martes, 16 de agosto de 2016

FERIA DE MÁLAGA - Partido de Resina, una moruchada muy bella

Fernando Robleño corta la única oreja de la tarde en el regreso de los pablorromeros a La Malagueta.
Fernando Robleño
CARLOS CRIVELL
@carloscrivell 
Diario ELMUNDO de Madrid

La otrora famosa ganadería de Pablo Romero, ahora Partido de Resina, sólo conserva la estampa de sus toros. Seis ejemplares bellos, guapos de verdad, pero mansos y absolutamente descastados. En su día, a esta ganadería se enfrentaban las figuras. La afición quisiera ver a los mejores de hoy delante de los toros más encastados. No son encastados los de Partido de Resina, que sólo pasan el examen por sus hechuras. Fue una moruchada muy bella.

López Chaves y Fernando Robleño están curtidos en la lidia de las reses más duras del campo bravo. En el caso del primero, no pudo ofrecer nada de su tauromaquia ante dos animales de lucimiento imposible. El que abrió plaza fue un manso intergral que huyó de su sombra. El cuarto, parado como si lo hubieran apuntalado al albero de La Malagueta.

Fernando Robleño mató un sobrero de El Torreón con 640 kilos. Eran dos toros pegados. El oficio de Robleño le sirvió para sujetar al toro y torear con la derecha en tandas en las que le tapó el horizonte y lo llevó con mando y solvencia. Faena de torero experto, por encima del animal que no tuvo más virtud que la de humillar. La oreja premió su capacidad para estar con tanta suficiencia delante de semejante toraco.

El quinto fue el hermano del que abrió plaza. Bellísimo, corniabiero, una estampa de La Lidia, pero de una mansedumbre sin límites. Corrieron toro y torero por la plaza sin que fluyera la belleza de la lidia o el toreo.

Javier Jiménez volvía a los ruedos tras el percance de Pamplona. Tiene mérito volver con este ganado. Javier estuvo valiente con el capote en lances al delantal y le plantó cara al tercero, un inválido con cierta nobleza, en una faena con la izquierda muy decidido, dejando muletazos de mucho sabor y empaque. Alargó la faena cuando el toro ya no quería embestir, se afanó en manoletinas de rodillas para calentar el ambiente, pero se atascó con el descabello y escuchó los tres avisos.

Creyó el de Espartinas que una mala estocada sería suficiente, el animal se tapó la muerte y el verduguillo no encontró el sitio en manos tan inexpertas. Saludó, en pésima costumbre, tras la deshonra de que le echaran un toro al corral.

El sexto era otra belleza cárdena que haría las delicias de los fotógrafos. Se la puso con la izquierda con valor, el toro midió mucho al torero y levantó la gaita. De uno en uno, Javier se mostró sobrado con un animal que se paró muy pronto. Javier se puso cerca en un alarde sin premio, aunque ahora acertó con la espada.

PARTIDO DE RESINA | López Chaves, Robleño y Jiménez
Cinco toros de Partido de Resina (antes Pablo Romero) y uno -2º bis - de El Torreón. Todos bien presentados, mansos, descastados y de mal juego. El de El Torreón, humilló en dos tandas y se paró. Saludó en banderillas Lipi.
López Chaves, de fucsia y oro. Pinchazo, estocada tendida y dos descabellos (silencio). En cuarto, bajonazo (silencio).
Fernando Robleño, de corinto y oro. Estocada atravesada (una oreja tras aviso). En el quinto, pinchazo, media estocada y descabello (silencio).
Javier Jiménez, de verde manzana y oro. Pinchazo, estocada atravesada y quince descabellos (saludos tras tres avisos). En el sexto, estocada (saludos).
Plaza de toros de La Malagueta, 15 de agosto de 2016. 2ª de Feria. Más de media plaza.

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