martes, 13 de septiembre de 2016

DESDE EL BARRIO: Manipulación

PACO AGUADO

Esta misma mañana, como cada año, los antitaurinos y los medios generalistas se han llegado hasta Tordesillas para tocarle los cojones a todo un pueblo. Y más hoy en que, tras la bajada de pantalones del gobierno de Castilla y León al prohibir la muerte pública del astado, los paisanos tenían que sufrir la humillación de ver tergiversado ese oscuro objeto de deseo del abolicionismo que es, que era, el Toro de la Vega.

Pero no. Hoy ese pobre "animalito", un pajarraco con cinco años cumplidos, 670 kilos en lo alto y dos tremendas espabiladeras por delante, ese mismo al que un compasivo vegano brasileño quería llevarse vivo a un "santuario" de animales, no ha sido alanceado, entre la euforia de unos animalistas venidos arriba al ver cómo el Partido Popular castellano-leonés les ha dejado abierta la puerta hacia la abolición total.

Igual que pasó, momentáneamente, con el gobierno de Franco a finales de los sesentas, esta histórica localidad española ha visto de nuevo cercenado su derecho a celebrar sus tradiciones taurinas. Ahora no por la decisión arbitraria de un dictador, sino por el acoso de una minoría fanática que encuentra en los actuales medios de comunicación un descomunal altavoz perfectamente manipulado para conseguir sus objetivos.

Y así, esta misma mañana, mientras medio centenar de "activistas" disfrutaban de minutos y docenas de micrófonos para lanzar al mundo su ideario fascista, la voz de miles de tordesillanos era obviada por los obedientes reporteros enviados para la ocasión a un palenque donde los animalistas buscaban únicamente la provocación y el victimismo.

Nada de esto debería extrañarnos ya en la cruzada nazi contra la tauromaquia, que el pasado sábado pasado vivió un nuevo momento de gloria cuando el partido PACMA convocó en Madrid, utilizando todos sus medios, el apoyo de unos cuantos famosos y sus probablemente más que inconfesables fondos, la que llamaron "la mayor manifestación antitaurina de la historia"… a la que acudieron ¡menos de cuatro mil personas!

Claro que esa reunión de cuatro gatos, que diría un castizo, casi todos acompañados de sus muchos perros, fue para los medios un acto reivindicativo contra la tauromaquia "que llenó las calles de Madrid" y que reunió a "miles de personas", lo que no deja de ser, como media verdad, una mentira más que evidencia la vergonzosa manipulación mediática en que se apoya y de que disfruta el movimiento animalista.

Esa indefinida cifra de "miles de personas", con la que se intentaba ocultar el fracaso de la convocatoria se convertía, en cambio y con absoluta objetividad, en más de cincuenta mil espectadores que, pagando su entrada, asistieron a la media docena de festejos taurinos celebrados solo una hora después de la manifestación del PACMA en varios ruedos de España y Francia sin que merecieran ni una simple reseña en esos mismos medios. Si acaso, un arreón más del emboscado antitaurino de El País.

Se daba el caso además de que el pasado día 10, como segundo sábado del mes de septiembre, era la fecha del año en que tradicionalmente, por encima incluso del 15 de agosto, más espectáculos taurinos se celebran en España. Y entre ellos, claro está, cientos de festejos populares de todo tipo, a los que asistieron, esta vez sí, cientos de miles de ciudadanos anónimos que deben ser invisibles para esos medios tan “objetivos” que colaboran con la causa abolicionista.

Curiosamente, son esas mismas televisiones y esos mismos periódicos que también obviaron descaradamente, sin emitir una imagen, sin dedicar ni una sola línea, la masiva concentración que hace unos meses sí que llenó -se calcularon unas 20 mil personas- las calles de Madrid de cazadores, pescadores y agricultores que reivindicaban los derechos del medio rural que estos urbanitas de la falsa progresía llevan ya tiempo pisoteando con su estúpido buenismo.

Pero tampoco hace falta irse muy lejos en unos agravios tan clamorosos, ya que también “miles de personas” -unas tres mil para ser más concretos y jóvenes en su inmensa mayoría- se reunieron a la mañana siguiente de la "masiva" fiesta del PACMA sólo en la localidad de Fuenlabrada, apenas a 18 kilómetros de la Puerta del Sol. Y entre todos se bastaron para mostrar contundente y pacíficamente a la agresiva, ignorante, fanática y desnortada minoría animalista de la localidad la fuerza moral y humana que genera la pasión compartida del toreo.

Evidentemente, la exitosa concentración pro taurina de Fuenlabrada tampoco apareció apenas en los medios generalistas, ni, lo que es peor, en los medios taurinos especializados, que la pasaron por alto o la reseñaron con desdén, casi como lo hubieran hecho los abolicionistas, puede que para no restar espacio a los "clientes" que les ayudan a malvivir.

Al fin y al cabo, si para los grandes medios es rentable manipular tan burdamente la realidad social de este país, para ellos también es preferible dedicarse por completo a manipular la realidad taurina que hacer una mínima defensa de futuro que no deja beneficios a corto plazo. Hasta que llegue la hora de los lamentos.

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