros Manuel Caballero recordó sus propias vivencias en su etapa en activo.

El libro, el segundo del autor tras 'Manzanares. Heredero de leyenda' del pasado año, surgió precisamente al escribir la biografía del alicantino. "Me di cuenta de que lo más jugoso de todo no eran los datos sobre dónde o con quién había toreado, sino esas cosas que la gente no sabía de él. Sus manías, sus bromas, las cosas de cuando era niño...», comentó Pérez.

La obra recopila historia nunca conocidas de Enrique Ponce, José Tomás, Miguel Abellán, Rafael Camino, Miguel Ángel Perera, Justo Algaba, Victorino Martín... / Diario El Mundo

domingo, 26 de mayo de 2013

DECLARACIONES - DECIMOCTAVO FESTEJO: Alberto Aguilar: "Es injusto que jueguen con mis ilusiones"

Alberto Aguilar, a punto de salir por la Puerta Grande de Las Ventas, pero negada por un presidente totalmente fuera de reglamento. Foto: EFE
JAVIER LÓPEZ

Alberto Aguilar fue el gran protagonista, por doble motivo, del festejo de hoy en Las Ventas, primero por cortar la única oreja de la tarde, y después por ver como "el palco" le cerraba la Puerta Grande, por eso, al término del festejo, se mostraba así de triste: "Es injusto que jueguen con mis ilusiones. No sé que tienen conmigo. Soy sólo un torero que me juego la vida y trato de dar la cara tarde tras tarde. ¿Qué hay de malo?. No me explico por qué no quieren que despegue, porque hoy he rozado una Puerta Grande en Madrid que nunca en la vida se me olvidará hasta que la consiga abrir", reconoció un impotente y muy disgustado Aguilar con lágrimas en los ojos.

"El Capea" también se marchaba contrariado, pero por haber pinchazo al quinto toro, con el que se encontró "muy a gusto. Qué lástima de espada, pues creo que pegué quince o veinte muletazos buenos, pero al marrar con los aceros la tarde de hoy no me sirve de nada", aseguró.

"No es lo que venía buscando, ni lo que le hace falta a mi temporada, pero el toreo es así y ya habrá más oportunidades”, finalizo el salmantino.


El confirmante "Chechu", que resultó herido por su primero, no pudo hacer declaraciones, ya que, para cuando había terminado la corrida, él ya estaba ingresado en una habitación de la clínica de la Fraternidad. / EFE

FERIA DE SAN ISIDRO – DECIMOCTAVO FESTEJO: Alberto Aguilar corta una oreja de ley, pero el palco le priva de la gloria

Alberto Aguilar
JAVIER LÓPEZ

Una oreja de ley cortó Alberto Aguilar en el decimoctavo festejo de San Isidro, una tarde en la que "el palco" se convirtió también en protagonista al privarle, por su cuenta y riesgo, una Puerta Grande que se había ganado a pulso.

Un torero en mayúsculas: Alberto Aguilar. ¡Qué pedazo de torero! que se entere todo el mundo y, sobre todo, las empresas, que parece que no tienen hueco para él en las ferias a pesar de las grandes tardes que lleva a sus espaldas en los últimos años. En Francia le quieren, y de qué manera, por su sinceridad y valor de enfrentarse a lo más duro de la cabaña brava, y por salir triunfador una tarde tras otra gracias a su sinceridad, su valor y, sobre todo, su desmedida afición para seguir en la lucha después de tanto y tanto ninguneo.

Un torero sin el abrigo de las grandes "casas empresariales", que todo lo que consigue es gracias a él. Nadie le ha regalado nunca nada. Al contrario, si pueden... se lo intentan cargar. Hoy firmó una gran tarde y hasta cortó una oreja de ley. Pero un señor sin afición ni sensibilidad, decidió, por cuenta propia, cerrarle la Puerta Grande después de una mayoritaria petición de oreja en el sexto.

La presidencia debe ceñirse al reglamento y dejar de protagonizar escándalos desde su posición de máxima autoridad. La primera oreja la otorga el público, la mitad más uno, por eso no es de recibo que después de cómo estaba la plaza de pañuelos, se pueda privar de la gloria a un muchacho que se le había ganado con creces.

Un Aguilar que estuvo cumbre con su primero, toro complicado al que toreó como si fuera bueno. Faena de firmeza, mente despejada y notable seguridad para lograr pasajes emocionantes y enjundiosos al natural, a base de una perfecta colocación, cruzado al pitón contrario, y temple, mucho temple, el gran secreto. El madrileño estuvo impecable hasta en las improvisaciones y adornos finales como trincherazos, cambios de mano o los desmayados ante un astado que acabó domeñado por completo. Oreja sin discusión. El cuarto fue un marrajo peligroso, que a punto estuvo de herirle en la cara, y con el que nada pudo hacer. Y con el sexto llegó el escándalo. Un toro que se movió y al que Aguilar, que lo recibió con una larga de rodillas, cuajó una faena de menos a más, primero ahormando al animal con distancias y mucho sosiego, para acabar apretándole, y de qué manera, por el lado derecho. Por ahí brotaron varias tandas de mucho gusto y relajo: de frente, metiendo los riñones, hincando la barbilla en el pecho y bajándole la mano. Soberbio.

Sin embargo, el pinchazo previo a la estocada tuvo que ser lo que el señor Martínez debe apelar para no concederle la oreja. Si no se está de acuerdo, se puede discutir, pero, con el reglamento en mano, había que haberla dado, y dejar ya de jugar con las ilusiones. Ya está bien.

Lo del Capea es caso aparte. Ni con el malo ni con el bueno (de los toros, se entiende) estuvo a la altura, con un toreo mecánico, frío y sin apreturas. No dijo nada el salmantino a pesar de su buena voluntad y disposición, y de algún que otro pase aislado al quinto.
José Ramón García "Chechu"
La estampa del confirmante "Chechu" ataviado con un terno vainilla y azabache hacía entrever el descaro del torero de querer enfrentarse a la superstición, que, en el toreo, es algo con lo que no se debe jugar. Y al final, tanto coqueteo le costó caro: una cornada grave en la faena de muleta al deslucido toro de la ceremonia. Directamente a "la cama". / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Toros de Montealto, serios, imponentes y astifinos, pero descastados, deslucidos, y alguno hasta con peligro como el cuarto. Los más toreables, quinto y sexto.
Pedro Gutiérrez "El Capea": dos pinchazos y estocada (silencio); y tres pinchazos y estocada (silencio).
Alberto Aguilar, que sustituía a Fernando Cruz: estocada (oreja); estocada y seis descabellos (silencio); y pinchazo y estocada (vuelta tras fuerte petición de oreja, y bronca "al palco" por denegarla).
José Ramón García "Chechu", que confirmaba alternativa: herido en su primero, que mató "El Capea" de estocada (silencio).
En la enfermería "Chechu" fue operado de "cornada en tercio medio, cara posterior del muslo izquierdo con trayectoria de 25 centímetros, hacia adentro y arriba, que causa destrozos en músculos isquiotibiales, contusiona el nervio ciático, contornea el fémur y alcanza músculo crural de la cara anterior. Pronóstico grave".

La plaza casi se llenó en tarde entoldada y fresca, con rachas de viento, que molestaron en el ruedo, y con agua a partir del cuarto toro.
Pedro Gutiérrez "El Capea"